Puente pide aprobar ya la amnistía para "ahorrar trabajo a la Justicia"

Óscar Puente cree que hay que aprobar la ley de amnistía porque, se apruebe o no, el resultado será el mismo en términos penales para los condenados por los delitos que rodean al procés. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, en un acto en Barcelona, ha instado a Junts a que apoye la norma cuando vuelva al pleno en el Congreso de los Diputados para "ahorrar trabajo a la Justicia". Es decir, para que los jueces no trabajen en procesos que acabarán en el indulto, como ha ocurrido con los líderes independentistas que ya fueron condenados en el juicio principal del procés en el Tribunal Supremo.

Tras inaugurar un tramo de la B-40 entre las localidades de Olesa de Montserrat y Viladecavalls, Puente se ha mostrado favorable a la aprobación de la polémica norma. "No tiene sentido", ha dicho en referencia a judicializar una cuestión que acabará en un indulto. "La ley es la solución más necesaria y útil", ha dicho el exalcalde de Valladolid en un nuevo posicionamiento del PSOE para defender la ley que está ahora mismo bloqueada en el Congreso. Según Puente, la norma evitará "un peregrinaje judicial que acabe en indulto", pero también ha dedicado buenas palabras a esa medida de gracia que ya benefició, por ejemplo, a Oriol Junqueras, líder de ERC.

Hay que tener en cuenta que el indulto no exime a los condenados de todas las penas, lo que impide, por ejemplo, que Junqueras pueda volver a la primera línea ya que la pena de inhabilitación por su papel en el procès sigue vigente. "Queremos sacar la situación de los tribunales, que no haya consecuencias penales para las personas que participaron en estos hechos", ha dicho puente en respuesta al dirigente independentista Carles Campuzano, que el jueves dijo que el Gobierno está dispuesto a indultar a quien no pueda beneficiarse de la amnistía, en caso de aprobarse.

Está previsto que la Comisión de Justicia del Congreso vuelva a reunirse esta semana para retomar el texto después de que fuera rechazado en el hemiciclo a finales de enero por la negativa del partido de Carles Puigdemont. Los neoconvergentes aspiraban a que la ley incluyese de forma explícita el perdón a los delitos de terrorismo y de traición al Estado después de que los jueces Manuel García-Castellón y Joaquín Aguirre emitieran autos en los que se cercaba la responsabilidad del expresident fugado en Bélgica.

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El PSOE no quiso hacer más cambios en un texto que ya acotó los delitos de terrorismo en el proceso de enmiendas. Los socialistas tienen dudas de que la aspiración de Junts sea compatible con la constitucionalidad de la ley. Y esta ha sido siempre la principal preocupación de Moncloa y Ferraz, que el texto sea "impecable" para que sea capaz de sortear la ofensiva judicial que se espera en contra del mismo una vez entre en vigor. Aunque las elecciones gallegas han ralentizado las conversaciones, esta semana una delegación socialista se ha visto con Junts para abordar pequeños cambios en la norma que faciliten el viraje de los neoconvergentes.

El resto de socios, desde ERC a EH Bildu pasando por el PNV, han elevado la presión sobre el partido de Puigdemont para que acaben aprobando el texto que ellos mismos colocaron como un requisito indispensable para hacer a Pedro Sánchez presidente del Gobierno.

La frase de Óscar Puente conecta también con el desliz del PP en el ecuador de la campaña gallega, cuando fuentes de la dirección, en una comida con 16 periodistas en Lugo, abrieron la puerta a esos indultos a los líderes del procés, aunque condicionados. En esas condiciones, los populares aluden al reconocimiento del error por parte de Puigdemont y el resto de dirigentes independentistas y el compromiso de volver a la institucionalidad, algo que se antoja lejano. En ese almuerzo, fuentes populares admitieron que la amnistía estuvo sobre la mesa de Alberto Núñez Feijóo durante 24 horas en su proceso de investidura, pero fue rechazada por Génova por su falta de encaje jurídico.

El ministro de Transportes eleva el tono sobre la amnistía después de una nueva bronca en sus redes sociales. Esta vez con la consejera de Movilidad de Castilla y León, María González Corral, a quien ha llamado "sinvergüenza" por asegurar en sus redes sociales que Puente había "bloqueado" la estación de autobuses de Valladolid, la ciudad de la que fue alcalde hasta el pasado mes de junio.