El viejo sueño de recuperar el tranvía de Sierra Nevada toma cuerpo con este proyecto
El Ayuntamiento de Güéjar tiene sobre la mesa una propuesta para devolver a la vida cinco kilómetros del recorrido original con réplicas de los vagones de los años 20. El presupuesto no sobrepasaría los 3 millones
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De no haber desaparecido hace 47 años, el tranvía a Sierra Nevada estaría en uno de esos recurrentes rankings de líneas ferroviarias más extremas del mundo. Las fotos de época dan vértigo con sólo mirarlas, con los frágiles tranvías circulando a centímetros de precipicios infinitos, con amenazantes riscos nevados. La recuperación de este trazado es uno de los sueños recurrentes de Granada desde que se cerró la línea en 1974 y el proyecto para recobrar uno de los tramos, el que discurre por Güéjar Sierra, ya está planificado y sobre la mesa. El triunfo de la memoria sentimental.
Los autores de este proyecto son Rafael García de la Mata, experto en patrimonio industrial mueble, y el ingeniero Juan José Lapuerta, que ya han recibido el apoyo entusiasta del Ayuntamiento de Güéjar Sierra para poner en marcha cinco kilómetros del trazado original, lo que supone recuperar más del 20% de un trozo de historia de la provincia granadina. El tranvía a Sierra Nevada está a un paso de dejar de habitar las brumas de la leyenda. Lo único que hace falta es que el Consistorio convoque un concurso.
Este trazado requiere de una inversión total menor a los 3 millones de euros, incluyendo la energía que se utilizará. Será autogenerada a través de una central eléctrica prevista también en el proyecto. De hecho, el único tren de montaña de estas características que funciona actualmente en España es el de Sant Pere De Ribes, una línea que se abrió reformada en 2003 y que en 2011 tuvo 589.000 visitantes. "Haciendo una extrapolación ya sería un gran éxito para la comarca tener el 30% de estos viajeros, se daría un salto cualitativo importante", apunta García de la Mata.
El nuevo tranvía arrancará donde estaba la antigua estación de Güéjar Sierra, demolida en 1976
El tranvía podrá mover en torno a 1.900 personas diarias en una primera fase, con dos coches motores y cuatro remolques, pero esta cifra “sería fácil cuadruplicarla” aumentado frecuencias y vehículos porque "funcionará con energía autoproducida y contaminación cero, lo que podría permitir transportar a más de 6.000 personas al día en Sierra Nevada".
El nuevo tranvía arrancará donde estaba la antigua estación de Güéjar Sierra, que fue demolida en 1976 al poco del cierre de la línea. Un poco más adelante comienza la vía verde de la vereda de la Estrella, donde queda aún el trazado ligero del antiguo tranvía. Por ahí continuará hasta el barranco de San Juan. "Tenemos un diseño de vía que ya nos han aprobado en otros trenes históricos de manera que pueden circular vehículos, se puede caminar y también puede circular un tranvía con las medidas de seguridad que se exigen actualmente", explica García de la Mata.
La base logística del nuevo tranvía estará en el antiguo hotel del Duque, una construcción original de 1920 que restauró el Parque Nacional de Sierra Nevada antes de que se delimitara su término, por lo que finalmente es propiedad del Ayuntamiento de Güéjar. Tiene una gran explanada y allí se ubicará el depósito para las unidades ferroviarias, la utilería, los remolques... En cuanto a los tranvías que se van a utilizar son réplicas de los que se usaron desde los años 20, aunque con las cajas originales.
"Se ha hecho un primer adelanto al Ayuntamiento de Güéjar Sierra, que considera que es el momento de la vuelta del tranvía Sierra Nevada para recuperar así una parte importante de la historia de este municipio y de la provincia, con el valor añadido de poder complementar una vía verde, que ya es un éxito, además de que actualmente sólo hay cuatro trenes históricos en España", explica García de la Mata.
El sueño del Duque de San Pedro de Galatino
El proyecto pretende rescatar la idea inicial del Duque de San Pedro de Galatino, impulsor del tranvía original inaugurado en 1925, de acceder a Sierra Nevada por el enclave tradicional, a través del municipio de Güéjar Sierra, por la zona baja del río Genil, para llegar a la sucursal del hotel Alhambra Palace.
