Yolanda Díaz y Alberto Garzón enfrían la crisis abierta por la querella contra Batet

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha aplacado esta mañana el desafío de Podemos, que ayer a última hora y tras la retirada del escaño al diputado Alberto Rodríguez, se querelló contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, movimiento que abrió una importante crisis en el seno de la coalición.

"Ahora tocan hechos y no palabras. La ciudadanía no quiere la política que no cumple: que dice una cosa y hacen otra. En esos hechos me encontraréis y desde esos hechos os aseguro que mi compromiso con el nuevo país que avanza, que a pesar de todo avanza, con la mayoría parlamentaria progresista y con el Gobierno de coalición es total", ha zanjado Díaz durante su intervención en el 12 congreso federal que estos días celebra CCOO en Madrid.

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En la misma línea, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha enfriado esta mañana la crisis. Ha asegurado que la querella abierta ayer contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en la que se le acusa de "prevaricación" por retirar el escaño al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez tras ser inhabilitado por el Tribunal Supremo es una acción legal del afectado "a título personal".

"Es natural que el afectado haya pensado iniciar las acciones legales que sus asesores jurídicos consideren oportunas. Se trata de una acción jurídica a título personal por parte de alguien que está indignado por este proceso que no debía haberse producido", ha dejado claro el ministro antes de presentar en Madrid una campaña contra el consumo de azúcar entre los menores. Sin embargo, distintos altos cargos de Podemos, como Belarra y Echenique, cargaron duramente ayer contra la decisión de Batet y la sentencia del Supremo.

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La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado refiriéndose a la querella que "los problemas políticos se resuelven políticamente y no interponiendo querellas". "Judicializar la vida política no es lo mejor", ha dicho consultada por la reacción contra Batet tras acatar la sentencia. La vida política tiene "sus propios cauces" de resolución, ha ahondado la ministra, que ha pedido ser "muy respetuosos". De modo que "dejemos que la justicia no esté politizada", ha zanjado.