El bus que seduce a los alcaldes, pero atropella a los peatones: "Tiene un ángulo muerto enorme"

El pasado verano, por primera vez desde que se lleva un recuento de las ventas, los autobuses diésel no fueron los más vendidos en Europa. Les han sorpasado los eléctricos, que ya suponen un 30% de todos los vehículos pesados de este tipo. Sin embargo, la situación es muy asimétrica por países: mientras que Dinamarca, Lituania o Irlanda solo han comprado autobuses de cero emisiones, otros lugares como España, Italia o Francia avanzan más despacio, a razón de electrificar en torno al tercio de sus flotas.

Es precisamente en estos países del sur de Europa donde está triunfando un diseño español. Se trata del Ie Tram del fabricante guipuzcuano Irizar. Lanzado en 2017, es un modelo eléctrico con una autonomía de 350 kilómetros y capacidad para hasta 105 pasajeros en su versión articulada.

El Ie Tram ha conseguido varios premios y, sobre todo, su aspecto similar al de un tranvía, pero del futuro, está convenciendo a alcaldes por toda España. En la era de la movilidad sostenible, las ciudades no solo tienen que ser verdes, sino también parecerlo.

Al respecto, el Ie Tram juega con sus formas, con decisiones como esconder las ruedas o redondear el habitáculo, para alejarse de la estética clásica de los autobuses y recordar a su versión eléctrica, el tranvía. Lleva cámaras en lugar de retrovisores y un arco perimetral le permite prescindir en gran medida de la chapa en favor del acristalamiento.

Valladolid, Vitoria, Barcelona, Madrid, Zaragoza, Bilbao, Palma de Mallorca, Mérida (México) o Schaffhausen (Suiza) ya tienen este modelo circulando por sus calles, una lista a la que se suman ayuntamientos de menor tamaño todos los meses. Sin embargo, el calificado como el autobús del futuro no convence a algunos conductores, que consideran que tiene un "enorme ángulo muerto" en la parte frontal izquierda.

Raúl Cabeza lleva 23 años conduciendo autobuses municipales en Zaragoza. Sostiene que, en toda su carrera, nunca se ha encontrado con un vehículo con un problema de diseño tan grave: "El problema radica en el pilarete izquierdo. En vez de estar en el cuerpo del autobús, como sucede con el resto de modelos, en este está en la parte frontal, es muy grueso y sube en diagonal", dice a este periódico.

"Esto hace que yo no vea qué tengo delante. Si tengo que girar a la izquierda, lo hago a ciegas", lamenta. Para demostrarlo, ha enviado el siguiente vídeo, en el que se puede comprobar que el motorista queda fuera del ángulo de visión del conductor, tapado por el pilarete y una pantalla que hace las veces de espejo retrovisor.

Cabeza denuncia que, en los dos meses que llevan funcionando en Zaragoza, se han producido cuatro atropellos, todos ellos en un giro a la izquierda. "Simplemente, no veo qué tengo a tres metros del morro del autobús. Varias veces he arrancado y he tenido que frenar de golpe, porque me llevaba por delante un perro o un chaval en patinete", continúa.

Los conductores de Zaragoza han estado a punto de ir a la huelga por esta cuestión. La situación explotó cuando dos conductores fueron suspendidos de empleo y sueldo al negarse a seguir su trayecto cuando comprobaron que no funcionaban las cámaras de bajada de viajeros. "Se está poniendo en riesgo a trabajadores y peatones por buscar única y exclusivamente la estética del autobús", dice Cabeza.

Además, los conductores de Zaragoza están teniendo problemas con la autonomía del autobús. Sostienen que hay días que "hay que retirar 40 vehículos de golpe" a las nueve de la noche, ya que la batería no aguanta hasta el final del servicio. "Se van eliminando servicios para que aguante la batería. En muchos coches la asistencia de dirección está desactivada de fábrica, porque consume mucha electricidad, y en los demás tenemos que estar siempre a 15 grados, porque la calefacción también acaba con la batería", denuncia Cabeza. "Cada vez que nos quedamos sin batería, los conductores perdemos una hora y media de nuestra jornada en ir a por otro coche".

Finalmente, la huelga se ha evitado in extremis tras prometerles a los conductores que se instalarán unas cámaras exteriores para evitar el ángulo muerto. Una medida que están estudiando en otras empresas de transporte municipal por España, en tanto que también han registrado quejas de sus conductores, aunque no han llegado al nivel de plantear una huelga. "Si la empresa está dando soluciones a los compañeros de Zaragoza, lo lógico es que también nos la ofrezca al resto de ciudades que lo usamos", dice un representante sindical de los conductores de Barcelona.

Este periódico se ha puesto en contacto con Irizar para obtener su versión de los hechos, pero han declinado responder. No obstante, la prensa local de Aragón recoge unas declaraciones recientes de su director comercial, Íñigo Azcona, en las que niega la existencia de ángulos muertos: "El ángulo de visión que existe en estos vehículos es mejorado respecto a un autobús convencional. La morfología del vehículo nos permite que tanto el ángulo de visión a nivel horizontal como vertical sea mejor que en un autobús convencional".