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Aguilar de Campoo sortea la deslocalización y se consolida como capital europea de la galleta
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Aguilar de Campoo sortea la deslocalización y se consolida como capital europea de la galleta

La industria galletera supone más de 2.000 empleos directos para el municipio, que cuenta con 6.700 habitantes. En una ubicación clave, es un ejemplo de cómo hacer frente a los problemas que afectan a Castilla y León y el mundo rural

Foto: Fábrica de Gullón en Aguilar de Campoo. (EFE/A. Alvarez)
Fábrica de Gullón en Aguilar de Campoo. (EFE/A. Alvarez)

Aguilar de Campoo está en el norte de la provincia de Palencia y es "el pueblo que mejor huele de España", según dice su alcaldesa, María José Ortega. Ese olor a galletas es recordado por todos los que visitan un municipio cuya identidad y economía giran en torno a este producto agroalimentario desde hace más de un siglo. Una localidad del mundo rural ubicada estratégicamente entre la meseta y la montaña, en un enclave privilegiado para aprovechar el cultivo del cereal de Tierra de Campos y las comunicaciones con el resto de Castilla y León y con Cantabria por la autovía A-67. Es un ejemplo de cómo mantener la industria tradicional agroalimentaria y hacerla crecer de la mano de grandes empresas, evitando la deslocalización y la pérdida de empleo, dos de los principales problemas de este territorio. Actualmente, supone el mayor núcleo de producción de galletas de toda Europa con las instalaciones de Galletas Gullón y Grupo Siro.

"Los aguilarenses tenemos el empeño de dar valor a lo que forma parte de nuestra historia. Hemos tenido hasta cinco fábricas de galletas y hemos sufrido como algunas se cerraban, pero ese esfuerzo que se hizo por crear lazos de complicidad entre los habitantes, la industria y el municipio ha hecho posible esto", asegura María José Ortega. Los datos son incontestables. Aguilar de Campoo tiene 6.700 habitantes y sus dos grandes industrias de la galleta mantienen 2.000 empleos directos y cientos de puestos de trabajo indirectos. "Es difícil encontrar alguna familia en la comarca en la que los hijos, sus padres o sus abuelos no hayan trabajado en algún momento en una de las industrias galleteras de la zona. Es un fenómeno llamativo frente a la deslocalización de otras muchas organizaciones ubicadas en municipios con tradición en algún producto" explica a El Confidencial Francisco Hevia, director corporativo de Galletas Gullón. Esta empresa lleva más de un siglo apostando por el municipio. "La familia Gullón vino de Zamora a instalar una fábrica de galletas hace 130 años y, desde ese momento, han sentido que esta era su casa y el sitio donde echar raíces".

placeholder Vista exterior de Aguilar de Campoo. (J. F.)
Vista exterior de Aguilar de Campoo. (J. F.)

Su situación geográfica es clave. Los primeros galleteros encontraron a finales del siglo XIX en esta comarca materias primas de primera calidad como el trigo de Castilla, el azúcar que llegaba de Cuba desde el puerto de Santander, energía asequible del carbón y los saltos de agua y una climatología adecuada. Eso generó una industria floreciente, "en la década de los 60 nueve de cada diez galletas que se consumían en España procedían de Aguilar", asegura Julia Gallego, directora de Comunicación de Cerealto Siro. Este grupo empresarial adquirió el 2003 la histórica fábrica de Galletas Fontaneda dando solución al conflicto social que había desatado su cierre. "No obstante, la planta de Cerealto Siro en Aguilar de Campoo no fabrica solo galletas, su principal actividad allí son los cereales y también cuenta con líneas de producción de pan sin gluten", matiza Gallego.

