Un juzgado investiga a agentes del CNI por filtrar información reservada a Estados Unidos

Un juzgado de Madrid investiga a dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por filtrar presuntamente información confidencial a Estados Unidos. Las diligencias han sido declaradas secretas y se instruyen con la máxima reserva, explican a El Confidencial fuentes próximas al caso, que ha provocado una crisis con Washington, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado que no trascienda.

Los funcionarios del CNI fueron detenidos y están siendo investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, por "procurar o revelar información clasificada como reservada o secreta" a un tercer país, una conducta que está castigada con entre seis y 12 años de cárcel.

El procedimiento está en manos de una jueza de plaza de Castilla. Los dos agentes ingresaron en prisión provisional en un primer momento. Se sospecha que habrían recibido dinero a cambio de la información.

Fuentes de la embajada de Estados Unidos en España han declinado hacer comentarios sobre este episodio, por tratarse de un asunto que afecta a cuestiones de inteligencia. Por su parte, ha sido imposible contactar con el portavoz del CNI para recabar su versión de los hechos y una valoración sobre la gravedad de la filtración, pese a la insistencia de este diario.

Este lunes, tras la publicación de la noticia, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado desde Letonia, en una visita a una base militar, la apertura de estas pesquisas y ha indicado que la denuncia partió precisamente del centro de inteligencia al que pertenecen los agentes, si bien no han ofrecido más detalles del caso por encontrarse bajo secreto.

El incidente ha generado indignación en el Ministerio de Defensa, el departamento del que depende el CNI, y en el conjunto del Gobierno. En la Moncloa consideran una deslealtad que un país aliado como Estados Unidos haya captado a varios de sus funcionarios para acceder supuestamente de manera ilegal a datos confidenciales, en lugar de solicitar esa información por los cauces institucionales.

En la Moncloa consideran una deslealtad que un país aliado como Estados Unidos haya captado a varios de sus funcionarios

Con todo, el Ejecutivo ha optado por afrontar este incidente con el perfil más bajo posible. La capacidad de protesta del Gobierno de Sánchez ante un socio estratégico como Washington está limitada por la importancia que juega la Administración estadounidense en toda la red de relaciones exteriores de España. El Ejecutivo del PSOE y Sumar tampoco pasa por su mejor momento en la esfera internacional, por sus desaires a Israel en plena guerra de Gaza.

El episodio más sombrío en la historia reciente del CNI tiene que ver precisamente con una fuga de información que puso en peligro a decenas de funcionarios de la propia agencia y también de países aliados. En 2007 fue detenido el exagente Roberto Flórez por vender a Rusia información sobre el funcionamiento interno del CNI y desvelar las identidades secretas de decenas de operativos, tanto españoles como extranjeros.

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Entre la información que Flórez proporcionó a Moscú figuraba el nombre de Serguei Skripal, un agente de inteligencia ruso que había sido captado como agente doble por el MI6, el servicio de inteligencia exterior de Reino Unido. Gracias a la filtración del exagente del CNI, Rusia detuvo y encarceló a Skripal en 2004. En marzo de 2018, Skripal y su hija fueron envenenados con gas nervioso en una población al sur de Inglaterra. Salvaron la vida de milagro.

Flórez fue condenado en febrero de 2010 por la Audiencia Provincial de Madrid a 12 años de prisión por un delito de traición en su modalidad de espionaje, aunque el Tribunal Supremo rebajó posteriormente su pena a nueve años.