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Lo que esconde la guerra de Ayuso con el Ateneo: la batalla política de Madrid
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"Hartos del sectario"

Lo que esconde la guerra de Ayuso con el Ateneo: la batalla política de Madrid

Está en juego más que una subvención. Las tensiones entre la Comunidad y el presidente del Ateneo son parte de una brecha política creciente, que se ha extendido al ámbito cultural

Foto: Luis Arroyo y Félix Bolaños. (Europa Press/Gabriel Luengas)
Luis Arroyo y Félix Bolaños. (Europa Press/Gabriel Luengas)
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El anuncio de la denegación, por parte de la Comunidad de Madrid, de la subvención que el Ateneo recibe desde hace 25 años, amenaza con tener repercusiones políticas. El peso simbólico de la institución es grande, y más en la medida en que cobró nuevo vigor desde que, hace dos años, el asesor de comunicación pública, Luis Arroyo, fue elegido presidente. Las simpatías socialistas de Arroyo —designado en primavera para llevarle la campaña a la candidata municipal Reyes Maroto, aunque dimitió dos semanas después por discrepancias con el equipo— parecen estar en el centro del problema.

El Gobierno regional ha reconsiderado la ayuda directa de 100.000 euros al bicentenario centro cultural, mientras que el Ayuntamiento de Madrid mantendrá la suya, de 150.000, confirman en Cibeles. La aportación del Gobierno regional llegó a los 350.000 euros, en tiempos de Esperanza Aguirre.

La explicación oficial que esta semana el consejero de Cultura de la Comunidad, Mariano de Paco, trasladó al Ateneo no satisfizo a su junta de gobierno, que la criticó públicamente. No había ningún argumento que la justificase, se quejó Arroyo, que se enzarzó en Twitter con el consejero de Ayuso. Fuentes del Gobierno autonómico han asegurado repetidamente que "no se les ha quitado la subvención. Se les ha pedido que presenten proyectos concretos para ver si son subvencionados. Y que presenten las cuentas de dónde se han gastado el dinero que han recibido, porque no nos dicen en qué se lo gastan".

Para Luis Arroyo, este argumento "es una excusa, pero también una obviedad. Un medio de comunicación, una fundación o cualquier otra asociación pueden solicitar una subvención para proyectos concretos. Nosotros tenemos una biblioteca que es una maravilla, que necesita ser conservada, y acudiremos a las subvenciones de Patrimonio para ese fin. Pero de lo que estamos hablando es de otra cosa, de una subvención nominativa que se concede a entidades que de manera estable prestan un servicio, y eso es lo que se ha suprimido".

La clave personal

Existe una justificación añadida, de matiz muy diferente. Otras fuentes de la Comunidad deslizan que "están hartos del sectario", en alusión al presidente del Ateneo, a quien acusan de "dedicarse a insultar a la presidenta" en privado. "Y, a veces, conviene no hacer esas cosas cuando no sabes quién te está escuchando". Luis Arroyo formó parte del equipo que rodeó al expresidente Zapatero durante su legislatura, ocupó el cargo de director de gabinete con el entonces secretario de Estado de Comunicación Miguel Barroso, y también participó con Reyes Maroto en la campaña por la alcaldía de Madrid, de la que fue asesor durante un tiempo breve. Continúa siendo una figura cercana a Barroso y a José Miguel Contreras, los denominados "migueles".

La utilización partidista del Ateneo por parte de Luis Arroyo es una crítica que se ha formulado en ámbitos de la derecha y que se recrudeció cuando Pedro Sánchez realizó, en septiembre de este año, la apertura del curso político en el Ateneo. En consecuencia, la denegación de recursos públicos a la institución no sería más que una medida tomada por la Comunidad para evitar dar más munición al enemigo.

El Ateneo niega cualquier animosidad hacia Díaz Ayuso. Luis Arroyo asegura haber invitado en varias ocasiones a la presidenta de la Comunidad

Desde al Ateneo, niegan tajantemente esa tendenciosidad. No solo aluden al carácter abierto de la institución, a la que han pertenecido todos los presidentes del Gobierno, tanto del PP como del PSOE, o a las múltiples actividades que cotidianamente tienen lugar en él, en las que participan entidades y personas ligadas al PP, sino que subrayan el respaldo que les han brindado el alcalde de Madrid o Rocío Monasterio. Niegan, asimismo, cualquier animosidad hacia Díaz Ayuso.

Luis Arroyo asegura haber invitado en varias ocasiones a la presidenta de la Comunidad, todas ellas sin suerte: "La primera vez fue cuando me hice cargo de la institución, la segunda en nuestro bicentenario, al que acudieron los Reyes, y la tercera para que viniera a los desayunos del Ateneo, como hizo Sánchez". Arroyo, además, insiste en que, en su actividad pública, así como en su tarea de columnista, evita referirse a políticos madrileños en activo, "por razones obvias".

La clave política

Tampoco comprenden que su posicionamiento político deba ser penalizado, y más cuando la naturaleza ideológica del Ateneo es bien conocida desde hace muchos años: "Es una casa liberal en el sentido decimonónico del término, masona, atea, antidogmática y más de izquierdas que de derechas". Sin embargo, ese carácter político también lo conservan el Círculo de Bellas Artes o la Academia del Cine, "y a ninguno se le ha retirado la subvención".

"Si quieren hacer del Ateneo un símbolo de la guerra cultural, seguiremos el juego: el Ateneo será un símbolo de la libertad"

El paso adelante dado por la Comunidad con su negativa a continuar con la aportación al Ateneo es parte de esa brecha que está presente en las instituciones, y que ahora parece alcanzar al ámbito cultural. Hasta la fecha, Vox había sido la formación más combativa en este aspecto, y había reclamado que los recursos públicos no fueran a parar a iniciativas ligadas con la izquierda, pero la dimensión simbólica del Ateneo es mucho mayor que la de otros precedentes, como la cancelación de las subvenciones al festival oscense Periferias.

El actor Miguel Rellán, vocal segundo de la Junta de gobierno del Ateneo, atribuye la actitud de la Comunidad "al momento del país", a ese clima de polarización que "nos está llevando a la intolerancia". De momento, la consigna en el Ateneo "es tranquilidad, no deseamos participar de esa ferocidad nacional".

Sin embargo, esto no se detiene aquí. Como advierte Luis Arroyo, "si quieren hacer del Ateneo un símbolo de la guerra cultural, y recalco el condicional, estaremos encantados de seguirles el juego: el Ateneo será un símbolo de la libertad".

El anuncio de la denegación, por parte de la Comunidad de Madrid, de la subvención que el Ateneo recibe desde hace 25 años, amenaza con tener repercusiones políticas. El peso simbólico de la institución es grande, y más en la medida en que cobró nuevo vigor desde que, hace dos años, el asesor de comunicación pública, Luis Arroyo, fue elegido presidente. Las simpatías socialistas de Arroyo —designado en primavera para llevarle la campaña a la candidata municipal Reyes Maroto, aunque dimitió dos semanas después por discrepancias con el equipo— parecen estar en el centro del problema.

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