Los últimos románticos del centroizquierda: "Vamos a entrar como un torpedo"

Dicen tener un nicho de votantes de 10 millones de personas, los que se abstuvieron en el 23-J, pero quieren pescar entre los antisanchistas del PSOE. Se dicen "socioliberales" y miran al Partido Demócrata de Joe Biden, pero también en los laboristas británicos y en la izquierda nórdica. "Venimos de la experiencia de la decepción", dice el escritor Iñaki Ezquerra, uno de los impulsores de La Tercera España, que este lunes se ha constituido como asociación en Madrid con intención de presentarse a las elecciones europeas del próximo junio y ocupar el espacio que hay entre PP y PSOE. Es algo que ya intentaron UPyD y Ciudadanos, pero ellos aseguran estar en la izquierda, a diferencia de los naranjas. Son los últimos románticos del centroizquierda y están convencidos de que van a entrar "como un torpedo" en el tablero político español.

El primer paso lo han dado este lunes después de que hace unos días difundieran un comunicado apelando a esa tercera España "huérfana". Ezquerra, que fue fundador del Foro de Ermua, ha estado acompañado por la también escritora Gabriela Bustelo y el economista Gabriel Tortella, cabezas pensantes de este movimiento que recibió el apoyo de figuras relevantes en el surgimiento de otras fuerzas que quisieron ocupar ese espacio. Es el caso de Fernando Savater o Francesc de Carreras, pero también Francisco Igea, referente crítico en el último Ciudadanos. Pero se trata de apoyos, han aclarado, que no se han involucrado activamente en el desarrollo del proyecto.

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Lo mismo ocurre con Nicolás Redondo Terreros, exlíder de los socialistas vascos y recientemente expulsado del PSOE por la dirección de Pedro Sánchez por su acercamiento al PP. "Se va a tomar unos meses de tranquilidad, pero estamos en la misma sensibilidad", apunta Ezquerra, que habló directamente con el exdirigente socialista. Es el perfil de Redondo Terreros al que apelan desde La Tercera España, convencidos de que hay un sector "amplio" dentro de la militancia socialista que es contraria a la dirección de Pedro Sánchez, pero que se mantiene en silencio por "la disciplina de partido". "Buscamos en un abanico amplio", zanjan.

"Queremos poner a la izquierda en limpio", destaca Bustelo, que ejerce como portavoz de esta embrionaria formación que se define como "izquierda socialdemócrata" y que comparte con Ciudadanos su rechazo a los nacionalismos. Por eso, aseguran, su ejemplo es el Partido Demócrata estadounidense, que "no habla con los partidos independentistas californianos". La pregunta más obvia es clara. ¿Por qué ahora sí va a funcionar y no lo hizo antes? Su respuesta pasa por alejarse del partido que lideró Albert Rivera y que está al borde de la desaparición tras no presentarse a las elecciones generales del 23 de julio. "Ellos se autoubicaban en la derecha y el centroderecha", recuerda Bustelo en referencia a las encuestas del CIS y la percepción ideológica de los votantes naranjas.

Bustelo es muy crítica con Ciudadanos, un partido que define con las palabras "burocracia y verbena". "Allí aprendimos todo lo que no hay que hacer", insiste la escritora, que recuerda que su proyecto ha recibido un impulso después de ver cómo el PSOE negociaba en agosto para la conformación de la Mesa del Congreso con nacionalistas e independentistas "y nadie respondía". Ni siquiera la respuesta del PP a aquellas conversaciones, que acabaron con Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja, satisface a este grupo de intelectuales que es muy optimista con la marcha de su proyecto.

Admiten que no han mantenido ningún contacto para seducir a nadie entre las filas populares, pero sí han recibido un "regaño" desde el PP por la posibilidad de que este nuevo proyecto robe votos entre las filas populares. Sobre el intento del político gallego, que este martes acudirá al Congreso a pedir la confianza de la Cámara sin los apoyos necesarios, guardan un "silencio respetuoso". Pero se extrañan por esa discreta bronca que les ha llegado desde el PP. "Resulta chocante en un partido que defiende la economía de libre mercado", apunta Ezquerra, que critica la visión patrimonial del electorado que tienen los partidos del actual sistema cuando, asegura, hay "una gran cantidad de votantes que se han quedado sin referentes".

Ninguno de los impulsores, aseguran, estuvo en la manifestación contra la amnistía, donde sí estuvo, por ejemplo, un potencial apoyo de esta plataforma, como es el exministro socialista José Luis Corcuera. Por el momento, y a pesar de ese buen ánimo, la puesta de largo ha asido más bien modesta. En la entrada al Retiro que hay entre las calles Menéndez Pelayo y O'Donnell, en el extremo noreste del parque madrileño, unos pocos firmantes del manifiesto se han sumado a los tres impulsores del proyecto. No son el nuevo Ciudadanos, insisten una y otra vez, pero todavía les queda lejos la posibilidad de emular a esa política liberal que en la serie Borgen acaba como primera ministra danesa precisamente por esa capacidad para pactar a izquierda y derecha.