La cuenta atrás para la coalición de PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga

Las desavenencias entre el PP y Cs en Málaga han crecido las últimas semanas. Los populares han reprochado a la única edil naranja y responsable del área de Cultura en el Ayuntamiento, Noelia Losada, querer dinamitar el Gobierno local tras haber votado con la oposición un par de mociones. El gesto ha sido interpretado en las filas populares como una hostilidad que se suma a otras muchas diferencias que han marcado la coalición. Mientras, los naranjas niegan las acusaciones y se preguntan si no querrá forzar el alcalde, Francisco de la Torre, la ruptura.

El PP ha planteado abiertamente a Losada que se cuestione si quiere seguir en el equipo de Gobierno. No es una pregunta baladí, la edil de Ciudadanos podría propiciar que una hipotética moción de censura presentada por PSOE y Unidas Podemos por Málaga (UPporMálaga) saliese adelante. Las cifras dan, pero los tiempos, tal vez no.

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Porque el PP está a unas pocas semanas de que la Ley de Régimen Electoral General proporcione a Francisco de la Torre la inmunidad que lo protegería de una hipotética alianza de Cs con la izquierda. La norma recoge que no se puede convocar una moción de censura un año antes de la celebración de las elecciones, por lo que, teniendo en cuenta que los próximos comicios locales deberían convocarse en mayo del próximo año, el regidor malagueño se encuentra a menos de dos meses de, si quiere, poder romper con su socio y gobernar en minoría hasta la cita en las urnas.

Se da la paradoja de que es el mismo recurso al que se agarra Ciudadanos para conservar la Alcaldía de Linares (Jaén), después de que un juez haya decretado medidas cautelares que han dejado en suspenso el Pleno en el que debía votarse la moción de censura impulsada por el PSOE contra el regidor, Raúl Caro-Accino. Los dirigentes naranjas juegan con los plazos y piensan que la autoridad judicial se pronunciará después de mayo.

Pareciera que el PP anima a la edil de ciudadanos a romper la coalición y exponerse a una moción

Losada ha repetido hasta la extenuación que no se plantea apoyar a la izquierda en un intento de quitar la alcaldía al PP, por lo que ofrece más margen de maniobra a De la Torre. Porque en este extraño contexto no se puede olvidar que el dirigente popular aún no se ha pronunciado sobre si concurrirá a los comicios y salir por la puerta de atrás tras una moción de censura sería un triste epílogo para una larga carrera política con más de 20 años como regidor.

La incógnita sobre qué hará De la Torre, si optará a un nuevo mandato, condiciona a medio plazo la actividad interna de los populares. Sobre todo después de que el consejero andaluz de Presidencia, Elías Bendodo, uno de los nombres que siempre se ponen sobre la mesa como posible sucesor, haya ascendido como coordinador general en la ejecutiva nacional del partido. Esa posibilidad está hoy aún más en el aire. Y a este escenario se suman las diferencias cada vez más notables con Ciudadanos.

El alcalde ha asegurado que su intención es continuar con la coalición hasta el final del mandato, pero lo cierto es que muchas de las declaraciones que se han oído las últimas semanas recuerdan a las que se desplegaron en Castilla y León para justificar la ruptura del pacto con Ciudadanos y la convocatoria de elecciones. Acusaciones de deslealtad y de llevar a cabo una "estrategia de desgaste del alcalde" se han escuchado en boca de la portavoz municipal del PP, que ha seguido preguntando a Losada si quiere estar en la oposición o en el equipo de Gobierno, porque advierte que en ambos no puede estar. Un razonamiento que también ha hecho suyo el regidor para afianzar el discurso de Pérez de Siles y que remarcó el miércoles en la rueda de prensa previa a un Pleno que se esperaba con la expectación de una histórica velada de boxeo… discursivo.

Observando la secuencia de intervenciones, cómo se han producido y el argumentario, parece que todo lo que diga la edil naranja va a ser percibido por los populares como una desautorización. Se ha llegado a señalar como una "deslealtad" los mensajes en redes sociales de los asesores de la concejala de Cultura y Deporte. "Es cierto que Losada nunca ha tenido a bien la negociación directa, en este caso, conmigo", declaraba el martes en una rueda de prensa en la que volvió a preguntar a la edil "si da por roto el acuerdo de gobierno".

Noelia Losada, por su parte, ha ido encajando los reproches. "Nosotros, a lo nuestro. Si quieren, que se retraten", señalaban a este periódico fuentes de la formación naranja, mientras que la edil rebajaba el suflé disipando cualquier posibilidad de romper el acuerdo de Gobierno. "El alcalde y yo tenemos muy claro que la estabilidad en Málaga es lo primero", señaló, dejando seguidamente un recordatorio: De la Torre "lleva siendo regidor ocho años gracias al apoyo de Cs. Esto no es opinar, es un hecho objetivo".

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La crisis entre los dos socios está siendo aprovechada por el PSOE, aunque desde un punto de vista dialéctico, ya que la posibilidad de seducir a Losada para que apoye una moción de censura parece remota. Así que sus ediles en el Consistorio han tratado de incidir en el supuesto desprecio de los populares hacia la concejala de Cultura y Deporte. "Le están preparando el relato de la mala", defendió durante la sesión plenaria Mariano Ruiz, en la que anunció un "divorcio doloroso" de la que saldrá "mal parada".

La sangre, finalmente, no llegó al río durante el Pleno. Y el equipo de Gobierno se mantiene, de momento. Noelia Losada esquivó alguna pulla del alcalde sobre los asesores de Ciudadanos, pero la edil se mantuvo firme y votó con la oposición en la moción sobre los cargos de confianza en la que el PP había sustentado su malestar. El voto de calidad de Francisco de la Torre declinó la balanza hacia su postura debido a la ausencia del líder de los socialistas, Daniel Pérez, de baja por paternidad, que sorprendentemente rechazó intervenir telemáticamente.

Fuentes municipales quitaron hierro a la posible ruptura entre los socios y deslizaron que "no hay problemas" con la concejala de Ciudadanos. Una postura contemporizadora que, sin embargo, contradicen los gestos. A finales de mayo comenzará la cuenta atrás.