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La insólita resurrección de Copito de Nieve, el gorila de la Barcelona olímpica
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SE VA A DEBATIR EN EL PLENO

La insólita resurrección de Copito de Nieve, el gorila de la Barcelona olímpica

20 años después de su muerte, nadie se acuerda del animal que se convirtió hace décadas en el embajador mundial de Barcelona. ¿Nadie? Eduardo quiere honrarle construyendo un robot-gorila de tres metros

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"¿Tú crees que estoy loco?", me pregunta Eduardo después de contarme su plan para resucitar a Copito de Nieve y construir una réplica-robot de tres metros del gorila albino.

Durante años, cuando los clientes de su bar en Barcelona se quejaban de los políticos, este catalán de 47 años siempre respondía lo mismo. "¿Acaso no te acuerdas de cuando nos la metieron doblada en los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92?". Normalmente, al otro lado de la barra le miraban con una ceja levantada, pero él insistía. "Nos colaron a Cobi como si fuera un perro gos d’atura. ¡Podían haber metido a Copito de Nieve!".

"Hostia, ¡Copito!", respondía la mayoría de los clientes. "Se me había olvidado que existía".

A finales de los años sesenta y principios de los setenta, gracias a la portada del 'National Geographic', Copito de Nieve se convirtió en el embajador mundial de Barcelona y uno de los mayores atractivos para los turistas que venían a descubrir la España que emergía tras cuarenta años de franquismo. Pero ahora, 20 años después de su muerte, casi nadie se acuerda del único gorila albino de la historia. Pese a lo que prometieron los políticos catalanes, Copito no tiene ninguna calle ni ninguna estatua y cada año que pasa su memoria se sume más aún en el olvido.

"Es una aberración lo que han hecho con Copito, el animal que convirtió a Barcelona en la ciudad moderna y cosmopolita que es hoy", asevera Eduardo por teléfono.

Eduardo Bare Fernández ha conseguido reunir ya más de 25.000 firmas en Change.org para honrar su memoria y ha presentado al Ayuntamiento de Barcelona un plan, junto a la empresa de innovación Aquí Houston, para construir un robot de tres metros de altura que sea en proporción igual que el gorila, que medía 1,67 metros. El consistorio ha recibido con entusiasmo la idea, cuyo presupuesto podría alcanzar el millón de euros. El siguiente paso es llevarlo al pleno.

De momento, Eduardo y el equipo de Aquí Houston piden no desvelar los detalles técnicos del proyecto. En caso de construirse, el nuevo Copito se situará en el zoo, estará dentro de una cúpula y se moverá e interactuará con los niños que se acerquen. "El concepto es volver a recordar a Copito de Nieve mediante una escultura en movimiento", se puede leer en el documento de cinco páginas presentado. "Copito de Nieve jugará con los transeúntes, ya que este imitará algunos gestos predeterminados interactuando así con el visitante, que al contrario que las estatuas normales/pasivas, será una estatua participativa, creando así un vínculo con los barceloneses y con los visitantes de fuera de la ciudad. Una estatua 2.0 para una ciudad que vive en el futuro pero recordando su pasado".

"Se me ha ido de las manos, pero vamos a resucitar a Copito. Lo habéis matado, lo habéis enterrado, lo habéis hecho desaparecer y ahora vamos a revivirlo", recalca excitado este hombre. "Pero revivirlo de verdad, porque se moverá cuando pasen niños. Y los adultos podrán conocer su historia. Porque nadie la conoce y engancha, es fascinante".

"Copito ayudó a que Barcelona conociera Gaudí"

En marzo de 1966, Benito Mañé, cazador de la tribu essamangon, de la etnia fang, mató junto a otros compañeros a un grupo de gorilas en Guinea Ecuatorial que estaban destruyendo sus cosechas. Cuando fueron a recoger los cadáveres, Mañé encontró en los brazos de la madre muerta a una cría viva con el pelo blanco. "Intentó venderlo a varios europeos, pero estaba tan enfermo que nadie lo quería. Y le dijeron: tienes que ir a ver a Sabater Pi, él te lo comprará", explica Oriol Sabater, hijo del etólogo que descubrió a Copito de Nieve.

placeholder Alamy/Keystone Press.
Alamy/Keystone Press.

