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Nueve días ingresado con síntomas de Covid-19, dos pruebas.... y aún sin resultados
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"LOS SOSPECHOSOS NO ESTAMOS EN LOS LISTADOS"

Nueve días ingresado con síntomas de Covid-19, dos pruebas.... y aún sin resultados

Juan Antonio Casado, profesor de Secundaria de Madrid y productor de cine, padecía neumonía, permaneció en una sala de aislamiento y no entiende cómo le dieron el alta

Foto: Juan Antonio Casado, durante su ingreso en el hospital La Milagrosa de Madrid.
Juan Antonio Casado, durante su ingreso en el hospital La Milagrosa de Madrid.

Todo empezó cuando el socio italiano de Juan Antonio Casado, un polifacético malagueño de 52 años afincado en Madrid (es profesor de Secundaria y productor audiovisual), viajó a Bolonia el viernes 21 de febrero para la producción de una serie de televisión.

A su regreso a la capital, el domingo 23 del pasado mes ambos almorzaron junto a un nutrido grupo de amigos. El lunes 24 Casado empezó con una tos seca y fuertes dolores musculares. La fiebre empezó con 36,5, luego subió a 39. Llamó a su médico de cabecera comentándolo cómo se encontraba. “Ni se te ocurra acercarte por el centro de salud”, le pidió el facultativo. La crisis del coronavirus ya se palpaba en Madrid.

Foto: Un guardia civil en la frontera entre España y Gibraltar (Reuters)

Habló con una doctora y le informó del posible origen: su socio estaba asintomático, pero varios de los que estuvieron en el almuerzo del domingo habían caído enfermos. Cada vez se encontraba peor. “Tómate paracetamol y bebe mucho líquido”. Así hizo. Se pasó una noche “delirando”, cuenta a El Confidencial. “Mi mujer me dijo que en sueños empecé a hablar en francés”.

"No podía respirar"

Dos días después, sufrió un fuerte dolor en el lumbago. El dolor era tan intenso que se cayó al suelo. Llamó al 112, pero como es funcionario (acogido por Muface) no entraba en la cuota del sistema de salud público de la Comunidad de Madrid. Se lo llevó una ambulancia al hospital de La Milagrosa, un centro concertado con Asisa, su aseguradora. Entró el 5 de marzo. Le hicieron pruebas de orina. Otra vez que la solución era paracetamol, líquidos y que se fuera a casa.

Pero cada día era peor. Noches enteras sin dormir. Fiebres altísimas hasta que su mujer se dio cuenta de que no podía ni respirar. Llamó al servicio público y les dijo que estaba "muy mal" y que "si tenía el coronavirus bajo su conciencia quedaba si me moría". La doctora sí pidió que le volvieran a ingresar. "El informe pone que padecía neumonía. He llegado a estar con oxígeno dos días. En la cama de al lado había un señor mayor que se moría…”

¿Y las pruebas del coronavirus? Ya le habían hecho una (le introdujeron bastoncillos por la nariz, pruebas de saliva y análisis de sangre), pero los resultados tardaban en llegar. La fiebre no acababa. Pasó dos horas tiritando de frío, le colocaron una vía en vena. Hubo una segunda prueba. No sabía nada. ¿El virus Covid-19 estaba en su cuerpo? Ni idea, aunque el equipo del hospital se colocó un traje especial "por si acaso tenía el virus dentro".

“Me dieron antibióticos. También corticoides. Luego me dijeron que yo estaba mejor y que había una mujer de 50 años que estaba muy mal y que necesitaban una cama para ella. Yo les dije que no me iba de allí hasta que no me dieran una solución, pero contestaron que yo ya podía estar en casa. Cuando tuve episodios febriles decidí no ir a las clases. No sé si he podido contagiar a mis compañeros de instituto o alumnos”.

"Podemos seguir contagiando"

El 13 de marzo le dieron el alta… sin saber si tiene o no el Covid-19. Casado continúa aislado en su domicilio. Ahora parece que los “recuperados” podemos seguir contagiando durante dos semanas más. Hoy me ha llegado que los 'sospechosos' con pruebas realizadas y sin resultados somos oficialmente contagiados también. Es muy fuerte si es así porque sin resultados objetivos me parece todo muy raro”.

Casado está aislado en su casa. Este lunes se enteró de que amigos que cenaron con él se encuentran también aislados y contagiados. “¿Dónde están mis pruebas y las de las 10 personas que me acompañaban en la sala de aislamiento? No quieren más casos. Yo lo veo clarísimo. No quieren contabilizarnos”.

Sin datos, sin resultados concretos. Nada. En el hospital vio morir a un hombre de 93 años. "A este señor y a otros les oía toser". Su angustia es no saber si tiene o no coronavirus. "¿Por qué la callada por respuesta?".

Todo empezó cuando el socio italiano de Juan Antonio Casado, un polifacético malagueño de 52 años afincado en Madrid (es profesor de Secundaria y productor audiovisual), viajó a Bolonia el viernes 21 de febrero para la producción de una serie de televisión.

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