Susana Díaz: "Andalucía puede regresar al centralismo rancio y perder competencias"

Susana Díaz se despide del Palacio de San Telmo. Atrás quedan sus discursos de Fin de Año en el patio de los leones de la Alhambra o en Medina Azahara. Esta vez, en su previsible última intervención en la antesala de la Nochevieja, ha preferido quedarse en casa. Y en esta ocasión ha evitado referirse a Cataluña. Tampoco ni una mención al monarca o su posible despedida del Gobierno de la Junta de Andalucía. Nada de eso.

El discurso de la jefa del Ejecutivo andaluz en funciones [aquí en PDF] empezó con un dato fáctico: “Andalucía es la región de Europa que más empleo ha creado en el último año”. Cierto. También que sigue en la cola de todo el continente con la tasa de desempleo más alta. Este dato no lo mencionó Díaz.

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Sin citar su pérdida de votos ni el acuerdo entre PP y Ciudadanos (el matiz institucional lo impide) lanzó dados contra estos dos partidos y contra Vox. “Ni España ni Andalucía son ajenas al auge del populismo y de los nacionalismos egoístas”, resaltó. “Esta amenaza crece y mucho más lo hará si logran imponer su criterio quienes apuestan sin ambages por un vaciamiento de nuestra autonomía y la mutilación de nuestras competencias. Eso significaría, conviene tenerlo claro, una regresión de magnitudes históricas, que nos devolvería al centralismo más rancio y a los periodos en los que a Andalucía se le trataba como una tierra de segunda división”, alertó.

Inmigración ilegal

Díaz lanza un llamamiento a los andaluces para que no se infravalore el poder político de la comunidad andaluza. Para ello, anima a que no se “consienta” que decisiones que afecten a Andalucía se adopten fuera de nuestra tierra ni prescindiendo de nuestros intereses”. Cree la presidenta andaluza en funciones que se equivocan los que piensan que las conquistas sociales se han alcanzado “como consecuencia del mero paso del tiempo o que son irreversibles”.

La secretaria general del PSOE de Andalucía, quien recordó las riadas en Andalucía del pasado mes de octubre, se refirió en su discurso al drama de la inmigración ilegal “que en ocasiones desborda nuestra capacidad de acogida”. “Esta inmigración, casi siempre en las manos de las peores mafias, llega a las costas de Andalucía, pero busca refugio en el resto del continente. Y es a Europa a quien hay que exigirle el máximo esfuerzo para enfrentarse a este problema”.

El único nombre propio que citó Díaz en su discurso fue el de Laura Luelmo, profesora asesinada en El Campillo (Huelva)

El único nombre propio que citó Díaz fue el de Laura Luelmo, profesora asesinada en El Campillo (Huelva). “Hay actos tan repugnantes como el que hace sólo unos días ha acabado con la vida de Laura, una mujer muy joven que se había venido desde su tierra para incorporarse como docente a nuestro sistema educativo”.

“Hay un amplio consenso”, explicó, “para acabar con semejante injusticia, que en el caso de la violencia machista alcanza niveles de infamia. Se trata de una exigencia ética, profundamente vinculada a principios y valores que dan sentido a nuestra convivencia”. En esa “intensa batalla” contra la situación de injusticia que viven las mujeres abundó en la brecha salarial, el desequilibrio en las responsabilidades domésticas, la infrarrepresentación en los órganos de dirección, los estereotipos que degradan la condición femenina y la prostitución.

Remató su intervención con palabras de “confianza absoluta” en el futuro de Andalucía. “Confiar en Andalucía significa creer en los valores que conforman nuestra identidad: la libertad, la solidaridad, la consideración a los demás, nuestro compromiso con España y nuestra autonomía que tanto esfuerzo costó ganar a las generaciones que nos precedieron”.