Argelia vuelve a la carga contra España, pero esta vez apunta a Albares

En su hostigamiento a un Gobierno de España que respalda ahora las tesis del "adversario marroquí" sobre el Sáhara Occidental, la diplomacia de Argelia no descansa ni en fin de semana. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia publicó este sábado por la tarde un nuevo comunicado que amplía el que sacó 24 horas antes su Embajada ante la Unión Europea en Bruselas.

Esta vez, los dardos argelinos están especialmente dirigidos contra el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, que el viernes estuvo en Bruselas para recabar la solidaridad europea con una España "agredida" por el vecino argelino. El ministro se entrevistó allí con Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea encargado de la política comercial, y Josep Borrell, el Alto Representante para la política exterior. Juntos publicaron un comunicado plagado de reproches a Argelia por violar el acuerdo de asociación que suscribió con la Unión Europea en 2005, al vetar el comercio con España y discriminar así a un Estado miembro.

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Lo sucedido "es obra de la desafortunada intromisión de una personalidad claramente empeñada en publicitar las tesis de su diplomacia nacional en detrimento de la preservación de los intereses bien comprendido de la Unión Europea", reza el comunicado argelino. En definitiva, Albares, al que no nombra, ha inducido a las instituciones europeas en un error. ¿Con qué propósito?: "Presionar a un país del sur celoso de su independencia".

La inquina argelina contra Albares, considerado como el principal artífice —junto con el exministro Miguel Ángel Moratinos— del alineamiento del Ejecutivo español con Marruecos, recuerda a la animadversión marroquí, hace un año, hacia la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a la que el presidente Pedro Sánchez echó del Gobierno en julio de 2021 para facilitar la reconciliación con ese país. En su lugar nombró a Albares, cuya prioridad fue sellar la paz con Rabat, algo que logró nueve meses después dando un bandazo con relación al Sáhara Occidental.

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La diplomacia argelina argumenta, más profusamente que el viernes, que la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad con España "tiene carácter bilateral" y "no tiene ninguna repercusión en los compromisos de Argelia con la UE". Por lo tanto, "no requiere la puesta en marcha de ninguna consulta europea con vistas a una reacción colectiva", como la que promovió Albares. Justifica de nuevo la suspensión de ese tratado anunciada por el presidente Abdelmadjid Tebboune porque la parte española "ha abandonado las obligaciones y los valores esenciales consagrados" en él.

"Sin ningún fundamento"

La suspensión de las relaciones comerciales con España, recogida el miércoles y el jueves por la prensa privada argelina, es prácticamente una invención, según el comunicado. Ha sido "invocada apresuradamente y sin ningún fundamento", recalca. "(...) Las autoridades comunitarias europeas no tienen, por tanto, ninguna base legal" para pronunciarse sobre esta materia como lo hicieron. Con esta reculada, desmintiendo haber vetado el comercio con España, las autoridades argelinas tratan de evitar que la Comisión Europea pueda tomar cartas en el asunto.

La diplomacia argelina rechaza, por último, las "fantasiosas y malintencionadas insinuaciones y preguntas relativas a la cuestión del suministro de gas a España". "(...) El propio presidente de la República ha afirmado solemnemente la determinación de la parte argelina de cumplir sus obligaciones contractuales al respecto".