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Casi un centenar de menores marroquíes llegan a Ceuta a nado en el arranque de febrero
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Casi un centenar de menores marroquíes llegan a Ceuta a nado en el arranque de febrero

Los niños y adolescentes se echan al mar muy cerca de los espigones de la ciudad autónoma, un área que las fuerzas de seguridad marroquíes han dejado de vigilar

Foto: 30 migrantes llegan a Ceuta a nado. (EFE/Reduan Dris)
30 migrantes llegan a Ceuta a nado. (EFE/Reduan Dris)
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Suelen llegar en grupo, a nado. A veces, adultos y menores se mezclan en las frías aguas del Estrecho, pero también aparecen niños y adolescentes solos. En los 11 primeros días de febrero, han alcanzado la costa ceutí 100 menores, una media de nueve al día. Son casi todos marroquíes. Nunca habían puesto pie en Ceuta tantos en tan poco tiempo desde que, en mayo de 2021, en plena crisis entre España y Marruecos, irrumpieron varios miles en la ciudad.

Un pequeño, de 11 años, que dijo ser de Tánger, logró esa travesía el sábado en unos 20 minutos, sin traje de neopreno ni manguitos, según el diario El Faro de Ceuta. Poco antes otro, de 14 años, también alcanzó su objetivo pese a nadar con un brazo roto. La temperatura del agua en el Estrecho oscila entre los 15 y 16 grados.

La mayoría salieron de Castillejos (Marruecos) y rodearon braceando el espigón del Tarajal, en el este de la ciudad. Otros se echaron al mar en el pueblo de Beliones y sortearon el espigón de Benzú, al oeste de la ciudad. Los sucesivos gobiernos españoles se plantearon alargarlos, para dificultar el acceso por mar, pero nunca se atrevieron a hacerlo por temor a la reacción de Marruecos.

No todos los marroquíes que lo intentaron debieron de llegar a Ceuta. En las redes sociales hay padres que preguntan por sus hijos desaparecidos, de los que no tienen noticias. El Área de Menores del Gobierno de Ceuta tenía previsto habilitar, este lunes, un teléfono en el que esos progenitores podrían preguntar por sus hijos en darija, el árabe dialectal que se habla en Marruecos. En mayo de 2021, al menos dos jóvenes inmigrantes murieron ahogados cerca del Tarajal.

En enero ya pusieron pie en Ceuta 48 menores, un número elevado tras meses de relativa calma migratoria. “En febrero se ha acelerado el ritmo de llegadas”, constata al teléfono Alberto Gaitán, consejero ceutí de Presidencia y responsable de la protección y tutela de menores.

También han llegado a la ciudad en estas fechas numerosos inmigrantes irregulares adultos, pero la Delegación del Gobierno no da cifras. Son originarios de Sudán, Chad, Guinea-Conakri y, sobre todo, marroquíes. En contra de lo que era habitual, está resultando muy difícil repatriar a los marroquíes adultos recién arribados a través de la frontera del Tarajal, según fuentes policiales. “Los aceptan con cuentagotas”, comenta al teléfono un policía.

Los nadadores que se echan al agua suelen hacerlo desde los puntos más cercanos, en Marruecos, a los espigones, para que el recorrido sea lo más corto posible. Si han sido tan numerosos estos días es, como mínimo, porque las fuerzas de seguridad marroquíes son negligentes o, quizá, porque han recibido instrucciones de serlo. Los vídeos difundidos por El Faro de Ceuta, muestran la ausencia de agentes marroquíes cerca del espigón de Benzú.

En Ceuta, se especula sobre los motivos de la súbita relajación de fuerzas auxiliares y policías marroquíes que suelen vigilar la vecina costa. ¿Qué busca Rabat? A mediados del año pasado, Rabat ya dejó de hacer esfuerzos para frenar la emigración a la Península y Canarias, adonde llegaron, en 2023, 14.182 marroquíes por mar, según Frontex, la agencia para el control de las fronteras exteriores de la UE.

El Área de Menores de la ciudad de Ceuta tiene una capacidad de acogida de 38 niños y adolescentes que, haciendo un sobreesfuerzo, puede alcanzar los 123. En la mañana de este lunes eran casi el doble (240) los que estaban bajo su tutela. “Es una situación insostenible para nosotros, por falta de recursos”, se lamenta el consejero.

“A eso se añade el efecto perturbador que esta repentina inmigración tiene sobre la ciudad”, prosigue Alberto Gaitán. “Nuestra sociedad está sufriendo una auténtica invasión migratoria a nado estos últimos días”, escribió La Verdad de Ceuta, una web local, exagerando la situación. “Marruecos parece mirar para otro lado a la hora de contener a estos nadadores”, se queja en un editorial.

El Gobierno ceutí activó recientemente su modesto plan de contingencia migratoria y, gracias a él, enviará, este martes, a 19 chavales a Andalucía. Quedarán bajo tutela de la Junta. “Al paso que vamos, esos 19 serán sustituidos por otros recién llegados en un par de días”, prevé el consejero.

Alberto Gaitán reclama al Ministerio de Juventud e Infancia un nuevo plan de contingencia, “más rápido, más ágil”, que permita aliviar el hacinamiento de los menores en los centros que de él dependen, empezando por el de La Esperanza, trasladándoles a la Península. “La ciudad lo reivindica, pero también se requiere para atender al interés superior del menor”, recalca.

El próximo pleno extraordinario de la Asamblea de Ceuta, que se celebrará esta semana, aprobará una moción, quizá por unanimidad, instando al Gobierno central a poner en marcha un plan de emergencia más ambicioso y diligente, es decir, que se active la solidaridad de otras comunidades autónomas con la ciudad. Debe “establecer los mecanismos” para que el número de migrantes no rebase la capacidad de los centros de acogida, reza el texto que será votado.

El pleno insistirá, sobre todo, al Gobierno de Pedro Sánchez en que “emplee cuantos medios sean adecuados para, de acuerdo con la ley, evitar la entrada irregular de migrantes en nuestra ciudad”.

Suelen llegar en grupo, a nado. A veces, adultos y menores se mezclan en las frías aguas del Estrecho, pero también aparecen niños y adolescentes solos. En los 11 primeros días de febrero, han alcanzado la costa ceutí 100 menores, una media de nueve al día. Son casi todos marroquíes. Nunca habían puesto pie en Ceuta tantos en tan poco tiempo desde que, en mayo de 2021, en plena crisis entre España y Marruecos, irrumpieron varios miles en la ciudad.

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