El PP-A, perdido en las encuestas, ‘malvive’ a la espera de un líder

Mariano Rajoy parece haber olvidado que sin el apoyo de Andalucía jamás podrá renovar su mayoría absoluta en el Congreso. Para el presidente del Gobierno los problemas internos que padece el Partido Popular en la comunidad andaluza se ven empequeñecidos frente a los que tiene en toda España. Atrás quedan sus continuos viajes a Andalucía cuando era líder de la oposición para arropar al candidato Javier Arenas.

Tras la renuncia de Arenas a la Presidencia del PP-A el pasado mes de julio, el partido, ya con Juan Ignacio Zoido al frente, está preso de la desilusión, carece de un proyecto regional sólido, “con los presidentes provinciales cada uno haciendo la guerra por su cuenta”, admite en declaraciones a El Confidencial un dirigente del Partido Popular en Andalucía. “Eso es malísimo”, reconoce.

La situación se agrava aún más cada vez se publica un sondeo electoral. El del 15 de febrero, de Egopa/Cadpea, elaborado por la Universidad de Granada, certificaba la caída de los populares andaluces en intención de voto: el PSOE logra 3,6 puntos de ventaja sobre los populares, el 38% de los votos frente al 34%. Así, Griñán logra remontar en menos de un año la pírrica victoria electoral de Arenas del 25 de marzo de 2012, cuando logró 50 diputados frente a 47 del PSOE y 12 de IU.

El sondeo que se conoció este lunes resulta mucho más grave para las huestes populares. El PSOE sería la fuerza más votada de celebrarse ahora elecciones autonómicas en Andalucía con el 41% de los votos socialistas frente al 34,2% que obtendría el PP, lo que sitúa la diferencia entre las dos fuerzas mayoritarias en 6,8 puntos, según la estimación de voto de un sondeo de la empresa cooperativa Nexo para la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (Cepes-A). 

La falta de liderazgo de Zoido

Con estos datos, el principal problema al que se enfrenta el PP es la falta de liderazgo. Zoido, concentrado en la Alcaldía de Sevilla, con una ciudad muy exigente con su gestión tras el optimismo que generó su abultada mayoría absoluta de mayo de 2011, no tiene previsto presentarse como candidato autonómico en las elecciones andaluzas de 2016. “La dificultad es que sí quiere seguir siendo el presidente regional y eso plantea problemas para quien quiera sucederle. La cohabitación no es buena”, cuentan a este diario fuentes del PP-A.

Más problemas. Tras unos meses de desintoxicación de la política andaluza, Javier Arenas ya está dispuesto a seguir teniendo un pie en su tierra. Sigue teniendo tiranteces con María Dolores de Cospedal y eso dificultad su margen de maniobra en Génova, 13.  Por eso, el exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar se está dejando querer por Zoido y ha aceptado volver a tener su cuota de influencia en Andalucía.

La presencia de Arenas no sólo es física, sino simbólica. Cuando Zoido y Cospedal decidan acelerar el casting en marcha en el partido desde el mes de diciembre, el expresidente del Partido Popular andaluz tendrá su cuota de participación. “No intervendrá en la decisión, pero Javier será escuchado por Mariano; confía en él y puede ser todavía decisivo”, señalan estas  mismas fuentes. De hecho, muchos dirigentes provinciales y locales continúan consultando a Arenas muchas de sus decisiones, como si él todavía mandara oficialmente en la organización de la calle San Fernando, la sede regional del PP-A.

Todo se podría precipitar si los sondeos continúan aún más en caída libre. Por ahora no hay dudas de que Zoido seguirá siendo el presidente regional, pero si persisten los malos resultados en las encuestas dejarían al alcalde de Sevilla sin margen de confianza en las bases. Ese sería el momento que aprovecharían la oposición interna para lograr su asalto, claro está, con la supervisión o incluso el apoyo de Génova y… de Arenas.