Feijóo hurga en la debilidad del Gobierno y Sánchez responde que el PP solo "estorba"
En su primer cara a cara, el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición se han culpado mutuamente de la falta de acuerdo en las recetas económicas para contener la inflación
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No hubo tono conciliador, ni cordialidad, ni siquiera "respeto". Como estaba previsto, Alberto Núñez Feijóo ha utilizado su primer cara a cara contra Pedro Sánchez para reivindicar la "política útil" y alejada de la "crispación" como única vía para llegar a acuerdos entre los dos grandes partidos, sobre todo en materia económica. Pero el líder del PP no ha obviado la debilidad parlamentaria de Sánchez para orientar su primer discurso en la Cámara Alta y pedir al Gobierno que se abra a "pactos" con el primer partido de la oposición porque "no tiene socios de Estado".
El dirigente gallego ha censurado que Sánchez se apoye en las "minorías independentistas" para evitar negociar con el PP, y ha reivindicado su mano tendida para que no utilice esta circunstancia "sólo cuando no le llegan los votos" en el Congreso porque "una cosa es gobernar y otra resistir". En su primera intervención, Feijóo ha desplegado los motivos por los que entiende que las medidas anticrisis del Gobierno "no funcionan", y ha instado al jefe del Ejecutivo a devolver a las rentas medias y bajas los 4.000 millones de euros recaudados por el exceso de inflación, así como bajar al mínimo el IVA de productos básicos e hidrocarburos, una de las líneas maestras del plan económico del PP. "Tiene más fondos europeos que nunca. Ha subido 24 impuestos. ¿Por qué se empeña en endeudar a los españoles?", ha incidido.
Feijóo pide a Sánchez que abandona las "minorías independentistas" y pacte con el PP
En su debut contra Sánchez, Feijóo ha insistido en presentar al PP como un partido "responsable", alejado de los "insultos" y capaz de "sumar" y de "construir" con el PSOE, una oferta con la que aspira a que Sánchez renuncie a las "minorías independentistas" para "estar a la altura de la mayoría de los españoles". Los populares llegaban a la cita de este martes con la intención de sentar los mimbres sobre los que avanzar a un pacto en materia económica, pero denuncian que se han encontrado con la negativa de un Gobierno "instalado en la crispación".
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El presidente del Gobierno, por su parte, ha aprovechado su intervención para volver a reclamar al líder del PP que se avenga a pactar una renovación del CGPJ, cuyo mandato lleva más de tres años caducado. Como esperaban en Génova, Sánchez volvió a aludir en su intervención tanto a Vox como a Pablo Casado -afeando que la llegada de Feijóo no enmienda al tono bronco de la anterior etapa- intentando en este caso pinchar la burbuja del llamado 'efecto Feijóo' acusándole de continuismo y utilizando la falta de acuerdo en la renovación del órgano de gobierno de los jueces para cuestionar su constitucionalismo. “¿Está dispuesto o no a cumplir con la Constitución y renovar los órganos constitucionales?”, preguntó, recurriendo a la misma fórmula que utilizó hasta la saciedad con el antecesor de Feijóo.
Sánchez ha descargado la responsabilidad de sus pactos con las formaciones independentistas, aun sin nombrarlas, en la falta de acuerdos con el PP. “Un Gobierno en minoría parlamentaria de 155 escaños, para llegar a los 176 necesitamos forjar acuerdos con otras fuerzas políticas”, justificó para acto seguido demandar al líder de los populares a que haga una “oposición de Estado y una oposición útil”.
El jefe del Ejecutivo ha enumerado los hitos económicos de su gestión, desde la revalorización de las pensiones hasta el aumento de la contratación indefinida derivada de la aprobación de la reforma laboral, pero no ha evitado elevar el tono contra el PP porque "lo único que han hecho ha sido estorbar, estorbar y estorbar".
Feijóo le reprochó que la de su partido era una oposición de Estado, pero que el problema de Sánchez es que “no tiene socios de Estado”. Precisamente, el Gobierno ha dejado en el aire este mismo martes sus acuerdos con Bildu en materia de pensiones. La formación abertzale arrancó un compromiso de subir las pensiones no contributivas un 15% hasta final de año para luego incluirlo en los Presupuestos, pero tanto el grupo parlamentario socialista como en Ferraz han optado por dejar en el aire si se producirá o no una subida. El amago de desplante del Gobierno a Bildu se produce en plena campaña de las elecciones andaluzas, donde el ruido por los pactos con el independentismo perjudica a los socialistas.
La distancia en el discurso de Sánchez y Feijóo en materia económica no hace vislumbrar grandes acuerdos ni a corto plazo ni a medio plazo. El propio presidente del Gobierno se mostró pesimista debido a que no han logrado consensuar ninguno de los puntos que abordaron en su encuentro en la Moncloa hace dos meses. Desde entonces no han vuelto a reunirse ni a tener contacto. Según reprochó Sánchez en tono mitinero, porque “este gobierno apuesta por derechos sociales y ustedes claramente por retrocesos sociales”.
No hubo tono conciliador, ni cordialidad, ni siquiera "respeto". Como estaba previsto, Alberto Núñez Feijóo ha utilizado su primer cara a cara contra Pedro Sánchez para reivindicar la "política útil" y alejada de la "crispación" como única vía para llegar a acuerdos entre los dos grandes partidos, sobre todo en materia económica. Pero el líder del PP no ha obviado la debilidad parlamentaria de Sánchez para orientar su primer discurso en la Cámara Alta y pedir al Gobierno que se abra a "pactos" con el primer partido de la oposición porque "no tiene socios de Estado".