Argelia recula: garantiza el suministro de gas y niega haber cortado el comercio con España

La Embajada de Argelia ante la UE respondió este viernes al comunicado de la Comisión Europea con otro escrito con tono apaciguador en el que afirma que no está en peligro el suministro de gas a España y asegura incluso que tampoco se ha cortado el comercio entre los dos países, en contra de lo anunciado por la propia prensa argelina. Horas antes, la Comisión había subrayado que las medidas adoptadas por Argel “en principio parecen violar el Acuerdo de Asociación Unión Europea-Argelia, particularmente en el área de comercio e inversión”.

A través de un comunicado, Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, y Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, expresaron su “suma preocupación” ante la decisión de Argel, tras recibir la visita en Bruselas del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares. “(...) en lo concerniente al suministro de gas a España, Argelia ya comunicó, a través de la voz más autorizada, la del presidente de la República, que seguirá cumpliendo sus compromisos en ese marco e incumbe a las empresas comerciales afectadas asumir también el conjunto de sus compromisos contractuales”, señala el texto.

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Esta última frase constituye una alusión a que los compradores españoles de gas argelino, empezando por Naturgy, deberán pagar el precio justo a Sonatrach, la compañía pública argelina del sector de los hidrocarburos. Ambas partes están negociando una revisión al alza de los precios, tal y como prevén los contratos que suscribieron.

Es verdad que el presidente Abelmajid Tebboune declaró a finales de abril a la televisión pública de su país que el suministro energético estaba garantizado, aunque no ahorró críticas, en esa entrevista, al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, por su alineamiento con Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, puesto de relieve por la carta que envió al rey Mohamed VI el 14 de marzo.

"Cumplirá sus compromisos e incumbe a las empresas comerciales afectadas asumir el conjunto de sus compromisos contractuales"

“En lo concerniente a la supuesta medida de cese, ordenado por el Gobierno, de las transacciones comerciales con un socio europeo [España], solo existe en la mente de aquellos que la anunciaron y que después se apresuraron en estigmatizarla”, prosigue el comunicado argelino. Desmiente así que las autoridades de Argel hayan dado orden de cortar las importaciones y exportaciones con España, una información que fue recogida por la prensa argelina y que fue también trasladada a corresponsales extranjeros por fuentes diplomáticas de este país. Ha circulado durante 36 horas sin que la desmintieran.

Congelar domiciliaciones

La Asociación Profesional de la Banca y de los Establecimientos Financieros (APBEF) envió, el 8 de junio, a todos los directores de banco argelinos una nota ordenándoles “congelar las domiciliaciones y las operaciones de comercio exterior de productos y servicios de y hacia España”, lo que equivale a poner fin a prácticamente todos los intercambios. Al día siguiente, varios exportadores españoles reconocieron que habían sido informados de que ya no podrían seguir vendiendo sus productos a Argelia. Uno de los primeros en hacerlo fue, el jueves, la naviera Balearia que enlaza Valencia con Mostagabem.

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Es verdad que la APBEF no es un organismo público, pero actúa de intermediario entre el Ministerio de Economía y Hacienda y la banca, que en Argelia es mayoritariamente pública, aunque también hay algo de banca privada extranjera. Prohibir el comercio con España suponía, probablemente, incumplir el acuerdo de asociación entre Argelia y la UE de 2005 porque equivale a discriminar a un Estado miembro. Así lo señala el comunicado de la Comisión de este viernes. Las autoridades argelinas han dado aparentemente marcha atrás.

La Embajada de Argelia ante la UE “deplora la precipitación con la que la Comisión Europea ha reaccionado, sin celebrar ninguna consulta previa ni comprobar con el Gobierno argelino, a la suspensión por Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo”, España. Se refiere al tratado de amistad suscrito por los presidentes José María Aznar y Abdelaziz Bouteflika en 2002 y que Argel denunció el miércoles por la tarde.

La Comisión Europea “(...) debería de haberse asegurado que esta medida [tomada por Argel] no afecta, ni directa ni indirectamente, a los compromisos incluidos en el acuerdo” de asociación Argelia-UE de 2005. Es decir, precisa que la suspensión por las autoridades argelinas de ese tratado con España no tiene ninguna consecuencia sobre el acuerdo que Argel tiene suscrito con toda la UE.