Yolanda Díaz obvia la rebaja de La Manada y sentencia el legado de Irene Montero

A Sumar le escuece la ley del solo sí es sí. Yolanda Díaz votó junto a Irene Montero en contra de la reforma unilateral de la ley estrella de la ministra de Igualdad, propuesta por el PSOE y avalada por el PP, pero la vicepresidenta en funciones y sus portavoces hicieron lo posible por obviarla durante toda la campaña. Como también trataron de desmarcarse de la línea seguida por Montero al frente de Igualdad. Este martes, tras conocerse la rebaja de condena de un año de prisión a uno de los integrantes de La Manada, Díaz se mantuvo en silencio.

No había actos previstos en su agenda pública, pero tampoco hizo mención a este asunto en su perfil de Twitter, donde sí condenó la agresión a una reportera de Cuatro en pleno directo, en la misma jornada. Fue la portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, quien criticó parcamente la decisión del tribunal, sin especificar si tenía o no alternativa, como defendieron en Podemos. "Cuestionar de nuevo la gravedad de la violación no responde al mandato de la ley del solo sí es sí, tal y como argumenta el voto particular de la magistrada", argumentó la número dos morada, aferrándose al voto contrario a este fallo. "Desde Sumar, lamentamos esta decisión del tribunal y no nos gusta. Es lo único que queremos decir", afirmó Lois a las puertas del Congreso.

Y, cuestionada sobre si Montero debería abandonar el ministerio tras un fallo que afecta a un caso histórico, una violación que ha sido motor de las movilizaciones feministas y una constante en el discurso de Montero para justificar esta ley, se limitó a rechazar "entrar en consideraciones sobre la ministra". Horas después, aliados de Sumar se movían en la misma dirección, pero de forma más rotunda. "El feminismo en España no es el Ministerio de Igualdad", aseveró el miércoles Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, rechazando participar en "quinielas" sobre el futuro de la ministra en funciones.

En una entrevista en El País, Maestre reconoció que "jamás" ha tenido relación con Montero, y afirmó que la ley "se tenía que haber corregido antes", en lo "jurídico" y en lo "político". "El Ministerio de Igualdad ha tenido y espero que vuelva a tener una representación institucional. Ha hecho muchos avances y decisiones valientes, pero que, como todas, ha cometido errores", abundó.

El margen de actuación de Lois este martes era escaso. Montero, que este sábado desvelará la nueva hoja de ruta de su partido junto a la secretaria general, Ione Belarra, oficializó la semana pasada su deseo de repetir en el ministerio. En el partido de Díaz saben que todo lo que digan, pero también lo que callen, se usará para afianzar la tesis morada de que los resultados de Sumar el 23-J, que no cumplieron con sus "expectativas", obedecen al intento de la vicepresidenta segunda de "silenciar" a Podemos y al feminismo.

La pasada semana, tras verse relegados de las portavocías adjuntas del grupo junto a Izquierda Unida, los morados mostraron su malestar, pero midieron cuidadosamente el volumen de sus críticas. Este miércoles, la propia Díaz presidirá una reunión del grupo plurinacional en el Congreso a la que no asistirá Belarra, por tener agenda ministerial en Avilés, y que servirá como termómetro de la situación entre sus filas en la Cámara Baja.

Montero ya fue apartada de las listas, y su línea de actuación fue enmendada durante la campaña por la portavoz de Sumar en la materia, Elisabeth Duval. Y, aunque en la coalición de la vicepresidenta segunda sostienen que aún no toca hablar de nombres para el futurible Ejecutivo de Pedro Sánchez, no entra en la ecuación que Montero revalide su cargo. Lo saben entre sus filas, pero también son conscientes de este planteamiento en la sede de Podemos.

Hablando de etapas negras en la relación entre Díaz y los morados, la que siguió al anuncio del PSOE de que reformaría la ley del solo sí es sí para frenar la rebaja de penas en contra del criterio de la ministra de Igualdad fue una de las más duras. Podemos acusó a la vicepresidenta segunda de no dar la cara por Montero, de "ponerse de perfil" cuando su "compañera" era el blanco de las críticas por no aceptar la receta planteada por el Partido Socialista. Cuando denunciaban que el PSOE quería volver al "Código Penal de La Manada".

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Alejandro López de Miguel

La crisis política del solo sí es sí estalló a escasos meses de la campaña del 28-M, abrasó a la ministra de Justicia, Pilar Llop, y a la propia Montero, que nunca contempló renunciar. Sánchez, al frente del Gobierno que aprobó la norma, evitó cesarla para no abrir otra brecha en la coalición. Hoy, ni la titular de Igualdad en funciones contempla dimitir, ni renuncia a dar la batalla para volver a la primera línea política cuando haya un nuevo Ejecutivo. Y, aunque no contaron con ella en campaña, Belarra se encargó de reivindicar su legado, generando un fuerte malestar en sus socios de coalición.

El argumento de Sumar no era que el feminismo no vendiera electoralmente, ni que Montero hubiera ido "demasiado lejos" para impulsar transformaciones feministas, como sostienen los morados, sino que, en fondo y forma, había jugado mal sus cartas, renunciando a desplegar un feminismo "más inclusivo". En las últimas semanas, Díaz y Montero han peleado por esta bandera desde que estalló el caso de Luis Rubiales y su beso no consentido a Jennifer Hermoso, y los morados redoblarán desde el sábado su apuesta por adueñarse de este estandarte. Para ellos, es Montero quien lo personifica.

Es importante recordar que el feminismo en España no es el Ministerio de Igualdad. El feminismo en España es un movimiento social que tiene asambleas, colectivos, gente organizada. El Ministerio de Igualdad ha tenido y espero que vuelva a tener una representación institucional. Ha hecho muchos avances y decisiones valientes, pero que, como todas, ha cometido errores.