Es noticia
Quién es quién en el avispero yihadista del Sahel que agita el golpe de Estado en Níger
  1. España
Un área clave para Europa

Quién es quién en el avispero yihadista del Sahel que agita el golpe de Estado en Níger

La cifras consolidan esa región de África como el principal foco terrorista del mundo donde Daesh y Al Qaeda disputan su hegemonía expandiendo su influencia con filiales y alianzas

Foto: Soldados nigerianos enseñan una bandera incautada a los yihadistas de Boko Haram. (Reuters)
Soldados nigerianos enseñan una bandera incautada a los yihadistas de Boko Haram. (Reuters)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Estado Islámico del África Occidental, Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), Boko Haram, Al Qaeda, Ansaru… la lista de los grupos yihadistas que han convertido el Sahel africano en el principal foco de yihadismo mundial es larga. Esta región superó hace tres años en actividad a Oriente Medio y el sudeste asiático. Al sur del Sahara luchan por ganar influencia a golpe de asesinatos una amalgama de marcas y siglas que provocan miles de víctimas civiles cada año. El reciente golpe de Estado en Níger es solo el penúltimo episodio de inestabilidad que preocupa a las potencias occidentales, cuyo vacío aprovechan los mercenarios rusos del Grupo Wagner para ganar espacio.

El Sahel es un territorio que cruza el continente de este a oeste al sur del desierto y que se extiende por una decena de países: Mauritania, Mali, Níger, Burkina Faso, Nigeria, Senegal, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía. Lo que pase en esa franja tiene consecuencias directas sobre Europa, por ejemplo, con los flujos migratorios que soportan primero los países del Magreb y posteriormente la ribera norte del Mediterráneo, principalmente España, Italia y Grecia. Contener la violencia yihadista en esa región es un objetivo para la Unión Europea, pero solo Burkina Faso, con 459, y Mali, con 369, concentraron el 40 por ciento de los atentados yihadistas perpetrados en 2022 en todo el mundo.

Foto: Un anuncio del grupo Wagner en Moscú. (Reuters/Evgenia Novozhenina)

Ambos países encabezaron la tabla por encima de Siria y Afganistán o Irak, lo que denota un cambio respecto a lo vivido en lo que va de siglo. En el sexto lugar aparece Nigeria con 146 atentados, seguido de Níger con 127. Estos resultados coincidieron con la decisión de Francia de retirar sus tropas de Mali tras una década que ofrece resultados discretos en la contención del yihadismo. Los galos eran la referencia internacional en la región y concentraron sus esfuerzos precisamente en Níger.

El director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, Carlos Igualada, señala los factores que provocan este escenario: "La fragilidad en la gobernanza, los vacíos de poder generados, las dificultades para ejercer un control sobre las porosas fronteras, los múltiples conflictos intercomunitarios, la corrupción institucional, la incapacidad de las fuerzas de seguridad o los problemas socioeconómicos que sufre la población local, acaban formando el caldo de cultivo idóneo para la proliferación del extremismo violento. Si a todo ello le sumamos el especial interés que han mostrado durante los últimos años tanto Al Qaeda como Daesh por establecer en el foco central de su agenda el crecimiento del yihadismo en buena parte de África, el resultado no podía ser otro que aquel que estamos encontrando en la actualidad".

placeholder La región ha experimentado un incremento sustancial de atentados yihadistas.
La región ha experimentado un incremento sustancial de atentados yihadistas.

En África, igual que en otras partes del planeta, se presenta la rivalidad entre las dos principales organizaciones terroristas; Al Qaeda y Estado Islámico (o Daesh). Ambas buscan tejer relaciones con facciones locales que a su vez tratan de mantener cierta autonomía pese a entrar a formar parte de alguna de las dos grandes familias. De esa política de alianzas surgen nuevas marcas o grupos que simplemente pasan a denominarse de otra manera. Siempre ha habido diferencias entre la estrategia de Al Qaeda y Estado Islámico, partidario en su día de establecer un territorio propio con fronteras, instituciones y hasta moneda propia.

Tienen en común que en poco tiempo ambas han perdido a dirigentes claves. Al Qaeda lamentó la muerte de Ayman Al Zawahiri mientras que la ejecución por parte de Estados Unidos de Abu Bakar Al Baghdadi fue solo el preludio del mismo destino para sus dos predecesores, Abu Ibrahim Al Hashimi y Abu Al Hassan al Hassini. "Pese a que la estrategia de los socios occidentales se ha traducido en continuos éxitos de carácter operativo, como la eliminación de sucesivos líderes de los grupos terroristas, la falta de éxitos estratégicos y de carácter político es palmaria", dice la analista de Inteligencia Marta Summers.

4.108 muertos en 2022

En junio del año pasado también se produjo un movimiento importante por parte de Estado Islámico, que hizo un llamamiento masivo de sus seguidores para desplazarse (hacer la hégira) a África, del mismo modo que hace diez años lo hizo con Siria e Irak para establecer su califato. Por lo pronto, la suma de víctimas mortales que contabilizaron Burkina Faso, Mali, Nigeria y Níger ascendió en 2022 a 4.108 muertos en 2022 (los muertos en el conflicto de Irlanda del Norte se cifran en 3.500 a lo largo de 30 años). En cuanto a los objetivos, tanto Al Qaeda como Estado Islámico centraron sus esfuerzos en causar terror en zonas rurales y en poblaciones civiles en lugar de ataques más ambiciosos a intereses militares u occidentales.

