El Gobierno impulsa un informe que acusa al grupo Wagner ruso de desestabilizar el Sahel

El Gobierno ha patrocinado un informe extenso sobre el terrorismo internacional que contiene múltiples alertas sobre la actuación del grupo Wagner en África. Advierte de que este colectivo de mercenarios al servicio de Rusia se ha extendido en zonas claves del Sahel, y amenaza con desestabilizar una región prioritaria para España aprovechando el hueco dejado tras la retirada de potencias europeas como Francia. “Que este grupo paramilitar vaya a jugar un rol decisivo en términos securitarios sobre un escenario tan volátil como es África Occidental, sin tener que responder ni respetar el marco del derecho internacional y con total impunidad, en ningún caso parece ser la opción más esperanzadora de cara a conseguir una estabilidad”, dice el trabajo realizado por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).

El estudio, coordinado por la asociación de víctimas Covite, analiza el fenómeno terrorista global a lo largo de 2022. Cuenta con el apoyo de Interior, Exteriores y Defensa, así como de la Administración valenciana y vasca. Cuenta con un prólogo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el que sitúa el Sahel como una de las principales preocupaciones del Ejecutivo en materia de seguridad: “La pérdida del territorio ocupado por Daesh en Siria y en Irak ha provocado que su actividad terrorista se haya expandido hacia otros territorios, con especial preocupación por su consolidación en el Sahel. Nuestros servicios de información, nuestros analistas y especialistas están permanentemente enfocados en estos movimientos. La seguridad de esta región del Sahel es prioritaria para España”.

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La primera alusión al grupo Wagner tiene que ver con la situación de Mali y con el anuncio de Francia en febrero de 2022 de poner fin a su misión Barkhane en el país tras casi 10 años. Esta decisión vino motivada en buena parte por los desencuentros y el empeoramiento de las relaciones con la junta militar maliense que gobierna el país, siendo el punto álgido de este desentendimiento la expulsión de Mali del embajador francés a finales de enero.

"Los abusos del grupo Wagner pueden acabar generando mayor apoyo a la causa yihadista"

“Ahora –—añade—, con el desplazamiento de las fuerzas francesas y el resto de socios europeos hacia Níger, donde se centrarán y continuarán los esfuerzos en la lucha frente al yihadismo en la región, el territorio maliense quedará a expensas del grupo Wagner (...). No hay más que pensar en la forma en la que los abusos que ya está cometiendo la compañía Wagner sobre la población local pueden acabar generando un mayor apoyo social a la causa yihadista”.

"Corporación cercana al Kremlin"

El informe se refiere al Grupo Wagner como “corporación rusa cercana al Kremlin” y sobre Mali describe que comenzaron a actuar en el centro del país, pero posteriormente se han expandido hacia Gao, Ménaka y la zona norte, aunque la junta de gobierno maliense no ha llegado a reconocer su presencia oficialmente. A su juicio, el coste político, militar y diplomático de este tipo de aliados es más bajo que el de los europeos ya que “no exige reformas políticas o el cumplimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos locales”. Sus exigencias tienen más que ver con concesiones mineras y derechos para la explotación de recursos naturales, así como una posición cercana al Gobierno dirigente del país en el que se encuentren.

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“No suelen mostrar interés en que los africanos desarrollen capacidades efectivas a largo plazo y, además, han protagonizado episodios violentos relacionados con abusos contra población civil —en el desarrollo de operaciones conjuntas con las Fuerzas Armadas de Mali—, desinformación y contratos ilegales”. La desinformación es un problema que también preocupa a las autoridades españolas. Exteriores convocó el jueves al embajador ruso en protesta por los ataques a España en redes sociales. El departamento de José Manuel Albares exigió la retirada inmediata de unos tuits en los que se censuraba a España por un falso despliegue de tropas militares en Ucrania. Las dos misiones de la Unión Europea en Mali, EUTM (European Union Training Mission) y EUCAP (European Union Capacity Building Mission) trataron de seguir operando sin cambios, pero, finalmente, acabaron suspendiendo sus actividades en el mes de abril, “por la falta de garantías sobre la interferencia de Wagner en sus propias funciones”.

África, "esencial" para Rusia

Otro de los países en los que se detiene el estudio es Burkina Faso. OIET advierte de los problemas políticos evidentes. “El nuevo Ejecutivo también se ha mostrado cercano a la órbita del Gobierno ruso, algo que no sería aprobado por los socios occidentales, pero tampoco por algunos países de la región —de hecho, el Gobierno ghanés ya se ha mostrado frontalmente opuesto a esta posible decisión—”. Las tropas francesas también han salido de su territorio, y se sospecha la llegada de miembros de Wagner para combatir el yihadismo. “Prueba de, al menos, el interés de estos sería la celebración del cambio de Gobierno por parte del dueño de la compañía, Yevgeny Prigozhin, que se congratuló de la llegada de un nuevo líder al país africano”, indica el informe.

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La conclusión del estudio es que “la llegada de personal de Wagner, en detrimento de tropas francesas y otros miembros de la Unión Europea, implica destacadas diferencias”. Según OIET su equipamiento dista mucho del de los socios occidentales, carecen de medios aéreos y cuentan con el apoyo de Rusia cuya prioridad es Ucrania. Esto resta fuerza a la respuesta contra el yihadismo. “No obstante, considerando la creciente impopularidad internacional del país, derivada precisamente de este conflicto, África se torna esencial para su política exterior, y supone un escenario fundamental donde poder desplegar su influencia”, asegura el documento.