El extesorero detenido no movía un euro sin el visto bueno de su jefe, Manuel Pastrana

Federico Fresneda, tesorero de UGT Andalucía con Manuel Pastrana durante una década, no movía “ni un solo euro de la caja sin la autorización del secretario general”, confirma Germán Domínguez, exsecretario de Formación del sindicato, en declaraciones a El Confidencial. Fresneda, “un desgraciado que sólo cumplía órdenes”, según Domínguez, fue detenido ayer por agentes de la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil en el transcurso de la investigación por el fraude en la formación con presuntas facturas falsas para obtener subvenciones.

“Los jueces tarde o temprano actúan, pero tiene que quedar claro que el principal culpable es Pastrana, el responsable, el cerebro de toda esta trama. Yo no sé por qué se han ensañado con trabajadores del sindicato”, resalta el exdirigente sindical, que revela que, si el juez le llama a declarar, denunciará “todo” lo que sabe sobre Pastrana, “un intocable sobre el sigue habiendo un mutismo absoluto. ¿Por qué nadie hablaba mal de Manolo? Como hablaba muy bien y daba lástima por su enfermedad se miraba para otro lado”.

Entre las catorce órdenes de detención del titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, Juan Jesús García Vélez, también figura la trabajadora del sindicato Lola Sánchez, del departamento de Compras, y otro empleado de Soralpe, uno de los entes instrumentales de UGT participado al 100% por este sindicato, lastrado no sólo por este caso, sino asimismo por la preimputación de Francisco Fernández Sevilla, el antecesor de Carmen Castilla al frente de la Secretaría General de la organización sindical en Andalucía.

Germán Domínguez sitúa también en el cerebro de la trama en la todopoderosa FSP (Federación de Servicios Públicos) que controla Antonio Tirado. Más nombres: el exsecretario general de UGT en Málaga, Manuel Ferrer (de la FSP) y actual miembro de la Ejecutiva Regional de Castilla; Rafael Toledano, gerente de la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos (Fudepa), ligada a UGT, y Dionisio Valverde, exsecretario de Política Institucional del sindicato y miembro del Consejo Económico y Social de España. "Todos estos formaban el núcleo duro de Pastrana. ¿A estos no les van a hacer nada? Las cosas tienen nombres y apellidos”, señaló Domínguez.

El sindicalista sigue arrepentido de su pasado, como ya desvelara en El Confidencial en la entrevista del pasado 18 de febrero: “Yo también soy culpable de todo lo que le ha pasado a UGT. Tendría que haberlo dicho cuando lo empiezo a sospechar al principio del segundo mandato de Pastrana, pero como convencía tan bien al personal, nadie me creía ni me hacía caso. El sindicato necesita una limpia. Yo no voy a volver ni por edad, pero no entiendo cómo Tirado y Ferrer, que están prejubilados y tienen más edad que yo, siguen ahí”.

La secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, admitió a este diario que, cuando este juzgado sevillano empezara las diligencias, la organización sindical sufriría “momentos judiciales muy complicados”. Y añadió: “Será lo mejor, que nos dejemos ya de especular. Cuando antes mejor para que todo se ponga en su sitio”.

La comisión de investigación interna de UGT se cerró en falso el pasado mes de enero, poco después de la llegada de Castilla a la Ejecutiva, que descartó que se hubieran emitido facturas falsas desde el sindicato. La dirección regional argumentó que la contabilidad era “transparente y tenía todo su soporte documental al día”. UGT prevé publicar en su página web antes del mes de agosto todas sus cuentas. El sindicato sigue ocultando cuánto gasta al mes en nóminas, cuyo dato ha solicitado en varias ocasiones El Confidencial.