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Delgado pretende atar su futuro en la cúpula judicial como la fiscal de memoria democrática
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TRAS FRACASAR LA ENMIENDA PARA ASCENDERLA

Delgado pretende atar su futuro en la cúpula judicial como la fiscal de memoria democrática

El puesto del 'fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática' se incluye en la nueva ley que el Congreso aprobó la pasada semana

Foto: Dolores Delgado, en una imagen de archivo. (EFE/Emilio Naranjo)
Dolores Delgado, en una imagen de archivo. (EFE/Emilio Naranjo)
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La accidentada trayectoria de Dolores Delgado como fiscal general del Estado acabó este martes tras un cese que venía rumiándose desde hace meses en la carrera. Su delicado estado de salud por graves problemas de espalda levantó insistentes rumores que acabaron de confirmarse con la aceptación por parte de Moncloa de su renuncia. Acabada esta etapa, Delgado piensa en su futuro y persigue atar su nombramiento como fiscal de Sala de Memoria Histórica, informan fuentes jurídicas.

Este puesto de nueva creación concilia dos ventajas para la ya ex fiscal general. Por un lado, obtenerlo consagraría su ascenso a la primera categoría fiscal. Delgado no es fiscal de Sala, no forma parte de la cúpula, y por el momento tendrá que incorporarse a su plaza de la Audiencia Nacional en los próximos 20 días. Pese a ello, tras su paso primero por el Ministerio de Justicia y después por la jefatura del ministerio público, la reincorporación en su antiguo puesto sería muy complicada. Para hacerse una idea del embrollo, basta con pensar que estaría a las órdenes del responsable que ella misma nombró hace solo unos meses.

Por otra parte, la especialidad de Memoria Democrática se corresponde a la perfección con sus intereses personales y profesionales. Profesionalmente, es un área que le apasiona y que trató de cultivar ya durante su fase como ministra, en la que protagonizó medio centenar de actos, entre homenajes, exposiciones, conferencias y coloquios, nacionales e internacionales, para homenajear al exilio republicano. También contribuyó de forma activa en la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos.

El puesto se incluye en la nueva ley de memoria que nació hace unos días en medio de la polémica. La norma contempla la creación de la figura del ‘fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática’. Entre las funciones de esta nueva especialidad se encontraría el esclarecimiento de los hechos ocurridos durante el franquismo y la investigación de violaciones del derecho internacional humanitario ocurridas en la Guerra Civil, la dictadura y hasta la aprobación de la Constitución.

Además, el cargo contaría con funciones de impulso de los procesos de búsqueda de las víctimas de los hechos investigados, en coordinación con los órganos de las distintas administraciones con competencias sobre esta materia, es decir, las comunidades autónomas. A pesar de ello, la prescripción y la imposibilidad de acusar de condenas retroactivas limitan la acción penal en este terreno, en el que, además, gran parte de los autores han fallecido o son ya muy ancianos.

El texto debe pasar aún toda la fase parlamentaria y se espera que la plaza salga a concurso después del verano. Esa será la oportunidad de Delgado para postularse. La decisión dependerá del nuevo fiscal general que propone el Ejecutivo, Álvaro García, que ha sido mano derecha de Delgado durante los dos años y medio de su mandato.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a varios miembros de su dirección. (EFE/David Mudarra/PP)

El consejo fiscal emitirá su dictamen, pero no es vinculante. Fiscales conservadores ya advierten de que la materia casa en exceso con los intereses de la fundación que dirige la pareja sentimental de Delgado, Baltasar Garzón, que lleva las riendas de Fibgar, entidad privada sin ánimo de lucro, centrada en la promoción y defensa de los derechos humanos y la jurisdicción universal.

Tras el fracaso de la enmienda

Delgado depende de este nombramiento para acceder a la cúpula después de que fracasara la estrategia del Gobierno para ascenderla, vía enmienda parlamentaria a la ley concursal. El grupo socialista retiró hace unos días esta previsión, en medio de las críticas de la oposición y de su socio de gobierno, Podemos.

Foto: Dolores Delgado en una imagen de archivo. (EFE/Cati Cladera)

El grupo rectificó después de proponer, en concreto, incluir una disposición final en la que se reflejaba que, cuando el nombramiento de fiscal general recaiga en un miembro de la carrera en situación de servicios especiales, como es el caso de Delgado, "adquirirá la categoría de fiscal de Sala del Tribunal Supremo una vez se produzca su cese".

La accidentada trayectoria de Dolores Delgado como fiscal general del Estado acabó este martes tras un cese que venía rumiándose desde hace meses en la carrera. Su delicado estado de salud por graves problemas de espalda levantó insistentes rumores que acabaron de confirmarse con la aceptación por parte de Moncloa de su renuncia. Acabada esta etapa, Delgado piensa en su futuro y persigue atar su nombramiento como fiscal de Sala de Memoria Histórica, informan fuentes jurídicas.

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