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La moción de censura con la que Vox busca cambiar el paso electoral del PP
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LAS TENSIONES EN LA DERECHA

La moción de censura con la que Vox busca cambiar el paso electoral del PP

La iniciativa parlamentaria anunciada por el partido de Abascal apunta al núcleo estratégico de las elecciones de mayo: es un intento de recomponer el espacio político de la derecha en términos más favorables

Foto: Abascal y Cuca Gamarra. (Kiko Huesca/Efe)
Abascal y Cuca Gamarra. (Kiko Huesca/Efe)
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Vox ha anunciado una moción de censura contra Pedro Sánchez, cuyo candidato está por concretarse. Se ha especulado con un socialista o exsocialista hostil al sanchismo, ya que se trataría de un perfil idóneo: representaría a esa parte de la izquierda que, como Felipe González o Alfonso Guerra, está encendida con la deriva del Gobierno, lo que generaría tensiones dentro de un PSOE que no termina de asumir internamente algunas de las últimas decisiones.

Sin embargo, y más allá del recorrido de la moción, son las fricciones dentro de la derecha, así como los planteamientos estratégicos para 2023, lo que se están solventando en ella. El partido de Abascal resalta la necesidad última de que el espacio político de la derecha crezca, y a que ese fin se deben supeditar el resto de esfuerzos: "Hay una parte de votantes que compartimos con el PP y en Génova no terminan de entender que no podemos estar peleándonos por ellos. En última instancia, es poco importante quién se los lleve. De lo que se trata es de que los dos partidos ganemos votantes, cada uno por su lado, para ganar las elecciones generales".

Cuanto peor, mejor

Desde la dirección de Vox creen que el PP ha elegido el camino equivocado para ese objetivo, porque plantea las elecciones municipales y autonómicas "como si fueran un plebiscito contra Sánchez". Lo califican de "error gravísimo, porque es el mejor escenario para que Sánchez vuelva a gobernar. El votante de Lambán, por ejemplo, no va a dejar de apoyarle porque no esté de acuerdo con Sánchez". Sin embargo, al insistir en el marco del plebiscito, el PP se estaría poniendo "en el mismo plan que Ayuso, el de cuanto peor para Vox, mejor".

PP: "La moción de censura va en la dirección contraria de aquella en la que debemos ir, porque radicaliza nuestra posición"

Lo que subrayan desde el partido de Abascal se dirige al núcleo táctico de las elecciones de mayo: tanto PSOE como PP están convencidos de que, dado su poder territorial, los comicios les otorgarán un buen resultado, lo que les permitirá afianzarse como los partidos dominantes y, de este modo, visibilizar la debilidad de sus competidores más pequeños. Si, en ese escenario, la contienda electoral se plantea como un plebiscito, los partidos mayoritarios concentrarían más voto aún. De este modo, Ferraz y Génova competirían entre sí, pero al mismo tiempo relegarían a sus contrincantes a un espacio más reducido.

La moción de censura también tiene que ver también con cambiar ese planteamiento. Podemos está apretando a Yolanda Díaz y manifestando una posición más dura porque necesita marcar un perfil claro de cara a esos comicios. Vox jugará sus bazas en ese terreno, y la moción es parte de esa estrategia de diferenciación del PP.

El "regalo para Sánchez"

A los populares, la presentación de la moción les fuerza en muchos sentidos. Desde Génova insisten en que no la apoyarán. Según fuentes populares, "la moción va en la dirección contraria de aquella en la que debemos ir, porque radicaliza nuestra posición, divide en bloques al Parlamento y consolida el grupo de la izquierda". Sin embargo, no apoyar no es toda la historia, porque tampoco pueden oponerse, algo que resultaría extraño a sus votantes en estas circunstancias: "Si la presentan, no votaremos en contra; nos pondremos de perfil y que se estrellen solos".

"Una moción de censura perdida es una cuestión de confianza ganada. Es el mejor regalo para la presidencia europea de Sánchez", remarca el PP

Desde el equipo directivo del PP justifican esta posición, ya que su opción debe ser la de "ganar votos por el centro: en la medida en que dividamos en bloques, te quedas solo con el que ya tienes captado". Para que exista cambio de Gobierno, tiene que haber flujo de votos de un bloque a otro, y con la moción "se regala una victoria parlamentaria a Pedro Sánchez: una moción de censura perdida es como una cuestión de confianza ganada. Y a un año de las elecciones, no puedes hacer mejor regalo a la presidencia europea de Sánchez que presentarse ante Bruselas como un líder con respaldo parlamentario".

Lo llamativo es que ambos partidos parecen tener claro que lo importante es hacer crecer el espacio político común para que las elecciones permitan un cambio de Gobierno, pero plantean posiciones muy diferentes sobre cómo conseguir ese objetivo. A veces ligadas a la obvia necesidad de cada formación de aumentar su número de votantes, y en otras ocasiones a resquemores todavía vivos. En las filas de Abascal dolió la actitud de Casado en el Congreso, pero les molesta más aún que el PP de Feijóo esté regresando a esas posturas: "Debemos pasar a una relación de respeto profundo entre dos partidos con cualidades y estrategias muy distintas, y hasta que no se establezca ese respeto…". Desde Vox insisten en que el PP no puede seguir tratando a sus votantes como lo hizo Casado: "Y en lugares como Madrid, ese respeto no se está dando".

La respuesta del PSOE

Si la moción se produce y los populares no se oponen, como parece bastante probable, el marco que utilizará la izquierda quedará aclarado. Lo explicitan desde Ferraz: "Vox amaga para presionar a Feijóo, y Feijóo ya no disimula que está más cómodo en las posiciones de los ultras que en la moderación equiparable a cualquier partido democristiano europeo. Feijóo es la anomalía ibérica del Partido Popular Europeo". Es decir, la idea de que hay que combatir a la derecha radical regresa a escena tras ese periodo en el que Feijóo y Sánchez amagaron con entenderse y el PSOE dejó de mencionar a Vox en su argumentario y de equiparar a ambos partidos. Ahora se regresa a esa idea: "El apoyo de Feijóo a esta nueva iniciativa de la ultraderecha deja a las claras su hoja de ruta: un gobierno junto a la ultraderecha, que él aspira a presidir en España". En ese escenario, la moción servirá para "dirimir quién las lidera. Serán una suerte de primarias en el bloque conservador".

Estas tres líneas estratégicas confluyen en la moción. El PSOE, y la izquierda en general, cohesionarán su bloque contra las derechas insistiendo en su extremismo y en el golpismo judicial, y PP y Vox pugnarán entre ellos por conseguir una posición diferencial que les permita ganar votos, al mismo tiempo que se intenta ampliar el espacio común para echar a Sánchez de Moncloa. Cómo se manejen estas posiciones moldeará los contenidos concretos que se utilicen en la moción.

Vox ha anunciado una moción de censura contra Pedro Sánchez, cuyo candidato está por concretarse. Se ha especulado con un socialista o exsocialista hostil al sanchismo, ya que se trataría de un perfil idóneo: representaría a esa parte de la izquierda que, como Felipe González o Alfonso Guerra, está encendida con la deriva del Gobierno, lo que generaría tensiones dentro de un PSOE que no termina de asumir internamente algunas de las últimas decisiones.

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