Mañé fue al centro que el Zoo de Barcelona tenía en Ikunde, a dos kilómetros de Bata, la capital de Guinea Ecuatorial. Negoció con Sabater Pi y se lo vendió por 15.000 pesetas, un precio a la baja, porque la cría estaba medio moribunda. El primatólogo Sabater Pi llevaba más de 25 años viviendo en Guinea y estudiando, entre otras cosas, el comportamiento de los gorilas. Cuando se hizo con Copito mandó un telegrama a 'National Geographic' y al Zoo de Barcelona anunciando su descubrimiento.

El propio Sabater Pi escribió en sus memorias que, si no lo hubiera encontrado, habría sido muy probable que el animal hubiera muerto. "En un entorno selvático, oscuro, con la espesura de la selva, lleno de peligros y depredadores… con esta coloración tan llamativa era una víctima fácil de ataques. No hubiera sobrevivido", afirma su hijo.

La llegada de Copito de Nieve significó el inicio del turismo de masas, el fin de la autarquía, ¡venían estadounidenses a verle 'ex profeso'!

El etólogo lo cuidó en su casa, lo salvó y semanas después lo envió al zoo de Barcelona. El alcalde de Barcelona, Josep Maria de Porcioles, lo recibió en noviembre de 1966 y, como muestra de afecto, le hicieron un DNI en su honor, aunque cuentan las malas lenguas que defecó en el despacho del alcalde. En un principio la cría de primate llegó con el apodo local 'Nfumu-Ngui' (gorila blanco en la etnia local). Después lo apodaron Blancanieves, pero el nombre definitivo se lo pondría 'National Geographic' en su portada unos meses después, en marzo de 1967. Una portada que catapultó la fama del animal y de Barcelona.

"La portada de 'National Geographic' convirtió a la ciudad en un polo turístico extraordinario. Significó el inicio del turismo de masas, el fin de la autarquía, ¡venían estadounidenses a ver a Copito 'ex profeso'!", recuerda Oriol Sabater. "Y toda esa gente conoció a Gaudí y, a su vez, muchos catalanes descubrieron al artista. Todo esto fue a remolque, por entonces ni muchos catalanes sabían quién era".

Durante el primer año, Copito de Nieve vivió en casa del veterinario del zoo, el doctor Roman Luera i Carbó en el Eixample. Su mujer, María Gracia, era conocida en el zoo como "mamá gorila" porque cuidaba a las crías de chimpancés y otros primates. Una vez incluso se llevaron a Copito a su casa de vacaciones de Menorca.

placeholder Portada del National Geographic sobre Copito de Nieve en 1967. (Todocolección)
Portada del National Geographic sobre Copito de Nieve en 1967. (Todocolección)

Canadá quiso comprar a Copito

Unos meses después, en octubre de 1967, Sabater Pi recibió un telegrama de la Expo de Montreal (Canadá) en el que le ofrecían un millón de dólares y pagarle el viaje a él y a su familia si les dejaban a Copito de Nieve. Pero lo rechazó. "A efectos legales Copito era de mi padre porque lo pagó él de su bolsillo y tenía el recibo, pero sentía mucha lealtad como funcionario del ayuntamiento de Barcelona", recuerda su hijo.

Desde entonces, Copito de Nieve se convirtió en la mayor atracción del zoo de Barcelona, que a su vez pasó a ser uno de los más visitados del mundo. El propio gorila se daba cuenta de que era un personaje especial. Adoptaba posturas y actitudes chulescas y devolvía una mirada altiva a los turistas que hacían fotos. Incluso lanzaba sus heces al cristal de la jaula si mucha gente le miraba cuando defecaba.

"Él sabía que era el rey de la atención", recuerda Oriol Sabater, que frecuentaba el zoo con su padre a ver a Copito. "Él se sentía orgulloso de su poder y de ser el jefe del grupo, siempre había hembras a su alrededor".