En estos años, el Grupo Siro ha invertido más de 153 millones de euros en Aguilar de Campoo

El mérito de Aguilar de Campoo ha sido no solo mantener la actividad, sino hacerla crecer, mientras otras industrias especializadas del medio rural veían desaparecer su forma de vida. Para su alcaldesa, el hecho diferenciado ha sido que "la mayor factoría que tenemos es Gullón y es una empresa familiar cuyo responsable lidera un proyecto desde el convencimiento de que lo hay que hacer es reinvertir en el proyecto y apostar por el territorio con mantenimiento y crecimiento de empleo. Creo que ahí tienes los elementos más importantes". Porque las factorías no han dejado de crecer.

El director corporativo de Gullón detalla que "hemos construido el mayor complejo de Europa centrado en la producción de galletas con más de 200.000 metros cuadrados de superficie de planta industrial, donde innovamos y tratamos de hacer la mejor galleta posible para responder a las exigencias y necesidades de nuestros consumidores y clientes. Venimos generando 100 puestos de trabajo nuevos al año desde 2010 y prevemos mantener este ritmo de crecimiento hasta 2030". También el Grupo Siro se ha sumado a esta apuesta. "En estos años la compañía ha invertido más de 153 millones de euros en Aguilar de Campoo. Se remodeló y modernizó por completo en 2008 con una nueva fábrica. La planta de Aguilar de Campoo ha pasado de los 120 puestos de trabajo iniciales a los más de 330 actuales", relata su directora de comunicación con una visión muy clara: "Tener competencia, y además tenerla tan cerca, nos ayuda a esforzarnos aún más y seguir creciendo. Tenemos una relación cordial y de respeto mutuo con nuestros competidores y vecinos".

placeholder Fabricación de galletas en Aguilar de Campoo.
Fabricación de galletas en Aguilar de Campoo.

Un empleo que además es mayoritariamente femenino, lo que también mitiga la despoblación que sufre toda la España interior. María José Ortega subraya "la mayor parte de la población que inicialmente trabajaba en las fábricas era población femenina y eso garantiza la permanencia en el territorio y que sigamos creciendo como ejemplo exitoso de mantener nuestra industria".

El punto de inflexión

El momento dulce que vive ahora la industria galletera de Aguilar de Campoo tuvo su punto de inflexión hace ahora veinte años. Ese bache que, de no haber superado, podría haber supuesto el inicio del declive del sector en el municipio siguiendo la estela de otras localidades del mundo rural. El 3 de abril acaban de cumplirse dos décadas desde que United Biscuits anunciara el cierre de la fábrica de Galletas Fontaneda en Aguilar, que había comprado esta multinacional a la empresa familiar en 1996.

Quedaban en vilo 212 empleos, pero sobre todo parte de la identidad del municipio, lo que generó meses de protestas no solo de los trabajadores afectados sino de todo los habitantes de la comarca. "A pesar de haber perdido lo que es la marca, el pueblo lo sintió como un gran triunfo. La defensa de los puestos de trabajo y de ese futuro fue un punto de inflexión. Me atrevería a decir que lo percibimos como un tropezar y no caer, sino todo lo contrario. Perdimos la marca, pero no el futuro y el empleo", recuerda la alcaldesa.

Foto: Juan Miguel Martínez Gabaldón. (Galletas Gullón)

La resolución vino de la mano de Grupo Siro que puso solución a la crisis. "Siro ha apostado siempre por invertir en Castilla y León y a lo largo de su historia la compañía ha adquirido 15 empresas en serias dificultades, priorizando siempre el mantenimiento del empleo. Especialmente relevante fue la compra de la histórica fábrica de Fontaneda en Aguilar de Campoo en el año 2003, pero antes habían adquirido otras factorías en crisis. De los 900 puestos de trabajo que salvaron en Castilla y León con estas adquisiciones han pasado a dar empleo a unas 1.800 personas en la región", asegura Julia Gallego.

Desde Galletas Gullón coinciden en que la receta debe basarse en "la persistencia y convencimiento. Creemos que Aguilar es el mejor sitio para estar, aunque tiene sus dificultades. No obstante, es el sitio en el que nació la compañía y la comarca donde se ha logrado el desarrollo estos 130 años. No conocemos en el mundo un lugar mejor para estar". Una relación tan estrecha entre el municipio y su industria que hace que la galleta esté presente en prácticamente toda la vida social, cultural y de ocio de Aguilar de Campoo.

