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"Hay pacto para renovar el CGPJ, pero la tormenta Arnaldo lo va a retrasar"
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Negociación PP-PSOE

"Hay pacto para renovar el CGPJ, pero la tormenta Arnaldo lo va a retrasar"

La versión oficial da por paradas las conversaciones, aunque el acuerdo está casi terminado y podría anunciarse a finales de diciembre o enero. "Hay que buscar el momento"

Foto: Enrique Arnaldo, en una imagen reciente y con mascarilla. (EFE)
Enrique Arnaldo, en una imagen reciente y con mascarilla. (EFE)
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"Enrique es un poco bocazas. Le gusta alardear de que está en todo y por eso sale en la grabación con Ignacio González. Es un enreda". El futuro magistrado del Tribunal Constitucional a propuesta del PP ha llenado los titulares a cuenta de su polémico “currículum” y su relación con el presidente del partido Pablo Casado. Enrique Arnaldo “siempre ha querido estar en cuarenta sitios”, aseguran quienes le conocen en el mundo de la judicatura. Es catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, letrado de las Cortes, estuvo en el Consejo General del Poder Judicial en 1996, fue presidente del Tribunal Administrativo del Deporte y asiduo colaborador de la fundación FAES que preside José María Aznar. Este afán le habría llevado, como destapó El Confidencial, a cobrar de dos universidades al mismo tiempo pese a vulnerar la ley.

Foto: El candidato a magistrado del TC Enrique Arnaldo. (EFE/Chema Moya)

Arnaldo siempre ha llevado a gala la etiqueta de “conservador” dentro del mundo de la judicatura y su nombre ha aparecido durante años en las quinielas “para todo”. Pertenece a ese grupo que se mueve como pez en el agua con los políticos y en ese contexto se enmarca la conversación que la Guardia Civil interceptó en 2016 con el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, unos meses antes de ser detenido. El jurista alardeaba de su “influencia”: "Estoy moviéndome para que el nuevo que sustituya a esta señora —refiriéndose a Consuelo Madrigal— sea bueno". En aquella etapa, el ministro de Justicia era Rafael Catalá y, tras las elecciones y los cambios en el equipo de Gobierno que hizo Mariano Rajoy, se daba por hecho que habría relevo también en la Fiscalía General del Estado. Consuelo Madrigal había llegado tras el cese de Eduardo Torres Dulce dos años antes. El elegido fue José Manuel Maza, que falleció un año después tras sufrir una infección durante un viaje a Buenos Aires. ¿Pero qué pintaba aquí Enrique Arnaldo?

La influencia, "un deseo más que realidad"

“Enrique no estaba en el círculo de confianza ni del ministro, ni de Rajoy”, relatan a El Confidencial altos cargos del partido en aquella época que achacan más “al deseo que a la realidad” la capacidad de maniobra del que será nombrado, el próximo día 18, miembro del Tribunal Constitucional. "Con Maza eran conocidos, pero, si preguntas a Arnaldo, te contará que eran íntimos", apuntan las mismas fuentes. En esta línea está también otra de las grabaciones del caso Lezo donde aparece el catedrático. Eduardo Zaplana conversa con Ignacio González sobre presuntas maniobras para evitar su entrada en prisión, donde acabó meses después. "¿En ese círculo sabes quién se mueve todo el puto día y enreda? No sé con qué grado de influencia, pero Enrique López más Enrique Arnaldo". El "grado de influencia", según insisten, era "nulo".

Dos años más tarde, en 2018, Pablo Casado es elegido presidente del PP. Rajoy sale de la Moncloa tras la moción de censura y empieza una nueva etapa en el partido. Enrique Arnaldo entiende que ha llegado su momento. Conoce al "nuevo jefe" de su etapa en la universidad. Ambos están vinculados a la Rey Juan Carlos, donde Casado estudia entre 2007 y 2014 y se matricula en su polémico máster cuya investigación judicial quedó archivada por el Tribunal Supremo. "Enrique ve en Pablo un tío listo y con futuro y, ya cuando Casado aún es solo vicesecretario de comunicación, se le pega", manifiestan fuentes del partido, que también apuntan que el catedrático se coloca como "asesor jurídico de cabecera y le pasa informes y papeles".

