PSOE y ERC presionan a Junts para fundir la negociación en una única mesa de diálogo

La idea de que la negociación sobre un mayor reconocimiento político de Cataluña se dirima finalmente en una sola mesa de diálogo con los independentistas sobrevuela el inicio de las conversaciones entre el PSOE y Junts, y las que empezarán en las próximas semanas con ERC. Ya fue una cuestión que los republicanos plantearon al partido de Carles Puigdemont, antes incluso de que comenzaran los contactos de las dos formaciones con los socialistas para la investidura. Pero el partido de Carles Puigdemont lo rechazó.

Esa negativa se mantiene. Pero ni el PSOE ni ERC renuncian a que, al final, la búsqueda de un acuerdo sobre un mejor encaje de Cataluña en España acabe dirimiéndose en una única mesa. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó este deseo en la entrevista de este lunes en la SER. "Me gustaría que pudiéramos llegar a un proceso de negociación en el que estuvieran las dos partes, Junts y ERC, pero parece que es muy prematuro", declaró.

"Está muy verde", insistió. "Vamos a tener esa interlocución con los dos partidos, en distintas mesas". Aunque, señaló, "al final estamos hablando de las mismas cuestiones, un problema político que tuvo su culminación en 2017, con esa crisis territorial, que ha sido la crisis constitucional más grande en la historia democrática", añadió.

Fuentes de la formación republicana aseguran que esa fusión "sería lo lógico", aunque no cuentan con ninguna garantía de que sucederá. Lo único que tienen claro es que "ahora seguro que no". Junts y ERC siguen inmersos en una lucha encarnizada por el voto independentista que dificulta cualquier entendimiento. Aun así, Esquerra trató de que hubiera una única mesa de partidos con el PSOE y les ofreció que se sumaran a la mesa entre el Gobierno y la Generalitat, según confirman fuentes del partido. Junts, en cambio, sostiene que les han vetado en la mesa institucional.

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"No se entiende", justificaban los republicanos cuando las dos formaciones empezaban a verse con el PSOE. Una mesa con Junts y otra con ERC para la "resolución del conflicto político", porque en las dos se hablará prácticamente de lo mismo. Además, explicaban, así "nos tienen divididos" y "si lo que se pretende es conseguir lo máximo para Cataluña, es más complicado si lo hacemos por separado". Junts no lo aceptó y cada uno pactó por su lado, también en lo referente a los mecanismos de diálogo entre partidos y a la elección de su propio verificador.

Distinto verificador

Pero tanto el PSOE como ERC contemplan que la negociación pueda culminar con todos en una única mesa. Junts, por el momento, ni siquiera quiere hablar de ello. Después de la primera reunión con los socialistas el pasado sábado en Ginebra, el portavoz de la formación, Josep Rius, sacó pecho este lunes de que ellos han conseguido el mediador y calificó de "estéril" la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, que los republicanos impulsaron ya en 2019. Los republicanos insisten en que lo que ha hecho Puigdemont es un "viraje" de posiciones maximalistas hasta la aceptación de un formato de negociación —la mesa— que ellos llevan defendiendo cuatro años.

Del encuentro en la capital suiza, en la que por la parte independentista participaron el expresidente Puigdemont, el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, y del lado socialista, el secretario de Organización de PSOE, Santos Cerdán, solo trascendió el nombre del portavoz y coordinador de los verificadores, el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez, experto en violación de derechos humanos y minorías desplazadas.

Para el PSOE, el siguiente punto en el camino es la entrevista, el próximo 21 de diciembre en Barcelona, entre el jefe del Govern, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno. Solo una vez que pase, probablemente ya después de Navidad, se reunirán con los socialistas en la mesa de partidos y darán a conocer el nombre del verificador. Sánchez ya dijo ayer que no es el mismo que el de Junts, algo lógico si en estos momentos son dos negociaciones diferentes. ERC tiene muy claro a quién propondrá —en su caso, se apunta más a una organización que a una persona— y ya se lo transmitió al PSOE hace semanas.