Una enmienda de Compromís amarga al Gobierno los PGE, que vuelven al Congreso

Los Presupuestos Generales del Estado no serán aprobados este martes, como estaba previsto en Moncloa, y volverán al Congreso de los Diputados la próxima semana. La 'culpa' es de una enmienda que parte de la Chunta Aragonesista registrada por Compromís sobre la defensa de las lenguas cooficiales. La enmienda ha sido aprobada y, por tanto, el proyecto de ley no podrá ser aprobado en la cámara alta tal y como entró desde el Congreso.

"Enmienda número 3.701. de don Carles Mulet García (GPIC). Sección 24, Ministerio de Cultura y Deporte. Servicio: 4. Programa: 331.M Dirección y Servicios Generales de Cultura y Deporte. Capítulo: 4. Artículo: Nuevo : A Comunidades Autónomas. Concepto: "Promoción y difusión de las lenguas protegidas por la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias , a las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña, València, Illes Balears. Importe: Importe: 1.600.000 euros". Esta enmienda ha sido el motivo de la discordia, según informan fuentes parlamentarias.

Opinión

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Fuentes del PSOE indican que la enmienda ha salido adelante por el voto favorable del PP, que la ha apoyado, confirman fuentes del grupo dirigido por Javier Maroto. "Ahora el PP defiende las lenguas cooficiales", indican irónicamente desde el Gobierno, que ven que la aprobación de los PGE se retrasa una semana y podría coincidir incluso con la presentación del acuerdo de la reforma laboral. El propio Pedro Sánchez ha afirmado en los pasillos de la cámara alta, donde esperaba salir con los PGE en el bolsillo que "es una buena noticia que el Partido Popular reconsidere su posición sobre las lenguas cooficiales de España y se sume a su promoción".

Fuentes de Compromís indican que la enmienda, además de por el PP, ha sido apoyada por ERC, PNV y Junts. Esta situación obliga a la presidenta del Congreso a celebrar un pleno extraordinario la próxima semana, después de que este martes decidiera aprobar el voto telemático ante el aumento de los contagios.

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No es la única enmienda que se le atraganta al Gobierno en la tramitación parlamentaria de los PGE de 2022. En noviembre Hacienda ya tuvo que decidir que no ejecutará la propuesta que presentó Junts, y que apoyaron PP y Vox, para activar un fondo especial de casi 9.400 millones para las comunidades autónomas.

Heridas abiertas con el PNV

Los últimos coletazos de la negociación de PGE han dejado, además, algunas heridas abiertas entre el Gobierno y el PNV. Los nacionalistas vascos hicieron valer su peso en la Mesa del Senado para alinearse con los populares y levantar el veto a las enmiendas a los presupuestos de 2022 para reducir el IVA de las peluquerías al 10%. Una medida que en otras ocasiones ha contado con un apoyo mayoritario de los grupos y que los propios nacionalistas vascos anunciaron que votarían a favor, amenazando con devolver las cuentas al Congreso. El Ejecutivo se vio obligado a intervenir y la enmienda finalmente no ha llegado a votarse por "afectar al estado de ingresos y gastos".

El presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, aceptó el veto, como ya ha ocurrido en otras enmiendas relacionadas con el IVA, evitando la modificación de las cuentas en el Senado. La tensión entre el Gobierno y el PNV ha ido en aumento desde que el papel de los segundos en el Congreso quedó desdibujado en la negociación de los presupuestos. El Ejecutivo de Pedro Sánchez cerró un acuerdo con ERC y EH Bildu que convirtió en prescindibles los votos de los nacionalistas vascos. Su portavoz, Aitor Esteban, avisó entonces de que "hasta el rabo todo es toro", en referencia a que todavía estaba pendiente el trámite de las cuentas en el Senado. Deslizó así que harían valer su fuerza para introducir cambios en el proyecto. Finalmente, ha quedado en un susto para el Gobierno, aunque dejando patente que las relaciones entre este y un partido considerado "socio prioritario" no pasan por su mejor momento y cada vez hay más tiranteces.