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Montero asume ahora "dificultades" en su ley y acusa al PP de "promover la cultura de la violación"
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Crispación en el Congreso

Montero asume ahora "dificultades" en su ley y acusa al PP de "promover la cultura de la violación"

Meritxell Batet pide a Montero que utilice otro lenguaje para "contribuir a la convivencia" en el hemiciclo. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, pide a la ministra que sea "más responsable" por "respeto a las víctimas"

Foto: Irene Montero en la sesión de control de este miércoles en el Congreso. (EFE/J. C. Hidalgo)
Irene Montero en la sesión de control de este miércoles en el Congreso. (EFE/J. C. Hidalgo)

Irene Montero ha admitido este miércoles "dificultades de aplicación" en la polémica ley del sí es sí, después de dos semanas negando que hubiera ninguna falla en la norma. La ministra de Igualdad, en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, ha equiparado estas "dificultades" a las que en su día se vivieron con la primera ley orgánica contra la violencia de género, impulsada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, sin hacer más autocrítica. Este mismo martes, el Tribunal Supremo recortó un año la pena a los dos exfutbolistas condenados por el caso Arandina, de 10 a nueve años de prisión, en aplicación de esta norma.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)

Montero, sin embargo, ha desviado la atención de estas palabras cuando ha hecho estallar a toda la bancada del PP, acusándolos de promover "la cultura de la violación". La titular de Igualdad se refería a las distintas campañas de concienciación de gobiernos de signo conservador, como los de Galicia o Madrid, a los que acusó de "responsabilizar a las víctimas de las agresiones que sufren". "Ustedes promueven la cultura de la violación que pone en cuestión la credibilidad de las víctimas", afirmó, enfadando a los conservadores.

Los diputados del PP han paralizado el pleno durante un par de minutos con sus gritos a la ministra, mientras la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, reclamaba que dejaran terminar a la ministra, que aprovechaba para criticar el "populismo punitivo" que atribuye al PP. Una vez concluida la intervención de Montero, Batet le afeó que usara una "expresión no adecuada" en "términos parlamentarios", y pidió a todos los grupos que empleen "un lenguaje adecuado para el Parlamento".

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, el pasado sábado durante el acto "Con todas, por todas" organizado por Podemos. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

"Debemos querer contribuir a la convivencia en esta Cámara, porque debemos contribuir a la convivencia fuera de esta Cámara", afirmó Batet. Montero se reiteró en sus palabras, acusándolos de "poner el foco en la víctima" en lugar de en el agresor. El Congreso lleva días sumido en un clima particularmente bronco, desde los insultos de Vox a la propia Montero, y la Presidencia de la Cámara ya dejó claro el martes, con la retirada de la palabra a una diputada de Vox, que va a ser mucho más dura con la interpretación del Reglamento.

Por su parte, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha aprovechado para reclamar a Pedro Sánchez que cese a Irene Montero desde los pasillos del Congreso, destacando que esas acusaciones son de la "máxima gravedad" porque provienen de una integrante del Gobierno. Batet ha ordenado que estas palabras se retiren del diario de sesiones, pero Gamarra ha asegurado que esto "no es suficiente". Tras la intervención que ha desatado la ira en sus filas, Gamarra ha tomado la palabra desde su escaño para tildar de "altamente ofensivo" que la ministra de Igualdad se pronuncie así sobre un partido "que ha luchado y va a seguir luchando por la igualdad y contra la violencia de género". "Lo que tiene que hacer la ministra es seguir luchando y ser un poquito más responsable, por respeto a las víctimas".

Foto: Carla Toscano, en una imagen de archivo. (EFE/Javier Lizón)

Es la segunda vez que un debate en el Congreso se convierte en un lodazal a cuenta de la ley del sí es sí. En esta ocasión, Montero ha defendido la norma recordando que reconoce a las víctimas el derecho a contar con una psicóloga especializada, asesoramiento gratuito por parte de una trabajadora social, o que la ley "pone el consentimiento" en el centro. Ni rastro de alusiones a las penas en su intervención.

La diputada que la interpelaba, Belén Hoyo, le afeó que la norma esté "regalando reducciones de condena y excarcelaciones a muchos agresores", y le reclamó que reconozca su "tremendo error", de "insultar a los jueces" o de gastar "un millón de euros" en "señalar a gente de forma injusta y despiadada", en referencia a la última campaña del ministerio. "¿Cuántos agresores sexuales se tienen que beneficiar para que se den cuenta de lo mal que lo han hecho?", le espetó. Montero respondía denunciando su cinismo, antes de verter las acusaciones que han generado una ola de indignación entre los conservadores.

Irene Montero ha admitido este miércoles "dificultades de aplicación" en la polémica ley del sí es sí, después de dos semanas negando que hubiera ninguna falla en la norma. La ministra de Igualdad, en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, ha equiparado estas "dificultades" a las que en su día se vivieron con la primera ley orgánica contra la violencia de género, impulsada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, sin hacer más autocrítica. Este mismo martes, el Tribunal Supremo recortó un año la pena a los dos exfutbolistas condenados por el caso Arandina, de 10 a nueve años de prisión, en aplicación de esta norma.

Irene Montero