El proyecto se vio truncado en la década de los setenta cuando su gestión se encargó a Ferrocarriles de Vía Estrecha de España (FEVE), "que no tenía ningún interés en continuar porque no tenía ninguna línea funcionando por debajo de Despeñaperros y se negaba a invertir, por lo que el tranvía funcionaba a la antigua con motores y utilería de los años 20", señala García de la Mata sobre una línea que era casi como una república independiente y vivía en un limbo tecnológico con el mismo personal durante 40 años en los talleres. “En los años sesenta todavía le hacían aros metálicos a las ruedas para que no se desgastaran, calentando el material al rojo vivo para instalarlo a continuación, como en los toneles de vino", señala.
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Suazaboitia fue el ingeniero que cerró la línea. Con el proyecto de la presa de Canales "argumentaron que para solventarlo tenían que excavar un túnel de 10 kilómetros, lo que era inviable", y así se pudo justificar el cierre del tranvía en 1974 aunque el embalse no se inauguró hasta 10 años después. Precisamente por esto, hoy en día sería imposible recuperar todo el trazado original, aunque el pantano podría esquivarse "sin obras faraónicas a través de pequeños viaductos y nivelaciones de terreno".
Los restos del naufragio
De las cuatro unidades que operaban el servicio de tranvía entre Granada y Sierra Nevada han sobrevivido tres y dos de ellas fueron adquiridas por el Ayuntamiento de Granada, el coche motor 3 y el remolque 15, que se instalaron en el Paseo del Salón en 1982 como biblioteca infantil. El remolque fue incendiado en un acto de vandalismo. Pero el Ayuntamiento de la capital "no creyó conveniente restaurarlo" y fue pasando de un solar municipal a otro hasta acabar en MercaGranada y sufrir de nuevo infinitos actos vandálicos. Actualmente sólo queda la base, los motores, las ruedas y los ejes.
El otro tranvía municipal tuvo un poco más de suerte y actualmente está en el Parque de las Ciencias de Granada. No obstante, se encuentra en muy mal estado y ha sufrido dos restauraciones, la última a en 2009 a cargo del propio García de la Mata. Su estado actual es ruinoso con la cubierta a punto de colapsar.
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El tranvía 4 fue restaurado, está en el centro de visitantes de El Dornajo y es propiedad de la Universidad de Granada, también se encuentra deteriorado, tras haber sufrido las inclemencias del tiempo por su colocación a la intemperie en la carretera de Sierra Nevada, cerca de la estación de esquí.
El municipio granadino de Pinos Genil está reclamando al Ayuntamiento de Granada y al Parque de las Ciencias la propiedad de uno de los tranvías a cambio de la restauración operativa del vehículo. Hay contactos avanzados con el Consistorio porque se trata del coche que fue utilizado en la inauguración de 1925 y tiene un departamento de primera clase donde viajó la representación de la Casa Real y las autoridades locales.
Pinos Genil tiene otro proyecto en marcha para recuperar un kilómetro del antiguo trazado, pero se le dará uso "esporádico" en un recorrido de exhibición "porque al material histórico no se le puede dar un uso continuado". Este trazado formará parte del Centro de Interpretación del Tranvía de Sierra Nevada, ubicado en la antigua estación de tren, que está próximo a inaugurarse. Este será el punto de partida a un recorrido que llegará hasta el peto de la presa de Canales.
De no haber desaparecido hace 47 años, el tranvía a Sierra Nevada estaría en uno de esos recurrentes rankings de líneas ferroviarias más extremas del mundo. Las fotos de época dan vértigo con sólo mirarlas, con los frágiles tranvías circulando a centímetros de precipicios infinitos, con amenazantes riscos nevados. La recuperación de este trazado es uno de los sueños recurrentes de Granada desde que se cerró la línea en 1974 y el proyecto para recobrar uno de los tramos, el que discurre por Güéjar Sierra, ya está planificado y sobre la mesa. El triunfo de la memoria sentimental.