Cultura de la galleta

La mítica "galleta María" tiene su origen en el Reino Unido, cuando en 1874 los reposteros James Peek y George Hender Frean la crean con motivo de la boda real entre el duque de Edimburgo y María Alexandrovna. Muy pronto fue popular en todo el mundo. Sin embargo, aquí en España siempre se relacionó esta "galleta María" con la fábrica Fontaneda de Aguilar de Campoo. Tanto que se contaba el falso origen de que su nombre se debía a un homenaje del galletero Eugenio Fontaneda a su nieta. Un ejemplo más de la identificación que el municipio palentino ha mantenido con la producción de galletas y que cierra el círculo virtuoso de su éxito.

Las empresas subrayan que Aguilar de Campoo tiene algo que no podría tener otro municipio, y es la cultura de la galleta. Para Francisco Hevia, "los habitantes de esta localidad mantienen la cultura de la galleta y, sin duda, el aprecio de la gente de la comarca es clave. Pero, además, Aguilar mantiene el legado que hemos heredado de los que nos han precedido en esta industria". "La vinculación de esta tierra con el cereal ha hecho que en este territorio identifiquemos la industria agroalimentaria como una oportunidad. Forma parte no solo de nuestra imagen, sino además de nuestra cultura gastronómica, de nuestra cultura de ocio, de nuestra cultura del día a día", explica la alcaldesa.

placeholder Vista panorámica de Aguilar de Campoo.
Vista panorámica de Aguilar de Campoo.

Así, es imposible desvincular cualquier evento relevante que se celebre en Aguilar de Campoo de las galletas. Desde hace 25 años celebran el Carnaval de la Galleta. Su festival de cine, el Festival de Cortometrajes de Aguilar, entrega como premio la Galleta de Oro. Incluso han creado un festival de música: el Galleta Rock. Una complicidad que las empresas entienden como bidireccional. "El pueblo hace grande a Galletas Gullón y, como contrapartida, Galletas Gullón realiza, desde hace varios años, una política que trasciende la generación de valor por la vía de los impuestos y del empleo, y que fomenta el apoyo a las iniciativas municipales", subraya Hevia. "El año pasado, por ejemplo, lanzamos nuestro Plan Aguilar con el objetivo de impulsar la Transformación Social de esta villa, en colaboración con actores regionales como el propio Ayuntamiento, la Diputación, otras empresas, ONG y asociaciones de la comarca".

Un modelo de simbiosis entre la industria y el municipio que se traduce en multitud de colaboraciones público-privadas que generan nuevas oportunidades para los ciudadanos. Aguilar de Campoo ha sabido custodiar su cultura de la galleta como un legado dinamizador de la economía, doblegando al reto de la deslocalización de empresas generalizado en el mundo rural de la España interior.

Aguilar de Campoo está en el norte de la provincia de Palencia y es "el pueblo que mejor huele de España", según dice su alcaldesa, María José Ortega. Ese olor a galletas es recordado por todos los que visitan un municipio cuya identidad y economía giran en torno a este producto agroalimentario desde hace más de un siglo. Una localidad del mundo rural ubicada estratégicamente entre la meseta y la montaña, en un enclave privilegiado para aprovechar el cultivo del cereal de Tierra de Campos y las comunicaciones con el resto de Castilla y León y con Cantabria por la autovía A-67. Es un ejemplo de cómo mantener la industria tradicional agroalimentaria y hacerla crecer de la mano de grandes empresas, evitando la deslocalización y la pérdida de empleo, dos de los principales problemas de este territorio. Actualmente, supone el mayor núcleo de producción de galletas de toda Europa con las instalaciones de Galletas Gullón y Grupo Siro.

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