Cultura sume en la incertidumbre el futuro del Museo Ruso de Málaga

El Museo Ruso de Málaga se encuentra pendiente de un hilo desde la invasión de Ucrania, pero cada día que pasa escribe, con nubarrones, un nuevo capítulo que lo acerca a su final, o al menos a su suspensión temporal… mientras no acabe la guerra o siga Putin en el poder. El Ministerio de Cultura instó ayer “a la suspensión de los proyectos e iniciativas en curso con la Federación Rusa, así como la cancelación de aquellas que se hubieran previsto y aún estuvieran pendientes de iniciarse”. Una resolución que no hizo sino añadir más incertidumbre. Fuentes del área de Cultura del consistorio reconocieron que no sabían cómo interpretar el comunicado. Justo la víspera de que este jueves se celebre el pleno extraordinario en el que se decidirá el futuro del centro.

Y aunque el ministerio no lo especificó en la nota en la que informó sobre “la imposición de medidas de veto a Rusia en el ámbito cultural y deportivo”, todo depende de una cuestión económica. Que todas las obras que se exponen en el centro sean propiedad del Estado ruso no es un problema, la cuestión es que no puede salir ni un euro del Ayuntamiento de Málaga con destino al país eslavo, precisaron fuentes del departamento que dirige Miquel Iceta. Una línea roja que ya había marcado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, al hilo de las sanciones impuestas por la Unión Europea.

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La clave está en que el Ayuntamiento de Málaga abona a Rusia 400.000 euros anuales. No es un canon, sino el pago del alquiler al Estado ruso por cada exposición. De hecho, el coste de la muestra actual hace tiempo que se desembolsó. “Ya se pagaron en su momento todas las cantidades acordadas por cada exposición. Mucho antes de la invasión”, explican fuentes municipales.

“Ninguna instrucción”

Pero que el ministerio no especificase que todo se limita a una cuestión económica desató una tormenta de dudas en el Gobierno municipal. “No nos ha llegado ninguna instrucción y hasta que no hablemos con quienes corresponda no vamos a decir nada”, expresaron a este diario fuentes próximas a la alcaldía de Málaga. No ocultaron su sorpresa por un texto que consideraron ambiguo y que inicialmente generó cierta perplejidad, porque parecía abocar al museo a un cierre inminente.

"Es un museo municipal que contiene obras rusas" y que "tiene unos 80 trabajadores" cuyo futuro laboral podría verse afectado

De momento, lo que parece claro es que no habrá renovación de la muestra temporal. La actual finaliza el 24 de abril y el pago por la que tendría que sustituirla no se ha hecho, por lo que entra dentro de esa suspensión de iniciativas futuras a las que apuntaba el Ministerio. Por lo tanto, como mínimo, hasta que no termine el conflicto el museo no podrá recuperar la normalidad. En el proceso para el montaje de las nuevas muestras además tendrían que participar especialistas desplazados desde Rusia exclusivamente para supervisar y llevar a cabo la retirada y protección de los cuadros.

El Consistorio insiste en que se trata de diferenciar “el continente y el contenido”. “Es un museo municipal que contiene obras rusas” y que “tiene aproximadamente 80 trabajadores” cuyo futuro laboral podría verse afectado, por eso dejaron clara su oposición a posturas como la del PSOE, que reclama su cierre.

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“Tiene los días contados”, sentenció el portavoz socialista, Daniel Pérez, mientras que el grupo municipal de Podemos Málaga aboga por mantenerlo abierto y que el dinero recaudado se destine a Ucrania. No obstante, el alcalde malagueño podría hablar esta misma mañana, en todo caso antes del pleno, con algún representante del Ministerio de Cultura para aclarar el comunicado del equipo de Miquel Iceta.

Por su parte, Ricardo Sánchez Bocanegra, experto en inversiones rusas en Marbella, y que capitaneó las primeras gestiones para que se instalara el Museo Ruso en Málaga, expresó a El Confidencial su opinión sobre el cierre del recinto. "Sería una pena privar a Málaga de ese lujo de museo único que tiene. Tirar por tierra tanto trabajo y tanto esfuerzo por algo que nada tiene que ver con la secular cultura y arte rusos, que están por encima de la política y de los tiempos que estamos viviendo en estos momentos".