Una nueva protesta ante la sede del PSOE colapsa Madrid y deriva en cargas policiales con heridos

Nueva jornada de protestas en las calles de Madrid. Agentes de las Unidades Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios, empezaron a dispersar pasadas las 22.00 horas las protestas en la calle Ferraz, donde se ubica la sede nacional del PSOE, con las primeras cargas policiales. Se han producido enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, que se han quedado apartados en la calle Marqués de Urquijo, donde han intentado romper el cordón policial entre gritos contra el Gobierno de Pedro Sánchez por sus pactos con los independentistas catalanes. Al menos siete personas, una de ellas un Policía Nacional, resultaron heridas tras los disturbios.

Los antidisturbios han usado pelotas de goma ante el lanzamiento de botellas, latas, piedras y todo tipo de objetos contra los agentes desplazados, que han cargado cuando los radicales intentaban derribar las vallas que protegían la sede del PSOE. En los primeros momentos, se registraron al menos dos manifestantes heridos, uno de ellos con abundante sangre en la cabeza, que fue trasladado por los servicios de emergencia desplazados al lugar.

Durante la movilización, más de 7000 personas, según datos de Delegación del Gobierno, se han congregado por segundo día consecutivo en la calle Ferraz, protegido con un fuerte cordón policial de efectivos de la UIP y lanzando proclamas contra el Gobierno por sus pactos con los independentistas y la ley de amnistía. Una marcha que dio comienzo sobre las 20.00 horas, donde varios cientos de personas se han desplazado formando una amplia columna desde la concentración convocada en la sede socialista, hasta las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Siguiendo un paso rápido en su recorrido han atravesado el paseo de Pintor Rosales, la Plaza de España y han subido andando por la Gran Vía hasta Cibeles sin que la Policía les cortase el paso.

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Tras avanzar por el Paseo del Prado han llegado hasta la plaza de Cánovas del Castillo, donde se ubica la fuente Neptuno, a escasos 300 metros de la sede de la soberanía nacional. Un contundente vallado establecido por la Policía Nacional les ha impedido continuar con su recorrido. Es un perimétrico de seguridad similar al que dispuso la Policía cuando se produjeron las protestas del 25-S que llamaron a rodear el Congreso.

Al otro lado del vallado se ha hecho presente un contingente formado por decenas de agentes antidisturbios de la UIP. Una unidad equipada con cascos y escudos de protección por si la cosa se complicara. Los manifestantes iban ataviados con banderas de España en su mayoría -alguna bandera franquista podía verse también- y los gritos han ido dirigidos contra Pedro Sánchez y Carles Puigdemont principalmente.

En un primer momento, los manifestantes no han hecho ademán de sobrepasar el perímetro de seguridad de la Policía. Su primera reacción ha sido la de hacer una gran sentada ante la Policía, al grito de "Puto rojo el que no bote es"; "Ese furgón para Puigdemont". Calma tensa la que se ha respirado en todo momento durante la protesta.

A la congregación se ha sumado el líder de Desokupa, Daniel Esteve, junto a decenas de seguidores que se han unido a los allí presentes. Asimismo, han asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Mer. Como este lunes, los manifestantes han lanzado insultos contra la Policía Nacional tachándoles de "cobardes" frente a las vallas de protección que estaban dispuestas, y gritando "contra los moros no tenéis cojones", al tiempo que les han animado a apoyar la protesta.

En primera línea de la congregación y separados por vallas de la Policía Nacional, los manifestantes han mostrado una gran pancarta en la que se leía "España no paga a traidores. Amnistía no" o "la Constitución destruye la nación" escrita en una bandera de España.