Copito de Nieve tuvo 21 hijos, pero ninguno salió albino como él —más allá de algunas manchas en los dedos—. El albinismo se produce por la falta de melanina en las células que dan pigmentación a la piel y los ojos y, en el caso de Copito, era similar al que se da en los humanos: el albinismo oculocutáneo, subtipo 1A, que afecta al tejido cutáneo y ocular y provoca una especial sensibilidad a los rayos ultravioleta solares. Décadas después se supo que Copito había sido probablemente el resultado de la copulación de dos gorilas primos.

Pese a ser referencia mundial en este campo, Sabater Pi nunca pudo quitarse la etiqueta de 'padre' de Copito

Sabater Pi siguió con sus investigaciones en el campo de la etología y en el estudio de las conductas de los animales y descubrió junto a Jane Goodall la utilización de herramientas por parte de los chimpancés. Sin embargo, pese a ser referencia mundial en este campo, nunca pudo quitarse la etiqueta de ‘padre’ de Copito. Algo que nunca le hizo mucha gracia como demuestra este intercambio en una entrevista en 'El Periódico'.

PREGUNTA. La gente lo conoce por traer a Barcelona a Copito de Nieve…

RESPUESTA. Estoy harto. Siempre contando lo mismo. Aquí miramos las cosas por lo exótico, y no por su valor.

P. ¿Se arrepintió de traerlo?

R. No, porque lo habrían matado. Pero, la verdad, preferiría que no me hubiera pasado esta historia.

Copito de Nieve murió el 24 de noviembre de 2003 con 39 años, una edad muy avanzada para los gorilas. Llevaba meses tomando un cóctel de antibióticos antiinflamatorios y presa de un cáncer de piel. Se le intentó curar con tratamiento, pero al final se le practicó la eutanasia. "Ha vivido una vida mejor que la de muchos humanos, ¿no?", dijo en otra entrevista Sabater Pi.

Como acto de despedida, el ayuntamiento de Barcelona abrió gratis el zoo para los niños a cambio de un dibujo-homenaje a Copito

Como acto de despedida, el ayuntamiento de Barcelona abrió gratis el zoo para los niños a cambio de un dibujo-homenaje a Copito. Fue un evento trágico para la ciudad. 'La Vanguardia', por ejemplo, llevó la muerte del animal a su portada y le dedicó 5 páginas en un suplemento. "Perdemos un símbolo, un amigo y un ciudadano muy especial que ha formado parte de la educación sentimental de muchos barceloneses", —dijo el alcalde Joan Clos i Matheu.

Con su muerte, llegó el debate de qué hacer con sus restos. Sabater Pi propuso disecarlo para que siguiera siendo una atracción turística, pero finalmente el zoo decidió incinerarlo para "respetar su dignidad". Diversas instituciones y museos se repartieron al animal para fines científicos y se tomaron moldes de la cara, manos, pies y pecho del gorila por si se hacía una escultura hiperrealista en el zoo que jamás se construyó.

placeholder Sabater Pi, teólogo y descubridor de Copito de Nieve, en su despacho. (EFE)
Sabater Pi, teólogo y descubridor de Copito de Nieve, en su despacho. (EFE)

"Con el paso de los años, fueron cambiando los ayuntamientos y todo fueron promesas vacías", afirma Oriol Sabater, que preside la colección Jordi Sabater Pi. "Con Trías hicimos actos de homenaje y concursos de dibujos infantil en el zoo. Mantuvimos buena relación para que hubiera una calle o una plaza para Copito de Nieve y para mi padre, pero no acabó de cuajar. Y entonces ganaron Ada Colau y compañía y cambiaron de actitud".

Oriol Sabater ya daba por perdido que hubiera un reconocimiento a la figura de su padre y al recuerdo de Copito. Hasta que leyó que un hombre estaba recogiendo firmas para honrar el recuerdo del animal. "COPITO DE NIEVE olvidado en Barcelona. Qué fue de las promesas en campaña en Barcelona".

