Censura, especulación y récord: el sello vetado del PCE se agota hasta en el Congreso

Una empleada de la estafeta de Correos del Congreso de los Diputados descuelga el teléfono. Al otro lado de la línea, uno de los cientos de trabajadores que pululan cada día por el Palacio de las Cortes agradece la llegada de parte de su pedido, una semana después, aunque no está completo. Reservó 6 estampillas, aún falta una. En escasas semanas de vida, este sello se ha demostrado escurridizo. Diputados, asesores, ujieres, camareros, taquígrafas o periodistas han tenido ya dos oportunidades: 100 ejemplares conmemorativos del sello del centenario del Partido Comunista de España ya han sido remitidos en la Cámara Baja. Se agotaron rápido.

Desde un enfoque estrictamente numérico, no es nada comparado con las más de 2.500 unidades vendidas en cuatro horas en una única oficina de León, en 2018, cuando Correos distribuyó una estampilla que debía lucir la imagen de la catedral de la ciudad, pero en la que se coló el templo que enorgullece a Burgos. Aquí no ha habido error, salvo, en opinión del PCE, el de la asociación Abogados Cristianos. Durante escasos días logró que la Justicia frenara provisionalmente la difusión de este sello conmemorativo, y que ha visto cómo este bloqueo lo convertía en objeto de deseo; el plan inicial era distribuir 135.000 ejemplares, pero la "alta demanda" que reconoce Correos ha disparado esta cifra a 435.000. 300.000 sellos con el logo del PCE más de los previstos.

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Para dimensionar esta cifra, 135.000 es una tirada "estándar" para un sello conmemorativo, según la Federación Española de Sociedades Filatélicas (FESOFI), que también considera muy poco común que se amplíe el número de ejemplares de una misma serie. 200.000 sellos conmemorativos distribuyó Correos por el 50 aniversario del Rey Felipe VI, en 2018. Y 300.000 fue el número total de ejemplares para la serie conmemorativa de los 40 años de una saga con el éxito de Star Wars (2017), aunque en este caso el precio por estampilla se disparaba hasta los 5 euros. En el caso del sello comunista, teóricamente esto no debía ocurrir.

El sello del PCE, especialmente exitoso en Correos Market (la web de la empresa postal), no tendrá en principio nuevas ampliaciones de tirada según Correos, pero las restricciones iniciales han alimentado el mercado paralelo, al margen de los cauces oficiales, en los que llega a ofrecerse sextuplicando su precio. Si bien Correos vende cada ejemplar por 75 céntimos, basta una sencilla búsqueda en la web para encontrar ofertas por cifras que escalan hasta los 4,99 euros. Eso sí, ni Correos aclara si han detectado casos de acaparación, ni la Federación de filatélicos quiere hablar de especulación.

"Puede haber habido alguna persona o entidad que comprase más cantidad para su utilización"; "No para acaparar, sino para utilizarlos", aseguran. Una búsqueda algo más reposada arroja ofertas de 25 sellos por 75 euros, aunque el precio por unidad oscila entre los 3 y los casi 5 euros. "Que haya 435.000 ejemplares es una cantidad muchísimo más que suficiente para satisfacer a todos los interesados". "Si alguien compra este sello a un precio superior o muy superior al ordinario, el problema es suyo", insisten. Y, si se lanzan nuevos ejemplares al mismo precio, como ha ocurrido en este caso, teóricamente debería servir para reconducir la situación.

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El secretario general del PCE, Enrique Santiago, tira de ironía para pedir a la gente que quiere "especular y sacar beneficio económico" con esta edición conmemorativa con el logo del Partido Comunista que dé "las gracias" a quienes "pretendieron primero especular con la democracia" y después "le hicieron publicidad" a la hoz, el martillo y la estrella comunistas. Cuando se levantó la cautelarísima —término muy utilizado este mes de diciembre— que paralizaba la difusión de estos sellos, diputados del espacio político de Santiago reconocían, con mayor o menor seriedad, que debían mostrar su agradecimiento a Abogados Cristianos, pero también a los políticos de PP, Ciudadanos y Vox que criticaron el uso de estos símbolos.

"La polémica siempre hace que la gente crea que hay un interés especial", conceden los filatélicos, recordando que ocurrió lo mismo en 2004, con otra serie especial para celebrar el matrimonio de los entonces príncipes de Asturias, hoy reyes. Junto a su imagen, el texto mostraba una felicitación escrita únicamente en castellano, que generó toda una polémica por no incluir también las lenguas cooficiales. Finalmente, estas sí fueron tenidas en cuentas en sucesivas ediciones, pero los sellos impresos en esa primera tacada "subieron mucho de precio".

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Más allá de lo que pidan y paguen algunos, sea en puestos en la calle o en internet, para conceder un valor especial a una de estas estampillas, los filatélicos plantean que debería llevar sobreimpreso el matasellos con la fecha anterior a que fuera autorizada su circulación, cuando la jueza levantó la suspensión cautelar. Deberían haber salido a la venta el 14 de noviembre, cuando se cumplieron 101 años del nacimiento del PCE. Correos emite ediciones especiales desde 1850, si bien 170 años después aún se plantean casos de censura temporal.

Desde FESOFI recuerdan que también ha habido ediciones dedicadas a la UGT, o que el PC Portugués también ha tenido su propio sello en su país, y restan importancia a la polémica. "La justicia no podía hacer el juego político a una asociación ultra, aunque teníamos claro que sí se lo harían", y que los partidos de derechas "le reirían la gracia", critica Santiago. Al levantar la suspensión provisional, la magistrada de lo contencioso número 30 de Madrid, Carmen Casado, impuso las costas a Abogados Cristianos. En paralelo, hay quienes siguen teniendo a la venta estos sellos muy por encima de su precio. Y aún hay pedidos pendientes de llegar al Congreso.