El pederasta de Instagram que abusó de 98 niños pierde su baza para rebajar la condena
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid confirma una pena de 700 años para el hombre que embaucó a un centenar de menores en las redes sociales haciéndose pasar por una adolescente llamada Lorena
Ni la ley del solo sí es sí ni el resto de motivos de recurso han servido al pederasta de Instagram, penado con casi 700 años de prisión por abusar de cerca de un centenar de niños, para esquivar su condena. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado todas sus alegaciones y respalda, con ello, la línea de acusación de la Fiscalía. José Ángel S. actuaba, según la resolución a la que ha tenido acceso El Confidencial, como un verdadero depredador que utilizaba las redes sociales para embaucar a menores haciéndose pasar por una adolescente, Lorena. El TSJ blinda la sentencia de primera instancia y rechaza aplicarle rebaja alguna.
Respecto a la aplicación de la Ley 10/2022 impulsada por el ministerio que lideraba Irene Montero, el tribunal concluye que en la primera instancia se razonaron expresamente las diversas penalidades mientras, en otros casos, las penas previstas son idénticas en la ley más reciente y en la anterior. Los magistrados también destacan que el máximo de cumplimiento efectivo de la condena del culpable no podrá exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la más grave de las penas en que incurrió.
Los cálculos en su caso son complicados, dados el volumen y variedad de delitos por los que se le declaró culpable y que confesó haber cometido durante el juicio. Los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid le condenaron como autor de siete delitos continuados de abusos sexuales a menores de 16 años con penetración, otros cinco del mismo tipo, pero no continuados, dos casos más sin penetración que también se alargaron en el tiempo y otro añadido que fue puntual. Además de llegar a la agresión en estos casos, 98 niños cayeron en sus redes. Se le penó en cada uno de ellos por captación y utilización de menor de edad con fines pornográficos —en más de 70 casos difundió material pornográfico obtenido—. A todo ello se suman 25 delitos de exhibicionismo, 13 de delitos de corrupción de menores de 16 años y un delito de tenencia de pornografía infantil.
Su forma de actuar era siempre igual, aunque llegaba a adoptar distintos personajes. Les engañaba para que mantuvieran con él relaciones sexuales de distinta naturaleza a cambio de dinero y regalos. Contactaba con ellos a través de Instagram o grupos de WhatsApp. En el modus operandi más habitual, los chicos creían que se estaban comunicando con Lorena, una adolescente de su edad, y "acababan manteniendo conversaciones crudamente libidinosas que el acusado impulsaba para producir excitación sexual", decía la primera sentencia.
Para acabar de cazarles, les enviaba fotos y vídeos de una chica menor de edad desnuda y pedía que también ellos le mandaran imágenes y vídeos desnudos. Una vez que confirmaba que el engaño había tenido éxito, les proponía hacer un trío con Lorena y con un supuesto amigo suyo que no era sino el propio José Ángel. Debían quedar con ese intermediario como condición para poder quedar después con la chica. En algunos casos, si se resistían, les ofrecía dinero o regalos. De esa forma logró que algunos menores aceptaran mantener relaciones sexuales con él: masturbaciones mutuas, felaciones e incluso en algunos casos el acusado penetró analmente con su dedo o con su pene al correspondiente menor.
Ni la ley del solo sí es sí ni el resto de motivos de recurso han servido al pederasta de Instagram, penado con casi 700 años de prisión por abusar de cerca de un centenar de niños, para esquivar su condena. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado todas sus alegaciones y respalda, con ello, la línea de acusación de la Fiscalía. José Ángel S. actuaba, según la resolución a la que ha tenido acceso El Confidencial, como un verdadero depredador que utilizaba las redes sociales para embaucar a menores haciéndose pasar por una adolescente, Lorena. El TSJ blinda la sentencia de primera instancia y rechaza aplicarle rebaja alguna.
- El frutero de Valdeavero acusado de abusos a una decena niños afronta 98 años de cárcel Europa Press
- La paradoja de la pederastia: hay que temer al hombre amable Alberto Olmos
- Contra la pederastia en la red Javier Zarzalejos