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‘Guerra y paz’: muerte, miseria y refugiados en el Museo Ruso
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‘Guerra y paz’: muerte, miseria y refugiados en el Museo Ruso

La pinacoteca de Málaga, con fondos del Museo San Petersburgo, continúa recibiendo un flujo constante de visitantes

Foto: Una mujer observa uno de los cuadros expuestos en 'Guerra y paz', en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)
Una mujer observa uno de los cuadros expuestos en 'Guerra y paz', en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)

“Aquí lo que ofrecemos es arte… el tema político es otro cantar”. La trabajadora del Museo Ruso de Málaga da las explicaciones justo antes de que el visitante pague la entrada de la pinacoteca, en la picota por la invasión rusa de Ucrania. Al fondo a la derecha están las escaleras mecánicas que conducen a la segunda planta, hogar de los fondos pictóricos. “Sí, al fondo tiene la exposición ‘Guerra y paz’”.

Hay reproducciones de la fachada de la colección de arte de San Petersburgo, de donde proceden los fondos que se exponen en Málaga desde marzo de 2015. Ahora, seis años después, hay voces que piden el cierre del centro. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ha anunciado que el recinto entraba en un periodo de “hibernación”. Tras el estallido de la guerra las dudas se multiplican. La afluencia de visitantes ha subido en los últimos días, pero aún no hay cifras oficiales. En 2015 esperaban acoger a 150.000 personas. En 2019 la cifra se quedó en 82.549.

Foto: El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. (Mariano Pozo)

Antes de llegar a la muestra hay que volver a enseñar la entrada, te encuentras la tienda de souvenirs y una exposición de Dostoievski en su bicentenario y la relación con sus amigos artistas. Los hay que se esperan una manifestación en la puerta que impida el acceso. Otros vienen porque creen que si va a cerrar, mejor ver el museo cuanto antes. Y también están parejas, como un matrimonio de Madrid, de poco más de 60 años, que han venido porque iban a viajar a la Costa del Sol y como ha habido una avería en el tren de Cercanías, pues aquí se encuentran… con dudas.

¿Cerramos todo?

“¿Qué hacemos?”, se pregunta el hombre. “¿Cerramos todo? Por una parte la gente está muriendo, pero por otra parte ¿qué tienen que ver siglos de historia? También esto es un museo. Pues mira, todo esto es guerra”. Se refiere a la exposición que exhibe miseria, destrucción, soledad, muerte y refugiados, de estrecha relación con la situación actual que sufre el pueblo ucraniano. La ciudad de Málaga paga un canon anual de 400.000 euros al Museo Ruso de San Petersburgo.

La mujer continúa con una duda metafísica y cuestiona si el alcalde tendría que devolver la medalla que recibió de manos de Putin. “No sabíamos si nos íbamos a quedar en la puerta y no podíamos pasar”, relata mientras observa cuadros de la guerra del Norte contra Suecia (1700-1721).

“Estamos tirando las estatuas y revisionando todo como si todos los siglos fuesen ahora. Y eso no es posible”

“Estamos tirando las estatuas y revisionando todo como si todos los siglos fuesen ahora. Y eso no es posible. Eso hay que dejarlo en la Historia. Es verdad que el conflicto demanda posicionarte y la guerra no admite matices: o estás a favor o estás en contra. Y muchos no queremos la guerra, pero tampoco queremos el revisionismo total. ¿Qué culpa tienen los rusos de tener a Putin? Porque ni siquiera lo de Rusia es una Democracia”.

La URSS en los 80

Es su primera vez en Málaga. “Es un viaje que siempre hemos ido postergando…”. El que no dejaron pasar fue el que hicieron a Moscú y San Petersburgo antes de la Perestroika, a principios de los años ochenta. Tenían un guía que no les dejaba ni a sol ni a sombra, pero que estaba harto del régimen soviético y de que también le controlaran a él.

placeholder Una de las obras expuestas en 'Guerra y paz', en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)
Una de las obras expuestas en 'Guerra y paz', en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)

“Los niños recitaban poesías a Lenin, como Franco… era horrible”, recuerdan. Se quedaron muy impactados por esa dicotomía entre el socialismo de la URSS y una Dictadura “muy dura”. “Eran todo contradicciones”, señalan. Y ella se queda maravillada ante la grandiosidad de las obras y de cuántos artistas de antes de las vanguardias tienen tanta calidad y son tan desconocidos para el gran público.

Tienen claro que no se puede demonizar a los rusos, pero… ¿qué hacer? ¿Hay que cancelar? ¿El arte no tiene culpa? Las preguntas se suceden y no hay respuestas claras. “Un español decía que todos sus amigos estaban en contra, aunque también es verdad que está el mundo ruso profundo de la gran patria que contará siempre con un 20% de incondicionales”.

Foto: Exposición en la sede de Málaga del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo. (EFE)

Y remata: “Si tenemos el Museo Thyssen en Madrid y ya pagamos un dinero para los cuadros, yo no veo tan mal seguir sufragándolo. Además, la guerra se acabará en algún momento”. Los dos asienten. Al fondo, en la exposición de Dostovievski, suena una pieza de Tchaikovski.

Sitio de Leningrado

Una mujer alemana de unos 40 años acaba de terminar de ver la exposición. Se ha parado muchos minutos en el sitio de Leningrado (1941-1944). “Creo que ‘Guerra y paz’ refleja exactamente lo que está pasando ahora”. Los Kandinsky y el Chagall que cierra la colección semipermanente son la joya de un museo que abarca 500 metros cuadrados en el antiguo edificio de la Tabacalera, en la zona oeste. Su ubicación le penaliza. Si estuviera en el lugar donde está el Pompidou, en el Muelle Uno, las visitas se dispararían.

placeholder Un matrimonio de Madrid visita la exposición 'Guerra y paz' en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)
Un matrimonio de Madrid visita la exposición 'Guerra y paz' en el Museo Ruso de Málaga. (A. R.)

Los guías del museo acaban de cambiar el turno. “¿Les ha gustado?”, preguntan. “Sí, mucho”. Los visitantes saben que quizá sea esta su primera y última vez en esta pinacoteca envuelta en una polémica y que espera su hibernación… o sus días contados mientras la guerra continúa y los cuadros del Ruso reflejan un horror que parecía ser ya un capítulo de la Historia.

“Aquí lo que ofrecemos es arte… el tema político es otro cantar”. La trabajadora del Museo Ruso de Málaga da las explicaciones justo antes de que el visitante pague la entrada de la pinacoteca, en la picota por la invasión rusa de Ucrania. Al fondo a la derecha están las escaleras mecánicas que conducen a la segunda planta, hogar de los fondos pictóricos. “Sí, al fondo tiene la exposición ‘Guerra y paz’”.

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