Siete detenidos tras desarticular una de las mayores bandas de narcotráfico

La Policía Nacional ha dado por desarticulada una de las redes de tráfico de drogas más importantes de cuantas operan en Asturias y Galicia con la detención de siete personas, cinco de las cuales han ingresado en prisión, la incautación de 7 kilogramos de cocaína y el desmantelamiento de un laboratorio para la extracción y conversión de la droga líquida en sólida.

Fuentes policiales han informado este viernes de que esta operación policial se ha llevado a cabo en Asturias, Galicia y Madrid y que fruto de ella han sido siete detenidas siete personas en Oviedo, Gijón, Mieres, Villaviciosa, A Coruña y Alcorcón.

Los detenidos contaban con un alto grado de especialización, llevaban a cabo sus comunicaciones internas bajo encriptado y utilizaban distintas técnicas de seguridad en su desplazamientos.

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Las investigaciones se iniciaron en octubre del pasado año tras ser localizado en Asturias uno de los principales traficantes de drogas que de la cornisa cantábrica que, afincado en A Coruña, mantenía contactos con un hombre que estaba relacionado con una de las operaciones contra el narcotráfico más importantes de las llevadas a cabo en Oviedo y que culminó en 2012 con la intervención de 37 kilos de "speed".

La organización desarticulada, según la policía, disponía en Asturias de cuatro receptores de la droga que han fueron detenidos el pasado 26 de julio en Oviedo, Gijón, Mieres y Argüero (Villaviciosa), todos ellos con antecedentes policiales por hechos similares.

Hasta esas localidades se desplazaba desde A Coruña cada semana el principal investigado de la trama, que lo hacía en un turismo dotado de un hueco oculto para el transporte de la droga, o con la colaboración de segundos vehículos en labores de lanzadera.

Disponían de cuatro receptores de la droga que han fueron detenidos el pasado 26 de julio

La red se abastecía de la droga en Madrid, de una organización de origen colombiano, que a su vez estaba relacionada con una incautación de 130 kilos de cocaína que el pasado 20 de marzo se llevó a cabo en el interior del buque Iraklis, en el puerto gijonés de El Musel.

Los investigadores barajan que la organización desarticulada contaba, por lo tanto, con una segunda vía de entrada de material estupefaciente a través de los puertos de Gijón y Avilés y que también se encargaba de su ocultación y posterior tratamiento para la venta.

El pasado 25 de julio, la Policía Nacional interceptó en Gijón el coche del principal investigado de la trama, y oculto en el hueco de la defensa delantera encontró seis paquetes con un peso aproximado de siete kilos de cocaína.

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En el momento de la detención, los investigados se encontraban inmersos en la negociación para la adquisición de una remesa de heroína que, según la policía, se vio frustrada como consecuencia de esta intervención.

Fruto de las distintas diligencias de entrada y registro, autorizadas por el Juzgado de Instrucción número tres de Oviedo, la Policía Nacional procedió también al desmantelamiento de un laboratorio de extracción y conversión de cocaína líquida o diluida a clorhidrato de cocaína que se encontraba oculto en una urbanización de las afueras de la localidad coruñesa de Sada.

Además de la droga y los precursores químicos, la policía se inacutó de una pistola, un chaleco antibalas, 7 kilogramos de cocaína, siete balanzas de precisión, 17.400 euros en efectivo, un machete, un dispositivo de geolocalización, así como 18 teléfonos, 5 vehículos y anotaciones contables.