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Montero, la médica que ha salvado cinco presupuestos
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Montero, la médica que ha salvado cinco presupuestos

Aparcó la medicina por la gestión hace 16 años. Su gran receta ahora es la de la financiación y su fichaje es un gesto hacia Susana Díaz, con quien tiene una relación leal y distinta

Foto: La consejera andaluza María Jesús Montero. (EFE)
La consejera andaluza María Jesús Montero. (EFE)

Médico de profesión y vocación y consejera de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Susana Díaz, María Jesús Montero (Sevilla, 1966) recaló en política en la consejería de Salud. Tras pasar por el Servicio Andaluz de Salud, primero fue viceconsejera en el Gobierno de Manuel Chaves y dos años más tarde, 2004, consejera de Salud, área que ha sido siempre su vocación y donde se curtió en su carrera política. En 2013 se convirtió en consejera de Hacienda, departamento desde el que ha elaborado cinco presupuestos autonómicos sin mayoría del PSOE, con apoyo de IU y Ciudadanos. Una tarea que necesita a partes iguales control de los números y habilidad en la negociación. A Montero, firme defensora del Estado descentralizado y del funcionamiento de las autonomías, se le atribuyen ambas.

La futura ministra de Hacienda, que entró en el gobierno como independiente para acabar afiliándose al PSOE de Sevilla, era uno de los puntales del Gobierno de Susana Díaz desde la cartera de Hacienda. De ella es el documento sobre la reforma de la financiación autonómica que logró el frente común de todos los partidos andaluces excepto Ciudadanos. Es una militante disciplinada pero alejada de la vida orgánica del PSOE y por eso, pese a estar siempre junto a su ‘jefa’, vivió de manera particular la guerra interna en su partido. No tiene, en absoluto, la escuela de las Juventudes Socialistas. Era de las únicas capaz de plantar cara dentro del Ejecutivo a la presidenta y siempre se ha caracterizado por tener voz y criterio propio más allá de los argumentarios oficiales. Por eso cuando este lunes comenzó a circular su nombre y desde San Telmo, sede del Gobierno andaluz, se lo trataron de atribuir como un nombramiento directo de Susana Díaz había una parte que no cuadraba. Pedro Sánchez, avisan, la ficha por sus méritos, aunque indudablemente es un gesto muy potente hacia el PSOE andaluz y la presidenta andaluza, que tenía entre sus prioridades frente a Rajoy la petición de una nueva financiación autonómica. Montero no es 'susanista' ni forma parte de su núcleo duro ni de sus amigas íntimas, pero ha sido un nombre propio fundamental en el actual Gobierno de Andalucía y una leal en meses muy difíciles para la dirigente socialista.

Foto: Todos los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez. (EFE)

La única, desde Chaves

Montero es la única que formó parte de los gobiernos de Chaves y José Antonio Griñán que seguían dentro del Ejecutivo andaluz sin que la hay nirrozado el caso de los ERE. A su llegada a Hacienda supo rodearse de un equipo técnico que la acompañará posiblemente a su llegada al Ministerio y que era uno de los más sólidos dentro del gabinete autonómico.

Antes de dedicarse a la política, Montero ocupó cargos de dirección en los hospitales públicos de Virgen de Valme y posteriormente en Virgen del Rocío, ambos en Sevilla, donde llegó a ser subdirectora gerente. Madre de dos hijas, Montero declara en su perfil de Twitter que “Salud será siempre su casa” pero de nuevo le toca dejar su vocación a un lado. Durante mucho tiempo le tocó negar que hubiera un debate abierto sobre la sucesión de Susana Díaz. En aquellos momentos la presidenta andaluza vivía su fallida aventura de las primarias al PSOE. Montero siempre fue para una parte del partido, la más alejada de la fontanería interna, como la mejor posicionada y valorada para ser la sucesora. Esa etiqueta y su nombre en las quinielas la perjudicaba y despertaba recelos en su entorno y por eso siempre se la ha tratado de sacudirse ese ruido como podía.

Foto: Pepe Borrell, nuevo ministro de Exteriores, el pasado 29 de octubre en la manifestación de Societat Civil Catalana. (EFE)

Montero cedió ante Ciudadanos en el último presupuesto y accedió a bajar el impuesto de sucesiones y donaciones. No estaba en sus planes iniciales. Siempre se ha quejado de que sobre los tributos que gravan las herencias se había hecho una campaña falsa e injusta.

Su última petición al Ministerio de Cristóbal Montoro, un político al que llegó a conocer bien e interpretar con acierto en sus decisiones, fue la salida de Andalucía a los mercados financieros más allá del Fondo de Liquidez Autonómica. El documento sobre la reforma de la financiación que Montero elaboró con su equipo y el área más económica del PSOE andaluz y que después consensuó con todo el arco parlamentario andaluz, excepeto Cs, reclamaba 4.000 millones anuales más para Andalucía y estimaba un déficit total de 16.0000 millones en el actual modelo. Exigía además una mayor participación de las comunidades en el IVA e Impuestos Especiales. La propuesta criticaba además la posibilidad de un cupo disfrazado para Cataluña y alertaba sobre la quita de la deuda, una fórmula que no le convencía nada como consejera de Hacienda de una comunidad que se jactaba de ser cumplidora con el déficit y buena pagadora.

Pedro Sánchez, aseguran fuentes del PSOE, necesitaba a alguien que conociera los presupuestos y Montero se los sabe a la perfección. Para algo era la más veterana del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los recortes le conllevaron más dolores de cabeza en Salud que en Hacienda. De su primer departamento salió con gran parte de los médicos en pie de guerra por recortes en los salarios y las jornadas, ella siempre defendió que era mejor eso que los despidos, y con descontento por medidas que después han tenido que rectificarse como las fusiones hospitalarias o un modelo de gerencia sanitaria demasiado politizado, según los profesionales.

Como titular de Hacienda pudo devolver buena parte de esos derechos que había quitado a los profesionales de la Sanidad. Ahora, le toca el Ministerio. Montero, que es un torbellino, enérgica, firme, clara, sin medias tintas y buena amiga de sus amigos, siempre anima a dar un paso más, a aspirar a llegar más lejos, tiene un discurso firme sobre el papel que le toca a la mujer en los ámbitos de responsabilidad y ahora le toca aplicárselo. "Participar en la vida política es más necesrio que nunca", defiende. Llegó el momento. Será ella quien defienda unos Presupuestos del PP que como consejera atacó con dureza por castigar a Andalucía.

Médico de profesión y vocación y consejera de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Susana Díaz, María Jesús Montero (Sevilla, 1966) recaló en política en la consejería de Salud. Tras pasar por el Servicio Andaluz de Salud, primero fue viceconsejera en el Gobierno de Manuel Chaves y dos años más tarde, 2004, consejera de Salud, área que ha sido siempre su vocación y donde se curtió en su carrera política. En 2013 se convirtió en consejera de Hacienda, departamento desde el que ha elaborado cinco presupuestos autonómicos sin mayoría del PSOE, con apoyo de IU y Ciudadanos. Una tarea que necesita a partes iguales control de los números y habilidad en la negociación. A Montero, firme defensora del Estado descentralizado y del funcionamiento de las autonomías, se le atribuyen ambas.

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