Pedro Sánchez menosprecia a Feijóo ante los barones y evita debatir sobre candidatos
Quejas entre los líderes territoriales porque el presidente dedicó "muy poco tiempo" del encuentro para analizar la situación del PSOE: "Estaba más enfocado en el acto público"
Con más o menos intensidad, pero todos los barones aplaudieron y jalearon públicamente el discurso de Pedro Sánchez. El presidente necesitaba un baño de militancia y lo tuvo ayer en Zaragoza, donde se reunió con los líderes territoriales para poner en marcha la maquinaria electoral de cara a las municipales y autonómicas de mayo de 2023. Por unas horas el socialismo aparcó las malas expectativas y se entregó a los pronósticos del gurú oficial, Félix Tezanos. El efecto CIS, el único sondeo que coloca a Sánchez como ganador y apunta a un retroceso del PP, insufló ánimo en una tropa con ganas de creer. "El ambiente ha sido muy bueno", coincidían dos barones sin responsabilidad gubernamental que apuntaban que el partido "sale con mucha fuerza y a por todas".
Menos optimistas eran los que tienen algo que perder. Se percibía "decepción" en cómo Ferraz había planteado el encuentro, según han reconocido a este periódico varios de los asistentes. El presidente ha llegado con prisa y la reunión ha sido "muy breve", lamentan las mismas fuentes, que critican que "se ha enfocado todo al acto público". Después de casi un año de la última cita en Valencia, con motivo del Congreso Federal, ansiaban que Sánchez marcase una hoja de ruta y escuchase su análisis de situación. Hay preocupación entre los líderes territoriales por el desgaste de las siglas y del Gobierno. En ocho meses los socialistas se juegan el gobierno de nueve comunidades y más de 2.500 alcaldías.
La mayoría de los barones ha pedido la palabra, aunque insisten en que se hubieran necesitado "más minutos" para plantear un debate a fondo de temas como la inflación. El alza de los precios ha sido recurrente en las intervenciones y existe cuórum en que hay que gastar para mantener el escudo social de los potenciales votantes: jóvenes y pensionistas. Es imprescindible que la Moncloa tire de BOE para paliar la crisis económica que, según recuerda un veterano, "se lleva a los gobiernos por delante". Sánchez llegó con la lección aprendida y aprovechó para anunciar que en el próximo Consejo de ministros se aprobará la bajada del IVA del gas al 5% y se dará luz verde a ayudas por valor de 172 millones de euros a la Atención Primaria.
Sobre la mesa se puso también el llamado "efecto Feijóo". El PSOE se desangra por el centro, pero Sánchez mantendrá el volantazo a la izquierda. El presidente trasladó a los suyos que el líder del PP ha tocado techo demoscópico. Se mostró convencido de que habrá remontada de cara a las generales y se felicitó y le felicitaron por cómo había "noqueado" al gallego en el cara a cara del Senado. En este punto, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, utilizó su turno para echar agua sobre el aceite y advertir de que no se puede "minusvalorar" a un adversario como Feijóo.
Ni una sola vez se mencionó a Vox. Los de Abascal, que tantos mítines socialistas coparon bajo el acicate de que "viene la ultraderecha", han dejado de existir. El batacazo electoral en Andalucía demostró que agitar el fantasma de Vox no moviliza a su electorado y sirve como palanca para que el voto útil se aglutine en el PP. A Feijóo se le combate situándole con los poderosos y en contra de los intereses del ciudadano medio. Este es el eslogan.
Pese a que se ignore a la formación de Abascal, en algunos feudos clave como Extremadura los sondeos adelantan que tendrán la llave. Guillermo Fernández Vara ganaría las elecciones con 31 diputados, pero el PP y Vox juntos sumarían 34. En el caso de García-Page, hay encuestas que vaticinan que es posible repetir la mayoría absoluta, otras evidencian la amenaza de que un pacto de las derechas, con 18 diputados en las Cortes, cambiaría el signo del Gobierno. El recorrido por los diferentes territorios dibuja un mapa similar salvo en Aragón y Asturias. Además, Vox no repetirá el error de Andalucía de exigir entrar en los gobiernos de partida y siempre favorecerá un presidente del PP antes que uno del PSOE.
Tabú fueron también dos asuntos calientes en la vida interna del partido: las candidaturas y el indulto a Griñán. El primero era incómodo para todos después de "lo de Madrid". Contra los deseos de la formación madrileña, Sánchez ha expulsado a la delegada del Gobierno, Mercedes González, de la carrera para ser candidata a la Alcaldía de Madrid. Las quinielas colocan a un ministro/a o un independiente en este puesto. Según publicó ayer este medio, el presidente tiene en mente al poeta, Luis García Montero. El número "tres" del PSOE, Santos Cerdán, ha descartado al escritor al considerarlo una "ocurrencia" pese a que, como desvelaba 'El País', almuerza asiduamente con el presidente en la Moncloa.
El círculo se estrecha en torno a los titulares de presidencia, Félix Bolaños, y la de Justicia, Pilar Llop. El nombre del primero ocupó algún corrillo ayer en Zaragoza. Los socialistas madrileños lo ven como el "único" de consenso. También siguen circulando tanto Fernando Grande-Marlaska como Margarita Robles. Solo Sánchez lo sabe, pero esperará a cerrar su crisis de Gobierno para dar a conocer al "paracaidista".
Sobre Griñán, la mayoría de los barones confían en que el Tribunal Constitucional resuelva a favor del expresidente de la Junta de Andalucía, condenado a prisión y evite así que el Gobierno tenga que verse en la tesitura de indultarlo. También hay consenso en que no debe entrar en la cárcel, pero, con elecciones a la vista, esta reflexión se guarda para el ámbito privado. En público, sonrisas.
Con más o menos intensidad, pero todos los barones aplaudieron y jalearon públicamente el discurso de Pedro Sánchez. El presidente necesitaba un baño de militancia y lo tuvo ayer en Zaragoza, donde se reunió con los líderes territoriales para poner en marcha la maquinaria electoral de cara a las municipales y autonómicas de mayo de 2023. Por unas horas el socialismo aparcó las malas expectativas y se entregó a los pronósticos del gurú oficial, Félix Tezanos. El efecto CIS, el único sondeo que coloca a Sánchez como ganador y apunta a un retroceso del PP, insufló ánimo en una tropa con ganas de creer. "El ambiente ha sido muy bueno", coincidían dos barones sin responsabilidad gubernamental que apuntaban que el partido "sale con mucha fuerza y a por todas".
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