Foto: Al Yazira difunde audio y fotografía de franceses secuestrados. (EFE)

Estado Islámico en el Sahel (EIS) es la marca del Daesh en la zona. Es el resultado de una reorganización provincial efectuada por el grupo, que denominó así a lo que hasta el año pasado se conocía como Estado Islámico en el Gran Sahara. Está integrado dentro del ISWAP, siglas en inglés de la filial terrorista que abarca todo el África Occidental. En esta zona, llamada la Triple Frontera, que une Mali, Burkina Faso y Níger, actúa con más fuerza Al Qaeda. Según los datos recabados por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) participado por el Gobierno de España, en esa región concreta el grupo fundado en su día por Osama Bin Laden acapara el 58 por ciento de los atentados frente a un 32 por ciento de Estado Islámico.

Otra de las marcas sangrientas de la región es JNIM, siglas del Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes. Opera sobre todo en Mali, pero no solo. Según explica el Departamento de Estado de Estados Unidos, es el resultado de la fusión entre Al Qaeda y los grupos Al Murabitoun, Ansar al Din y el Frente de Liberación de la Macina. Washington recuerda algunas de sus acciones más conocidas, como la que llevó a cabo en junio del 2017 en un centro turístico frecuentado por occidentales en las afueras de Bamako, también los atentados coordinados a gran escala en Uagadugú el 2 de marzo del 2018.

Existe otra facción de Estado Islámico que opera en el África Central desde 2018 con la colaboración de una parte de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), presentes en Uganda y en la República Democrática del Congo. A pesar del nombre, ADF es un grupo islamista que selló su alianza con Daesh. Es un grupo que nació con vocación de rebelarse contra su gobierno local y terminó por abrazar la yihad global.

Níger: Daesh, JNIM y Boko Haram

Níger se ha convertido desde hace días en el principal foco de inestabilidad desde el golpe de Estado. En ello ha tenido una influencia el empuje yihadista, que en 2022 registró un aumento de atentados del 10 por ciento respecto al ejercicio anterior, según los datos del OIET. Estado Islámico tiene más presencia en el norte, mientras que en el sur la marca más fuerte es JNIM, la filial de Al Qaeda. No obstante, en el listado de grupos que han actuado en suelo nigerino aparece también una marca histórica como Boko Haram, conocido por el rapto de 276 niñas en una escuela del nordeste de Nigeria en 2014.

Las zonas de actividad terrorista de Níger se reparten entre la región occidental del país, más cercana a la Triple Frontera, con 97 atentados en todo 2022, y el territorio correspondiente a la cuenta del Lago Chad, con 30 acciones terroristas. Para poner en contexto estas cifras, sirva como referencia el poso que ha dejado en España el terrorismo yihadista que se ha manifestado de forma contundente en dos atentados a lo largo de 20 años, el 11-M y el atentado de las Ramblas de Barcelona.

Foto: Los partidarios del golpe de Estado, Níger. (Reuters/M. Hamidou)

La cuenca del Lago Chad abarca los países de Nigeria, Níger, Chad y Camerún. Esta área presenta cifras más moderadas en comparación con la Triple Frontera. Tal y como explica Marta Summers, esto tiene que ver en parte con los enfrentamientos que mantienen por la hegemonía el Estado Islámico y Boko Haram, relegado a la segunda posición en número de acciones tras años siendo el principal grupo de la zona.

"Estas diferencias vendrían sucediendo desde la muerte Abubakar Shekau, líder de Boko Haram, en junio de 2021, lo que unido al intento del Estado Islámico en el África Occidental de absorber a sus miembros habría mermado considerablemente las capacidades de actuación de las dos partes", explica Summers. En este escenario, aparece en un papel mucho más secundario Al Qaeda, en este caso por medio de un grupo afín llamado Ansaru.

En cuanto a Nigeria, es un país que ha logrado un descenso en las cifras de atentados. Ha pasado de concentrar un 25 por ciento de los atentados en la zona a representar un 12 por ciento. Tanto Ansaru, como Boko Haram o Estado Islámico han disminuido su presencia, lo que se traduce en menos víctimas mortales. No obstante, asoma un fenómeno que arroja si cabe más leña a la hoguera: "La incidencia de grupos criminales que en ocasiones se alían con elementos terroristas continúa siendo notoria".

Estado Islámico del África Occidental, Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), Boko Haram, Al Qaeda, Ansaru… la lista de los grupos yihadistas que han convertido el Sahel africano en el principal foco de yihadismo mundial es larga. Esta región superó hace tres años en actividad a Oriente Medio y el sudeste asiático. Al sur del Sahara luchan por ganar influencia a golpe de asesinatos una amalgama de marcas y siglas que provocan miles de víctimas civiles cada año. El reciente golpe de Estado en Níger es solo el penúltimo episodio de inestabilidad que preocupa a las potencias occidentales, cuyo vacío aprovechan los mercenarios rusos del Grupo Wagner para ganar espacio.

Terrorismo
El redactor recomienda