¿Quién entierra un león marino? La patrulla que da sepultura a los animales madrileños
A pesar del desconocimiento ciudadano, desde hace 40 años una patrulla se encarga de recoger las mascotas y animales fallecidos en Madrid para darles un entierro salubre
En lo que va de año, en Madrid han fallecido 5.209 animales. Entre 20 y 25 al día. La mayoría murieron en la calle, dejando para siempre la incógnita de cómo acaba un caballo en el casco histórico de Vicálvaro, o una serpiente en Delicias. Otros respiraron por última vez en la casa de sus dueños: gatos o perros que llegaron al final de su vida de mascota.
Cuando esto ocurre, una patrulla de operarios municipales se presenta para llevarse los restos. "Lo que encontramos cuando nos abren el domicilio es un duelo. Un luto en la familia, y procuramos transmitir acompañamiento en el sentimiento, algo que suelen agradecer mucho los usuarios. Sentimos que hacemos una gran labor", explica Víctor Sarabia, director de Limpieza y Residuos del Ayuntamiento de Madrid y responsable del equipo de seis personas que trabaja las 24 horas del día, siete días a la semana, incluso los festivos, para dar una salubre sepultura a los animales madrileños.
Su trabajo va más allá de recoger el animal. Cuando llegan al hogar que ha solicitado su presencia, se interesan por su historia. Su edad, su nombre, la causa de su fallecimiento… "Es un momento duro. Se están separando de sus mascotas, de sus animales de compañía, para siempre. Y empieza el duelo. Procuramos empatizar en todo momento… Muchos de nosotros también lo hemos sufrido alguna vez", añade Sarabia. Siempre van dos juntos, y mientras uno retira el cadáver, el otro rellena los papeles y da consuelo a la familia.
"Es un momento duro. Se están separando de sus mascotas, de sus animales de compañía, para siempre. Y empieza el duelo"
Cuando entran a trabajar en este servicio, reciben una preparación especial para saber qué se van a encontrar: "Se les explica la tipología del mismo, la importancia del trato con los ciudadanos en un momento en que se están separando de su animal. Es muy importante el trato con el público".
Durante los meses de verano (de junio a agosto), han recibido avisos de recogida de 761 gatos, 343 aves y 324 perros, según los datos que publicó el Ayuntamiento de Madrid por primera vez hace unos días en el portal de datos abiertos del ayuntamiento. También 132 conejos, nueve caballos, tres serpientes y un león marino que vivía en Faunia, el parque temático natural. Este servicio también se encarga de recoger caballos de la Policía fallecidos, de clínicas veterinarias y otros organismos que precisan de presencia animal.
Una vez recogido, el animal es trasladado en vehículos isotérmicos específicos hasta el horno de incineración de animales muertos del Parque Tecnológico de Valdemingómez. A pesar de ser poco conocido por los ciudadanos, este servicio funciona desde hace 40 años para evitar que los dueños entierren sus mascotas en zonas no autorizadas. El servicio, gratuito, lo realiza una concesionaria, la UTE Recogida Sur Madrid, conformada por Urbaser y Ferrovial.
Cuando el aviso corresponde a un animal tirado en la calle, lo primero que hacen es buscar el chip para descartar que sea la mascota de algún ciudadano. Pero algunas veces, cuando llegan, el animal ya no está. "En el caso de una paloma caída o un gato callejero, del que se puede haber dado aviso tras hacer uso de sus siete vidas, puede pasar que un ciudadano voluntarioso lo haya retirado o que estaba simplemente herido y quizás alguien haya querido socorrerlo o haya escapado sin más", cuenta Sarabia. Durante el verano, el 23% de los animales de los que se había dado aviso no pudo ser retirado, ya fuese porque no se encontraba en el sitio, la zona era inaccesible, el dueño no se encontraba en el domicilio o, incluso, porque no se trataba de un animal, sino de un gorro, como figura en uno de los registros de la base de datos.
Entre la información que ha publicado el consistorio, se aprecian algunas diferencias en el número de avisos entre los distintos barrios. Latina es el distrito donde más animales se recogen (115), seguido de Fuencarral-El Pardo. En ambos casos, la causa está directamente relacionada con la cantidad de población que acogen y con la presencia de zonas verdes y parques como El Pardo, donde se encontraron hasta siete cerdos muertos en los tres meses de recogida de los datos. "Y no olvidemos que en las ciudades como Madrid está repuntando la población de animales de cuatro patas", apunta Sarabia. Todo indica que cada vez tendrán más trabajo: comparado con 2014, el número de gatos y perros ha aumentado en un 30%, de los 305.000 a algo más de 396.000 en 2021.
En lo que va de año, en Madrid han fallecido 5.209 animales. Entre 20 y 25 al día. La mayoría murieron en la calle, dejando para siempre la incógnita de cómo acaba un caballo en el casco histórico de Vicálvaro, o una serpiente en Delicias. Otros respiraron por última vez en la casa de sus dueños: gatos o perros que llegaron al final de su vida de mascota.
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