El hombre que quiere resucitar a Copito

Eduardo aún recuerda aquel día, en el colegio, cuando a los niños de 11 años les hicieron pintar el animal que debía representar a la ciudad de Barcelona en los Juegos Olímpicos del 92. "¡El 90% pintó a Copito!", afirma.

Eduardo Bare Fernández trabajó durante muchos años como mecánico de coches hasta que con la llegada del nuevo milenio decidió probar con la hostelería. Le fue bien, pero en 2015 su cuerpo le dijo basta. Tuvo un problema grave de espalda y le hospitalizaron para operarle las cervicales y las lumbares. "Pasé muchas horas en casa y en el hospital. Y pensaba: ¿Por qué nadie ha hecho nada de Copito de Nieve?", recuerda Eduardo. "Vi infinidad de vídeos del padre de Oriol con primates y con Copito y me obsesioné. Estuve buscando, buscando… no había nada. ¡Nada! Tan solo en el Museo de Cera con el Rey de España, Messi y Puigdemont. ¡No es el espacio para Copito! Ahora mismo Copito de Nieve es una anécdota pese a que ha sido una de las cosas más importantes que le han pasado a Barcelona".

placeholder Copito de Nieve. (Alamy/WildPictures)
Copito de Nieve. (Alamy/WildPictures)

Cuando se recuperó, Eduardo volvió al negocio de la hostelería con un bar llamado Bare Nostrum, pero no se quitó de la cabeza el "injusto" olvido de Barcelona a Copito. Y este mismo año, en 2021, decidió ponerse manos a la obra y crear una petición en Change.org.

"Hace 18 años que falleció el único gorila albino que se conoce en el mundo. A muchos de los barceloneses se nos cayeron las lágrimas cuando murió en el año 2003 a causa de un cáncer de piel. Era Copito de Nieve, un precioso símbolo de la ciudad de Barcelona del que muchos barceloneses tenemos un bonito recuerdo [...] Si tenemos calles y estatuas de generales, políticos e incluso guerras, ¿por qué no una de Copito de Nieve, el gorila albino que emocionó a varias generaciones?".

La gente empezó a firmar la petición y tuvieron un éxito inesperado. "Vamos a hablar con el ayuntamiento", le dijeron los organizadores de Change.org a Eduardo al ver el éxito de la campaña. Oriol Sabater, hijo del hombre que salvó al gorila, puso un comentario en la web. "Soy hijo del científico J. Sabater Pi, la persona que trajo a Copito al Zoo de Barcelona, estoy indignado con la actitud de la actual alcaldesa y su equipo, han destruido todos los restos del gorila, quieren borrar su recuerdo, es una vergüenza".

placeholder  Eduardo, el promotor para honrar la memoria de Copito de Nieve. (Fotografía cedida)
Eduardo, el promotor para honrar la memoria de Copito de Nieve. (Fotografía cedida)

Por su parte, el consistorio les dijo que hicieran una propuesta para que pudieran valorarla. El 19 de julio Eduardo Bare volvió a la página de Change.org a pedir un escultor. "Necesitamos hacer formalmente la solicitud y ellos evalúan la posibilidad. El problema es que nos piden una propuesta artística, es decir, que incluya maquetas, un presupuesto, y otras especificidades propias de la propuesta artística específica", escribió. Y fue así como llegó la propuesta de Aquí Houston, una empresa catalana que se define como "fábrica de ideas" en Linkedin, para resucitar a Copito. "Me presentaron una propuesta megalómana fascinante", recuerda Eduardo.

¿Será Copito de Nieve el impulso que necesita Barcelona tras varios turbulentos años políticos? Eduardo cree que sí. Ya ha decidido que si tiene éxito con el proyecto nombrará un cóctel de su bar en honor al gorila. "Para mí, Copito siempre ha sido alguien de la familia", culmina. "Igual que tienes en Barcelona a tu padre y a la Sagrada Familia, tienes a Copito. ¿no?".

"¿Tú crees que estoy loco?", me pregunta Eduardo después de contarme su plan para resucitar a Copito de Nieve y construir una réplica-robot de tres metros del gorila albino.

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