Sander, ‘boquerón’ de Maastricht, hombre de trono de Málaga: “No lo saco por postureo”

Llega media hora antes de que salga el trono a su puesto en el varal, el F1, junto a la campana. Aún se tiene que colocar la túnica y el cíngulo rojo. Es Miércoles Santo, el tercer Miércoles Santo que Sander Klomp porta el Cristo de la Sangre de Málaga. Este holandés natural de Nijmegen, de 37 años, y formado en Maastricht, de 1,91 de estatura y 1,61 de hombro, quiere ser un cofrade más. “No me gusta el postureo; lo mío es fe”, proclama. “Y soy uno más, no me considero especial por ser guiri”.

La primera vez que llegó a Málaga fue en 2004, de clásica ruta por Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga y Ronda. “En ese momento me di cuenta que quería vivir en Málaga”. Conoció a fondo la Semana Santa de Andalucía: conoció las de Sevilla, Córdoba, Baeza y Úbeda. También la de Madrid. “O te encanta o no te gusta nada. Te puede asustar o dar miedo. Yo me quedé impresionado, y la forma de vivirla es muy especial”.

En 2007 conoció la Semana Santa de Málaga y ahí tuvo muy claro que quería convertirse en hombre de trono. La primera vez que portó uno (el de la Virgen de las Angustias de la cofradía del Descendimiento) no sabía qué hacer. “No me explicaron nada. Y no sabía si tenía que ir a la izquierda o a la derecha. Me dijeron que me dejara guiar por los demás”, recuerda.

"Si vuelvo a nacer seré biznaguero. Estoy muy a gusto en Málaga. Espero no tener que irme nunca"

Sander es uno de los pocos hombres de trono que también han portado un paso al estilo de Sevilla, el habitual en Andalucía. Fue costalero en el Cristo de la Columna de Algeciras, que sale el Lunes Santo. “En Cuaresma ensayábamos cinco veces”. Lo dejó cuando le resultaba complicado compaginar su trabajo en Málaga en un hotel (estudió gestión hotelera en la escuela de hostelería de Maastricht) con el desplazamiento a Algeciras.

Los ensayos de Cuaresma

Ahora para llevar el Cristo de la Sangre ensayan tres veces, calle Gaona arriba y abajo, donde estudiaron Picasso y Severo Ochoa, frente a la casa hermandad, con el trono de traslado de la Virgen. Los primeros ensayos (algo excepcional en la Semana Santa malagueña) fueron en la Cuaresma de 2015. “Nos decían que íbamos mejor que nunca”, señala el ahora responsable de Casa de las Mercedes, un hotel con encanto situado a la espalda del Teatro Cervantes de Málaga.

El Cristo de la Sangre sale a las 20 horas. La calle Dos Aceras se estrecha ante la maniobra del trono. Sander está pendiente de las instrucciones del mayordomo y del capataz. Dos avisos de campana y arriba el trono. Suena el himno nacional y los flashes de los fotógrafos se entremezclan con los vítores al paso del misterio, que incluye la imagen de un romano, a los lomos de un caballo, introduciendo la lanza en el costado de Jesucristo.

Su experiencia no se limita a la de llevar un trono. Fotografía con su Nikon instantes de la Semana Santa y ha elaborado una guía de más de 100 páginas en holandés (la prepara en inglés) sobre los detalles de la procesión y las formas propias de la Semana Mayor de Málaga. Lo ha preparado con cuidados textos y fotografías, que él mismo toma. Todo lo tiene en su web: Dit is Malaga.

Guía por las casas hermandad

No queda aquí su labor cofrade. El pasado Martes Santo fue guía de un grupo de holandeses –algunos turistas y otros afincados en la Costa del Sol– que querían conocer más a fondo la Semana Santa. Empezaron en la sede de la Agrupación de Cofradías, donde vieron un vídeo en 360 grados con instantes de la Semana Santa. Pasaron por varias casas hermandad, por la Tribunal Oficial. Sander contaba anécdotas y las diferencias en las maneras de llevar un paso o un trono. “Si vuelvo a nacer seré biznaguero. Estoy muy a gusto en Málaga. Espero no tener que irme nunca. Esta es mi casa”, sentencia este hombre de trono.