"Aquí todos tienen padrino"

En el PP han vivido la tormenta Arnaldo en modo cuerpo a tierra. Hay malestar por el "bochorno" que se ha vivido la última semana en la que no han dejado de surgir informaciones sobre el candidato propuesto por Teodoro García Egea, pero la mayoría pone su mirada en el PSOE. "Cómo se pueden ahora tapar la nariz diputados del PSOE y Podemos al votar si la ministra de Justicia ha acabado de fiscal general del Estado y era la que aplaudía el burdel de Villarejo para sacar información vaginal". Los populares asumen el desgaste que ha supuesto este nombramiento, aunque recuerdan que "aquí todos tienen padrino".

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Casado. (EFE)

Si se bucea en las relaciones de los cuatro futuros magistrados del Constitucional, se confirma que la despolitización de la Justicia sigue siendo un espejismo. Inmaculada Montalbán Huertas, propuesta por el PSOE, es otra de las que siempre figura para llegar a algo. Amadrinada por la ministra de Defensa, Margarita Robles, fue vocal del CGPJ y ha estado también en las listas que se han intercambiado los partidos para este órgano: "Es un clásico", reconocen los que conocen de primera mano los nombres y condiciones que ha habido en las distintas fases de negociación para renovar los órganos constitucionales. En el caso de Juan Ramón Sáez Valcárcel tampoco hay dudas de su “militancia” en la izquierda. Podemos siempre ha exigido sus cuotas y, si bien la presión para colocar a Manuel de Prada en el CGPJ ha sido un fracaso porque es un elemento de bloqueo, en el TC ya tienen "a su hombre". Los morados ahora están en "colar" a Victoria Rosell, que en su día sí recibió luz verde del PP para cerrar un acuerdo. "Hoy es imposible que el PP firme un pacto donde haya políticos". En Génova, el discurso oficial es que las negociaciones con el ministro Bolaños "ahora no existen", lo que aventura que la fumata blanca para renovar el CGPJ se retrasará.

Los nombres de siempre

En el lado oficioso confirman que ya hay pacto para renovar y que los nombres son los que siempre han estado en la mesa, salvo De Prada y Rosell. Figuran Alejandro Abascal, que hasta hace unas semanas estaba en comisión de servicios en la Audiencia Nacional; el magistrado Raúl Sánchez Conesa, destinado en Murcia y propuesto por el secretario general del PP. Otra "fija" en el nuevo Consejo será Gema Espinosa, mujer del juez Pablo Llarena, impulsor de la investigación a los líderes del 'procés'. También parece que PP y PSOE tienen avanzada la "fórmula" para cambiar la ley y que los jueces sean elegidos por los jueces como han exigido los populares.

"La polémica de Arnaldo ha vuelto a frenarlo todo", confirman a este medio fuentes cercanas a la negociación, que auguran que el acuerdo podría no hacerse público hasta finales de diciembre o incluso enero. No es la primera vez que el momento político trunca el anuncio de una rúbrica para reformar el CGPJ. Sonado fue el primer fracaso del bipartidismo cuando se filtró a la prensa el nombre del que sería el futuro presidente, Manuel Marchena, y que remató aquel SMS del entonces senador del PP Ignacio Cosidó felicitándose por el "control". Ya con García Egea como negociador y por parte del PSOE el que fuera mano derecha de Pedro Sánchez, Iván Redondo, las declaraciones de Pablo Iglesias contra los jueces y las votaciones de los socialistas con Bildu truncaron el anuncio: "Llevamos dos años esperando el momento adecuado". Ahora los partidos quieren esperar a que se calmen los ánimos para intentar restablecer la imagen de una Justicia cada vez más deteriorada por los políticos.

"Enrique es un poco bocazas. Le gusta alardear de que está en todo y por eso sale en la grabación con Ignacio González. Es un enreda". El futuro magistrado del Tribunal Constitucional a propuesta del PP ha llenado los titulares a cuenta de su polémico “currículum” y su relación con el presidente del partido Pablo Casado. Enrique Arnaldo “siempre ha querido estar en cuarenta sitios”, aseguran quienes le conocen en el mundo de la judicatura. Es catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, letrado de las Cortes, estuvo en el Consejo General del Poder Judicial en 1996, fue presidente del Tribunal Administrativo del Deporte y asiduo colaborador de la fundación FAES que preside José María Aznar. Este afán le habría llevado, como destapó El Confidencial, a cobrar de dos universidades al mismo tiempo pese a vulnerar la ley.

CGPJ Universidad Rey Juan Carlos (URJC)
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