El uso de animales en investigación y docencia bajó un 7 % en 2020 en España

El uso de animales en experimentación y otros fines científicos como la docencia bajó el 7 % en 2020 en España respecto al año anterior, según informó este lunes el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Los usos de animales para esos fines sumaron un total de 761.012 casos en 2020, el 7 % menos que en 2019 y casi el 9 % menos que en 2018, en línea con la reducción del número de proyectos autorizados.

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El último informe estadístico anual del MAPA sobre el uso de animales en investigación y docencia refleja que el descenso observado se debe a la ralentización o paralización de algunos proyectos y a la caída de los recursos económicos en determinadas líneas de investigación con motivo de la pandemia.

El Ministerio también atribuye esa tendencia al reemplazo de la técnica de corte distal de cola para la caracterización genética por la utilización de tejido excedente como consecuencia de la técnica de identificación disponible.

El número de usos de animales mamíferos disminuyó el 18 % en 2020 respecto a 2018 y el 12 % respecto a 2019

Por grupo de animales, los mamíferos estuvieron presentes en 514.290 usos de investigación, seguidos de las aves (135.401), los peces (104.448), los cefalópodos (970), los anfibios (5.663) y los reptiles (240).

El número de usos de animales mamíferos disminuyó el 18 % en 2020 respecto a 2018 y el 12 % respecto a 2019, sobre todo en el caso de los cerdos, roedores y conejos.

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El descenso de más del 30 % en los cerdos se debe a su sustitución en estudios regulatorios y a la disminución de las actividades de perfeccionamiento de las habilidades quirúrgicas del personal, tras la concentración de los recursos sanitarios en la lucha contra la pandemia del coronavirus.

Respecto a los roedores, el estudio destaca que varios centros modificaron su protocolo de determinación del genotipo de los animales y se suspendió una parte de las actividades formativas de las universidades.

Por el contrario, el número de usos de aves aumentó un 30 % respecto a 2019, sobre todo en pruebas para valorar la potencia y seguridad de medicamentos de uso veterinario y de estudios nutricionales en condicionales comerciales, entre otros casos.