Yolanda Díaz reaparece y reclama congelar precios en la prórroga de alquileres

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha reaparecido este viernes para reclamar a Pedro Sánchez que vayan un paso más allá en materia de vivienda: pide congelar los precios de todos los contratos que expiren y vayan a ser prorrogados, como le reclaman distintos colectivos por el derecho a la vivienda. "Nos piden que en los contratos, una vez que se acabe la vigencia, aquí se produzca una política de congelación de precios", explicó Díaz este viernes, a la vuelta de un viaje oficial a México que se ha prolongado durante casi toda la semana.

Esto supone pedir al PSOE que avance algunos pasos, ya que hasta ahora se daba por hecha la prórroga del tope del 2% en la subida de contratos de alquiler en vigor durante el año 2022, un compromiso adquirido con Bildu como contrapartida a su apoyo a los presupuestos. El marco escogido para encarar esta negociación es el mismo en el que deberán cerrar los detalles de este tope, el nuevo real decreto que el Consejo de Ministros aprobará a finales de este mes, con medidas para hacer frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania. El mismo en el que Podemos promete dar la batalla por un tope obligatorio a la subida de las hipotecas.

Díaz también ha abogado por mantener este tope, pero ha dejado claro que esta medida no es suficiente: "Está sujeta a los contratos que están en vigor, pero cuando acaba la vigencia del contrato", apuntaba, la negociación de la prórroga está siendo "imposible", con subidas que pueden rondar el 30% y hasta el 40%, según sus cifras. También ha reclamado al PSOE que descongele la ley de vivienda, paralizada en el Congreso. Es una reivindicación clave para su espacio político, hasta ahora abanderada por la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. "Es urgente el desbloqueo de esta norma, que es vital para mejorar la vida de la gente", apostilló.

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En esta línea, Díaz defenderá además garantizar una alternativa habitacional a las personas que sufran desahucios —"Llevamos más de 22.000 en el primer semestre del año"—, en cumplimiento de los "mandatos" de las Naciones Unidas. Y, frente a las personas que deben asumir precios desbocados en alquileres e hipotecas, sitúa a la banca, los fondos de inversión y los grandes tenedores de viviendas, "que se están beneficiando de la situación actual" y "tienen que corresponsabilizarse" en la gestión de esta crisis: esto es, que tienen que contribuir a garantizar la alternativa habitacional. Según sus números, se está produciendo una "transferencia de rentas de 8.000 millones de euros" de los bancos a la ciudadanía solo por la subida del euríbor.

Buena parte de estas materias están contenidas en la paralizada ley de vivienda, pero además la vicepresidenta segunda ha profundizado más de lo que acostumbra en este tema, para discutir incluso el concepto de grandes tenedores de vivienda que recoge la norma tal y como salió del Consejo de Ministros, que sitúa en 10 el umbral de viviendas en propiedad necesario para entrar en esta categoría. "¿Una persona con cinco viviendas en su haber tiene capacidad de influir en el mercado de vivienda?", cuestionó. Díaz se ha reunido en el Ministerio con organizaciones que llevan tiempo reclamando medidas contra los desahucios y para frenar la subida de los alquileres, el Sindicat de Llogaters i Llogateres, el Sindicato de Inquilinos y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Se desmarca del "ruido" de Podemos: "El ruido es la peor praxis política"

Por otro lado, y a su manera —de forma indirecta y evitando la colisión directa—, Díaz ha mandado algunos mensajes a Podemos: "No nos distraigamos", decía, reclamando a su espacio político que se centre en su actividad política y no en las urnas. "Nos equivocaríamos si pensáramos que la ciudadanía está pensando en elecciones", apuntaba.

Sobre el clima del Congreso, ha rechazado "participar en estrategias que son generadoras de tensión social": "El ruido es la peor praxis política", "no aporta nada a la vida pública", decía, en una semana en la que la bronca y el ruido han constantes en el Ejecutivo de coalición. Y, en lo que toca al PP, que pone en duda los datos del paro, le ha reclamado que "deje de ejercer el trumpismo en materia laboral y económica".

Sin embargo, sobre las "dificultades de aplicación" que Irene Montero reconoció esta semana en la ley del sí es sí, no ha querido entrar, como tampoco lo ha hecho en las críticas lanzadas desde Unidas Podemos al PSOE. Ha entrado en harina en un asunto en el que no acostumbra a hacerlo, pero se ha cuidado mucho de abrir otras puertas.