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Page sí habló ante los barones y planteó que ningunear a Feijóo era un error
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Críticas al barón autonómico

Page sí habló ante los barones y planteó que ningunear a Feijóo era un error

La Moncloa le reprocha que no expusiese sus diferencias en el acto de Zaragoza, mientras desde su equipo insisten en que el castellano-manchego pidió no minusvalorar al líder del PP

Foto: El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Pague, junto a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. (EFE/Fernando Alvarado)
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Pague, junto a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. (EFE/Fernando Alvarado)

Poco ha durado el mensaje de unidad en torno a Pedro Sánchez que se buscaba transmitir desde el PSOE con el acto junto a los líderes territoriales que se celebró el sábado en Zaragoza. La entrevista de Emiliano García-Page en 'El Mundo' poniendo en cuestión la estrategia de desgaste a Alberto Núñez Feijóo disgustó a la Moncloa y a Ferraz. Si el lunes hubo cierta contención en la crítica al presidente de Castilla-La Mancha por defender la “solvencia” del líder del PP, ayer salieron en tromba tanto desde la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, hasta destacados barones como Guillermo Fernández Vara, que censuró la “confrontación permanente” que hasta hace un tiempo él mismo predicaba.

El reproche es que García-Page no expusiese sus diferencias con la dirección en los dos actos en que estuvo con Pedro Sánchez la pasada semana, en Toledo y Zaragoza. En el equipo del barón castellano-manchego hay cierta “sorpresa”, por que su presidente, cuando pidió la palabra en la reunión exprés que se celebró el pasado sábado, advirtió de que no se podía minusvalorar a un adversario como Feijóo.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la reunión del Consejo Político Federal del PSOE. (EFE/Javier Belver)

Como informó El Confidencial el pasado domingo, dentro de la brevedad del encuentro, tomaron la palabra varios compañeros y aunque el debate giró fundamentalmente en qué medidas se iban a tomar para paliar la inflación, se abordó el estado de la oposición, según confirmaron varios asistentes a este periódico. Había euforia al entender que Sánchez ganó al líder del PP en su cara a cara en el Senado y de ahí los comentarios sobre él. “De Feijóo se habló, poco, pero se habló”, insiste uno de los participantes.

En general, la convocatoria resultó decepcionante porque algunos de los citados esperaban que tras casi más de un año sin sentarse todos junto al presidente habría más interés por parte de este de plantear asuntos. Sin ir más lejos, cómo se articularán las futuras candidaturas o cuáles serían los ejes de campaña que marcaría la Moncloa. Los organizadores primaron el acto público ante la falta de tiempo. “Nos citaron en el piso 17 de unas oficinas y repartieron carpetas vacías”, se queja un dirigente socialista.

En Ferraz, han querido trasladar la imagen de que Page ha sido “desleal” con el partido. No es la primera vez que el barón marca perfil propio en asuntos como la necesidad de romper la coalición con Podemos o condenar los pactos del PSOE con ERC y Bildu. De hecho, frente a la cruzada en su contra, hay ministros que restan importancia a sus declaraciones al considerar que “siempre ha marcado distancias”.

Las declaraciones que ha verbalizado en público García-Page las han suscrito en privado otros barones críticos. Tras los malos resultados en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Andalucía, saltaron a los titulares entrecomillados de presidentes autonómicos planteando que se pusiera fin al pacto con Podemos. La diferencia es que no permitían que los periodistas se las atribuyeran.

Foto: Emiliano García-Page. (EFE/Fernando Alvarado)

Entre los dirigentes y cuadros medios del PSOE, la preocupación por las encuestas es creciente. El análisis optimista de la Moncloa no cala. La nota predominante es que se castigue a los alcaldes y presidentes regionales por la gestión del Gobierno. A nadie se le escapa que tradicionalmente el color que tiña el mapa en las elecciones municipales marca lo que ocurrirá en las generales.

Los barones quieren hacer campañas en clave doméstica y huir del discurso nacional. Hay unanimidad en que Sánchez resta a la marca y a su gestión. La Moncloa, por el contrario, está en sacar a la calle al presidente y que recorra los territorios donde el PSOE gobierna. La previsión es que el presidente del Gobierno se vuelque en la campaña en contra del deseo de los territorios, que recuerdan cómo Juanma Moreno cosechó un resultado histórico con un discurso centrado en Andalucía.

Los sondeos van mal. El propio García-Page está forzado a lograr una mayoría absoluta ante la amenaza de que un acuerdo PP-Vox le saque del Gobierno. En esta situación están en Extremadura y la Comunidad Valenciana. Si los socialistas no logran retener buena parte del poder territorial, se podría desencadenar una crisis antes de las generales que lleve a cuestionar el liderazgo de Sánchez. El viejo PSOE mira con esperanza al barón castellano-manchego en busca de una vuelta a los orígenes.

Poco ha durado el mensaje de unidad en torno a Pedro Sánchez que se buscaba transmitir desde el PSOE con el acto junto a los líderes territoriales que se celebró el sábado en Zaragoza. La entrevista de Emiliano García-Page en 'El Mundo' poniendo en cuestión la estrategia de desgaste a Alberto Núñez Feijóo disgustó a la Moncloa y a Ferraz. Si el lunes hubo cierta contención en la crítica al presidente de Castilla-La Mancha por defender la “solvencia” del líder del PP, ayer salieron en tromba tanto desde la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, hasta destacados barones como Guillermo Fernández Vara, que censuró la “confrontación permanente” que hasta hace un tiempo él mismo predicaba.

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