Anna Gabriel, en el Supremo tras cuatro años de huida: "Los principios siguen intactos"

La exdiputada de la CUP Anna Gabriel compareció este miércoles ante el Tribunal Supremo tras cuatro años de huida. El magistrado Pablo Llarena, instructor del 'procés', la citó a declarar en calidad de investigada por desobediencia, un delito que no lleva aparejado pena de prisión, solo multa de hasta un año e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante dos. "Los principios siguen intactos, como no podía ser de otra manera", defendió la exdiputada a su salida del tribunal.

La investigación contra Gabriel se centra en su presunta implicación en la declaración unilateral de independencia (DUI) de Cataluña en 2017. Según explicó a las puertas del Supremo, el interrogatorio de este miércoles abordó su papel como diputada del Parlament en los meses clave del 'procés', cuando el Tribunal Constitucional llegó a apercibir a los líderes independentistas, pero ella negó ante el juez haber incurrido en desobediencia alguna: "Esperemos que la causa o se archive o se envíe a Barcelona", resumió ante los medios. Con esta previsión sobre la mesa, Gabriel decidió poner fin a su huida en Suiza y entregarse el pasado 19 de julio.

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Oriol Junqueras (ERC), Mercedes Aizpurua (EH Bildu), Maria Sirvent (CUP) y Jaume Asens (Unidas Podemos), entre otros, acudieron este miércoles al Supremo para arropar a Gabriel. Ellos también cargaron contra la "represión" y la "judicialización" ante las cámaras, pero, políticos aparte, el segundo protagonista de la jornada fue su abogado, Iñigo Iruín Sanz. En marzo de 2021, este histórico letrado de la izquierda 'abertzale' y de ETA ya gestó la entrega de otra de las huidas: la 'exconsellera' de Agricultura Meritxell Serret. Al igual que Gabriel, ella se enfrenta a una condena por desobediencia y será enjuiciada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en los próximos meses.

"Hoy más que nunca un pensamiento para todas aquellas que seguís en el exilio, para todas las que han estado presas, por las multadas, por las amenazadas, por las perseguidas", defendió Gabriel en un discurso en el que no aceptó preguntas. "Tendremos la ocasión de hablar en otra situación... Son cuatro años y medio sin venir a casa y estoy relativamente emocionada".

La portavoz del Secretariado Nacional de la CUP y exdiputada 'cupaire', Maria Sirvent, confirmó a su vez que Gabriel tiene "compromisos profesionales y militantes en Suiza", por lo que seguirá residiendo en dicho país. Al tratarse de un delito que no conlleva pena de cárcel, el magistrado no le ha impuesto ninguna medida cautelar más allá de quedar a disposición del tribunal.

El Supremo nunca llegó a cursar una orden europea o internacional de detención en su contra y, tras materializarse su entrega en julio, Llarena ya retiró la correspondiente orden nacional. Hasta nuevo aviso, Gabriel solo tiene la obligación de "comparecer cuantas veces fuera llamada".