El PP arrebata el escaño de Madrid al PSOE y encarece la investidura de Sánchez

El voto extranjero complica las opciones de Pedro Sánchez de armar un nuevo Gobierno con la mayoría de la investidura. El recuento de Madrid ha acabado por dar el escaño 16 al PP a costa del 11 del PSOE, lo que deja a los dos bloques en 171 escaños y obliga al actual presidente a convencer a Junts para que vote afirmativamente para poder seguir en Moncloa. Hasta ahora solo necesitaba la abstención, pero los 233.688 votos que han llegado desde las embajadas han acabado por ajustar aún más el resultado del 23-J.

Después de casi tres horas de recuento, el PP ha logrado recuperar la brecha de 1.749 votos con la que acabó la noche electoral. Los populares necesitaban más de esa cantidad, ya que la cifra va en aumento por cada voto que logra el PSOE. La ventaja de los populares ha permitido el vuelco. El escaño es para Carlos García-Adanero, exdiputado de UPN que pasó al PP después de la polémica de la reforma laboral. En la Junta Electoral Central no tendrán datos oficiales hasta el lunes.

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Ana Belén Ramos Carlos Rocha Datos: Miguel Ángel Gavilanes Datos: Marta Ley

Es habitual que el voto CERA se comporte de forma similar al resultado general. En Madrid, el PP ganó el 23-J con el 40,51% de los votos frente al 27,88% del PSOE. Y así ha sido, los populares se han impuesto con el suficiente margen para arrebatar el undécimo escaño a los socialistas. El recuento se prolongó durante toda la jornada y, de hecho, empezó cerca de las 20:00 del viernes, ya que antes hay que ordenar las cartas con las papeletas en distintas urnas en un trabajo que se hizo en unas dependencias en la Casa de Campo a las que acudieron numerosos representantes de los partidos, como ocurre en la noche electoral.

La participación se ha elevado al 10,04% en todo el país de los 2,3 millones de residentes españoles en el extranjero, casi 4 puntos más que en las últimas generales, las de noviembre de 2019. Esto es así después de que se eliminase el sistema de voto rogado, que dificultaba la participación de los españoles que viven fuera del país al tener que solicitar activamente el sufragio. Desde que este sistema entró en vigor, comenzó a bajar la participación, que alcanzó su suelo en 2011 con el 4,59%.

El resto de provincias

Las otras provincias donde había más posibilidades de cambio en el último escaño han ido resolviéndose a lo largo de la jornada. Las más relevantes eran Girona, Tarragona y Cantabria. El caso de las provincias catalanas es llamativo, ya que el último escaño de Junts estaba en disputa tanto para el PP como para el PSOE, pero a media tarde fue la formación nacionalista la que confirmó a Europa Press que conservaba ambos asientos.

Los populares se quedaron más cerca en Girona, a solo 363 papeletas de los neoconvergentes. La dificultad aquí era que el partido de Carles Puigdemont es la tercera fuerza, con 47.234 votos, mientras que el PP es la quinta opción más votada, con 31.042. En Tarragona es el PSC quien puede arañar un escaño a Junts y está a 1.298 sufragios. Los socialistas lograron 120.428 frente a los 40.593, es decir, que por cada voto independentista hay 3 votos para el partido del puño y la rosa. Aunque los socialistas se han impuesto en el voto CERA, no ha sido suficiente para cambiar las tornas y reforzar la mayoría de Pedro Sánchez en detrimento precisamente del partido del que depende, en última instancia, su investidura.

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En Cantabria, la relevancia para el proceso de formación del Gobierno era menor, ya que el PP estaba a 428 votos de quitarle el escaño a Vox, por lo que el movimiento era dentro del bloque de la derecha. En cualquier caso, los populares, que fueron segunda fuerza, no lograron la suficiente ventaja para robarle un escaño a los de Santiago Abascal.

El resto de bailes eran más complicados a pesar de que los socialistas acabaron la noche electoral convencidos de que un par de escaños podrían virar a su favor, como ocurría en Málaga o Salamanca, pero el mismo lunes posterior al cierre de las urnas el mensaje de Ferraz fue conservador. Fuentes del Ejecutivo de Sánchez descartaron también cualquier posibilidad el miércoles.

En Málaga, los populares se impusieron, aunque por un margen de menos de 100 votos (1.878 del PP frente a 1.780 del PSOE). En Salamanca y Cuenca, el PSOE fue el más votado, pero no logró los suficientes sufragios para arañar al PP sus votos. Estaba en riesgo un escaño del PSOE en Albacete, pero los socialistas han ganado el reparto del voto CERA en la provincia castellano-manchega, por lo que no hubo modificaciones. Las dudas todavía están puestas en Tenerife, donde Sumar podría lograr un diputado a costa del PSOE, pero no hay datos al respecto en estos momentos.