La Policía analiza vídeos de los disturbios en Ferraz para identificar a los violentos

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La Policía Nacional trata de identificar a los radicales que participaron en los incidentes violentos contra los agentes durante las protestas contra la amnistía en la calle Ferraz. Cuentan de herramienta con la profusión de vídeos e imágenes captadas durante los días en que se lanzaron objetos contra los uniformados y se produjeron destrozos en el mobiliario urbano. Esta semana se han practicado varias detenciones, pero la intención es dar con el mayor número de responsables posible y actuar contra ellos. La Delegación de Gobierno de Madrid avanza que habrá más arrestados “en los próximos días”.

Solo la jornada del martes se saldó con seis detenidos —uno de ellos menor de edad— y con decenas de heridos, 30 de ellos miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de los antidisturbios. El lunes también se produjeron cargas policiales de menor intensidad, pero se registraron otras tres detenciones. La Policía tiene constancia de que a estas protestas han asistido miembros de grupos violentos de extrema derecha. Trabajan con la convicción de que los responsables de las algaradas van más allá de los arrestados hasta ahora, a los que se les acusa de desobediencia, atentado contra la autoridad y desórdenes públicos.

También se analiza el papel de las personas que han hecho llamamientos y convocatorias a acudir a la sede del PSOE de manera masiva, principalmente a través de las redes sociales. Las fuentes policiales consultadas por este periódico recuerdan que convocar una manifestación que no está comunicada por los cauces oficiales a la Delegación de Gobierno puede ser motivo de una propuesta de sanción en virtud de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ley mordaza por sus detractores.

La citada ley advierte de que, cuando una manifestación no está comunicada, "también se considerarán organizadores o promotores quienes de hecho las presidan, dirijan o ejerzan actos semejantes". Se tienen en cuenta "publicaciones o declaraciones de convocatori" ya sean verbales o escritas. También puede servir un lema, una bandera o cualquier elemento que sirva para determinar "razonablemente que son directores de aquellas".

Lo que dice la Ley sobre los promotores

Esta norma recoge como infracción leve (hasta 600 euros de multa) la celebración de reuniones en lugares de tránsito público o de manifestaciones cuando se incumpla la obligación de comunicarla. Cita a la ley que regula el derecho de reunión, según la cual, "del buen orden de las reuniones serán responsables sus organizadores, quienes deberán adoptar las medidas para el adecuado desarrollo de las mismas". También dice que si se cuasan daños son responsables también subsidiariamente los promotores.

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El martes, un nutrido grupo marchó hacia el Congreso. La ley de Seguridad Ciudadana castiga como infracción grave (hasta 30.000 euros de multa) "la perturbación grave de la seguridad ciudadana que se produzca con ocasión de reuniones o manifestaciones frente a la sede del Congreso de los Diputados".

La concentración del martes no había sido notificada, reunió a 7.000 personas y terminó con violencia. Sobre los daños en el mobiliario que originó esta protesta, el Ayuntamiento de Madrid calcula "tres contenedores y cinco cubos de basura" dañados y ha cifrado los gastos en 2.000 euros. Sí fue comunicada, en cambio, la protesta del lunes. La convocó un joven universitario vinculado a Vox llamado Santiago Aneiros Suances. Según avanzó elDiario.es, figuró como número 10 en las listas del partido de Santiago Abascal en la localidad madrileña de Algete.

La Policía Nacional, por otro lado, tuvo que reaccionar a la carrera para proteger el Congreso de los Diputados de los manifestantes que el martes partieron hasta allí desde la calle Ferraz. Una columna integrada por cientos de personas abandonó la concentración en la sede socialista y emprendió la marcha a ritmo rápido hasta la Cámara Baja, y en su recorrido cortó al tráfico uno de los carriles de la Gran Vía. Cuando llegaron a las inmediaciones del edificio de las Cortes, se encontraron con un vallado de seguridad, instalado en cuestión de minutos. Una llamada a tiempo de un agente y refuerzos policiales desde el estadio Metropolitano contribuyeron a que la protesta no fuera a más.

La marcha hasta el Congreso

Un contingente policial como el que se viene desplegando en las protestas contra la amnistía abarca a varias unidades del cuerpo. El peso recae en este caso en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que cuenta con una Brigada Provincial de Información. Sus especialistas en monitorizar a los grupos radicales violentos tienen el reto de anticiparse y desde la noche del lunes, tras las primeras cargas y el uso de gas lacrimógeno, ya detectaron varias convocatorias en redes sociales y foros de mensajería como Telegram. Eso provocó que se diseñase una protección de la sede del PSOE con tres grupos de las Unidades de Intervención Policial que luego se amplió a un cuarto. Eso son algo menos de 200 agentes antidisturbios.

Pero además de los agentes uniformados con cascos y escudos de autoprotección, la Policía reparte entre la gente a funcionarios que visten de paisano para no llamar la atención. Su misión es dar cuenta a sus superiores de lo que sucede o, si se da el caso, llevar a cabo una detención cuando se desatan los incidentes, siempre que el escenario sea propicio y seguro. El martes, los manifestantes estaban convocados a las 20:00 en Ferraz, pero, apenas unos minutos después, una columna se separó y puso rumbo hacia el centro de la capital. Fue un movimiento sin previo aviso encabezado por el líder de Desokupa, Daniel Estévez, y un agitador en redes sociales con muchos seguidores en la extrema derecha llamado Alvise Pérez.

El grupo estaba integrado en su mayoría por gente joven, a la que se unieron muchas personas que ni siquiera sabían dónde terminaría esa marcha improvisada. Ahí es donde un agente infiltrado pudo saber que el destino era el Congreso, según informan a este periódico fuentes policiales. Desde la calle, entre la gente, pudo dar parte a sus superiores, que seguían la evolución de la protesta desde una sala de coordinación en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Uno de los mandos policiales dio aviso en ese momento al comisario del Congreso de los Diputados.

Las Cortes cuentan con una presencia constante de la Policía. En ese momento, había un grupo de la UIP que en cuestión de minutos instaló el vallado que ya se ha usado en otras ocasiones, como cuando se produjo la llamada a rodear el Congreso hace unos años. Son unas vallas metálicas de gran tamaño y altura que se instalaron al inicio de la carrera de San Jerónimo, a unos 200 metros de la Cámara Baja. Ya fue imposible para los manifestantes acercarse más y optaron por hacer una breve sentada y marcharse a los pocos minutos de llegar.