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El pacto con ERC y Puigdemont tensa al PSOE: "Demasiadas cesiones a cambio de nada"
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Las bases socialistas se movilizan

El pacto con ERC y Puigdemont tensa al PSOE: "Demasiadas cesiones a cambio de nada"

La concesión de casi todas las peticiones a los independentistas, incluida la quita de deuda, la amnistía y el mediador, generan dudas, aunque se da por hecho el apoyo cerrado de la militancia a Sánchez

Foto: Bolaños y Junqueras, en la firma entre el PSOE y ERC. (EFE/Jordi Play)
Bolaños y Junqueras, en la firma entre el PSOE y ERC. (EFE/Jordi Play)
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Antes de la tormenta de los pactos, el PSOE vivía en una calma inquieta. "El partido está en modo sedación", expresaba un dirigente socialista hace un par de semanas, antes de que la investidura empezara a fraguar a base de pactos. Primero con Sumar, luego con ERC y, de por medio, la foto con Junts y un intento de cerrar un acuerdo con los de Carles Puigdemont que aún se resiste. En ese viaje, la ansiedad ha empezado a aflorar. No por la posibilidad de que la investidura acabe descarrilando, sino por las cesiones, "demasiadas", que la formación está concediendo para amarrar la elección de Pedro Sánchez. Y también la actitud de la otra parte, con especial hincapié en los gestos de la formación postconvergente.

El encuadre de la foto y el vídeo que distribuyó el PSOE tras el encuentro entre Puigdemont y el número tres del partido, Santos Cerdán, no gustó al socialismo. En la sala donde el expresident y el negociador de Ferraz se vieron, dentro de las dependencias que Junts tiene en Bruselas, había una fotografía que exaltaba el 1 de octubre. "Puigdemont tiene una personalidad narcisista de libro, necesita hacerse notar y centrar la atención", apunta un dirigente del partido que admite, no sin cierta resignación, que el PSOE no tiene más remedio que acudir al líder de Junts para gobernar y evitar una alianza entre PP y Vox.

No todo el mundo en el PSOE es tan comprensivo y ya hay voces que, en privado, alertan de un cierto entreguismo. "Son demasiadas cesiones para no lograr nada a cambio", apunta un barón socialista, que habla incluso de falta de "respeto" por parte de Puigdemont. En términos similares se pronunció Emiliano García-Page este viernes, cuando defendió que el expresident intenta "humillar al Estado". El presidente de Castilla-La Mancha se refería a la prolongación de las negociaciones después de que se diera por hecho el cierre del acuerdo el jueves por la mañana. Pero no fue así y la comparecencia que tenía preparada el líder de Junts acabó suspendida y sin fecha, a la espera de que las conversaciones llegasen a buen puerto.

Tanto el PSOE como Junts admitían este viernes que había voluntad de negociar. Una de las peticiones iniciales de los socialistas a los neoconvergentes era precisamente la vuelta del partido de Carles Puigdemont a la institucionalidad y ese es el camino que tomaron, como demuestra el avance de las conversaciones. Pero ese camino está trufado de advertencias y gestos que recuerdan al PSOE la dificultad del viaje. "Siempre hemos dicho que por tratar con el sistema político español todas precauciones son pocas", publicó el propio Puigdemont en su cuenta de X (el antiguo Twitter) después de la jornada maratoniana del jueves.

Foto: El líder separatista catalán Carles Puigdemont camina fuera de su oficina en el Parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica 3 de noviembre 2023. (Reuters/Yves Herman)
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A pesar del parón en las negociaciones con Junts, las primeras reacciones ajenas al partido han comenzado en el mismo lugar donde los simpatizantes socialistas celebran las victorias electorales, frente a la sede de Ferraz. Varios centenares de personas se han concentrado sin comunicación previa a la Delegación del Gobierno y han proferido gritos como "Puigdemont a prisión", lo que ha provocado que la Policía blinde la sede socialista. También se han escuchado gritos contra el Rey en una protesta que encaja con la propuesta de "movilización permanente" que defiende Santiago Abascal.

El equilibrio con Cataluña

"No puede ser que estés cediendo todo y te pongan al lado de una urna", abunda el citado dirigente regional. Pero la inquietud en el PSOE no solo responde a las técnicas de negociación del expresident, sino también al resto de acuerdos. La futura ley de amnistía es el principal motivo de disconformidad, con militantes y algún que otro cargo público mostrando su rechazo expreso. A la medida de gracia a los implicados en el procès, clave de bóveda de la investidura, hay que sumar el único acuerdo ya conocido, el de ERC. Los 15.000 millones de deuda condonada y el ahorro de 1.300 millones en intereses han provocado una reacción en tromba del PP, pero también una advertencia de los barones socialistas.

Los barones del PSOE insisten en que la quita para Cataluña debe ser extensible y equiparable para el resto de comunidades

García-Page admitió que "se fía" del Gobierno en funciones respecto a su voluntad de generalizar la quita de deuda se incluye en el pacto entre los socialistas y republicanos. Pero también lanzó su dardo habitual al asegurar que las palabras "en este momento de la política tienen valor de minutos", pero el mensaje es que debe haber "equilibrio". En el mismo sentido se ha pronunciado el asturiano Adrián Barbón, aunque Asturias está entre las regiones menos endeudadas. No se puede obviar el posicionamiento del PSOE andaluz, cuyo líder, Juan Espadas, abundó en esa idea del equilibrio, como ya avanzó en el Comité Federal del 28 de octubre.

El desenlace de la consulta

En lo que sí coinciden todas las fuentes consultadas es que esta inquietud por la actitud del partido ante los desplantes de Puigdemont o los acuerdos millonarios que benefician a Cataluña no afectarán demasiado al resultado de la consulta, que finaliza este sábado. La votación telemática se cerró el viernes a las 12:00 y la jornada que resta es para que los militantes que lo deseen ejerzan su derecho en las urnas colocadas en agrupaciones y casas del pueblo. "No afectará mucho; algo sí, pero poco", expresa un barón del PSOE.

Un militante que conoce en profundidad al partido confía en que el apoyo al acuerdo de coalición con Sumar y el aval al resto de negociaciones rondará el 90% de votos afirmativos. En 2019, la consulta sobre el pacto con Unidas Podemos superó el 92%. Otro socialista con experiencia en el funcionamiento interno del PSOE divide a la formación en tres bloques. De un lado, la mayoría de mandos y cargos institucionales, a los que sitúa alineados con la dirección de Pedro Sánchez. De otro, militantes abiertamente críticos con la amnistía que votarán no. Y aquí contempla la posibilidad de una "pequeña sorpresa", pero sin grandes sobresaltos. Y en medio, la mayoría de los 172.000 afiliados con derecho a participar en la consulta, que, avanza, apoyarán al líder del partido porque su prioridad es que repita como presidente. "La gobernabilidad ante todo", zanja una de las fuentes consultadas.

Antes de la tormenta de los pactos, el PSOE vivía en una calma inquieta. "El partido está en modo sedación", expresaba un dirigente socialista hace un par de semanas, antes de que la investidura empezara a fraguar a base de pactos. Primero con Sumar, luego con ERC y, de por medio, la foto con Junts y un intento de cerrar un acuerdo con los de Carles Puigdemont que aún se resiste. En ese viaje, la ansiedad ha empezado a aflorar. No por la posibilidad de que la investidura acabe descarrilando, sino por las cesiones, "demasiadas", que la formación está concediendo para amarrar la elección de Pedro Sánchez. Y también la actitud de la otra parte, con especial hincapié en los gestos de la formación postconvergente.

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