El frente judicial de los negacionistas: de Telegram a invalidar el certificado covid
La Asociación Liberum se encuentra detrás de algunos de los recursos que en diferentes comunidades han desembocado en la anulación por parte de la Justicia del pasaporte para el acceso a locales de hostelería
El pasado 12 de agosto, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia dejaba sin vigencia el uso del certificado covid para el acceso a bares, restaurantes y locales de ocio nocturno. La región había sido la primera en implantarlo y para entonces ya llevaba una veintena de días aplicando la restricción en discotecas y pubs. Inexplicablemente, una semana antes, el órgano judicial había avalado la medida, destacando su "evidente fundamento sanitario". La disparidad de criterios en menos de siete días fue fruto de un, se podría decir, despiste de los magistrados. Dieron por hecho, según explicaron, que la Xunta ya les había consultado sobre la idoneidad de la medida como había hecho con otras y por eso, cuando una asociación de hostelería de Lugo pidió la suspensión cautelar del pasaporte denegaron la petición. Los jueces se dieron cuenta de su error cuando les volvieron a llegar otros dos recursos, el primero lo presentaba otra agrupación del sector, radicada esta vez en Santiago de Compostela, el segundo, la Asociación Liberum. Ese fue el principio del fin.
"La Asociación Liberum nace con el propósito de restaurar los derechos y libertades que nos han sido usurpados en el transcurso de la pandemia del covid-19, y lo hace con vocación de perpetuar su labor por los derechos humanos", describe la propia entidad en su página web y detalla: "Comenzamos nuestra andadura como grupo de Telegram, Denuncia Colectiva Asturias, uniéndonos con Denuncia Judicial Galicia y Denuncia Colectiva Cantabria en la creación de esta asociación".
Además del recurso gallego, la entidad también ha presentado con éxito otros que han desembocado en la anulación de la medida en diferentes comunidades. Lo hicieron en Canarias y contra la pretensión de Melilla de comenzar a implantarlo el próximo septiembre. Además, esta semana han tramitado otro contra la restricción de Baleares, la única región que, tras las sucesivas resoluciones judiciales contrarias dictadas en varias autonomías, mantiene la obligatoriedad de presentar un certificado para el acceso a grandes eventos y para la visita de familiares en residencias.
PREGUNTA. ¿Qué les empujó a presentar estos recursos?
RESPUESTA. Tenemos una Constitución que puede ser mejor o peor, pero que hay que cumplirla. Si a los ciudadanos nos exigen cumplir la ley, lo mínimo que también tienen que hacer los políticos es cumplirla. Si a mí me ponen una multa de tráfico, yo pago, y los políticos tienen que cumplir con su obligación. La gente necesitamos vivir y no se nos está poniendo nada fácil.
P. ¿Se consideran negacionistas?
R. No, para nada. Nosotros ni negamos ni afirmamos nada. Sí que solicitamos al Ministerio de Sanidad, a través de la Ley de Transparencia, las pruebas científicas que demostraran la existencia del SARS-CoV-2. Lo mínimo que tienen que hacer es probarlo y no nos han contestado. Lo vamos a solicitar judicialmente, queremos pruebas, no es tan difícil. No tengo dudas de que existe, pero por qué lo esconden.
Quien responde a las preguntas de El Confidencial es la presidenta de Liberum, Nandi Cuevas. Y aunque rechaza la etiqueta de negacionista, el apartado de la web de la entidad dedicado a la "Información científica" es un compendio de algunos de los argumentos que esgrimen estos grupos. En la línea, también, de muchos de los mensajes que se difunden a través del grupo de Telegram de la entidad. Los textos propios se entremezclan con los que se reenvían desde otros canales de la red social y en ellos se pone en duda la seguridad de las vacunas, se establecen vínculos entre Bill Gates y la farmacéutica Pfizer o se plantea que los sueros de Moderna podrían "reprogramar" el cuerpo humano. El perfil cuenta con 4.405 usuarios suscritos, mientras que la asociación, según explica Cuevas, tiene unos 700 socios. Los recursos judiciales los costean con las aportaciones que hacen los miembros además de donaciones puntuales.
60 canales
La plataforma #SaludSinBulos tiene registrados más de 60 canales de Telegram de corte negacionista y su evolución ha ido pareja a la de la pandemia. Antes, según explica Ricardo Mariscal, responsable de Relaciones Institucionales de la entidad, el embrión nacía en Facebook, pero desde que la red social comenzó a aplicar filtros, saltaron a la aplicación de mensajería donde no hay control ninguno. Detalla también que la mayoría de estos grupos se vertebran a través de un "líder" que impone su autoridad. Así, la conversación no es bidireccional, ya que en muchos de los foros, los administradores limitan lo que pueden hacer los suscriptores dejándoles tan solo escribir, pero no compartir enlaces u otros documentos, por ejemplo.
Otra de las características comunes son los vínculos que se han tejido entre estos grupos y sus homólogos en diferentes países de Europa e Hispanoamérica. "Cada vez tienen más proyección internacional. Por ejemplo, Luis de Benito [médico crítico con las vacunas contra la covid] da una conferencia y la traducen al inglés, al francés y otros idiomas para llegar más lejos. Y cada vez también están más cohesionados", añade Mariscal quien destaca que la última batalla en la que se han sumido es contra la vacunación en menores de edad.
El perfil de los diferentes canales es dispar. Hay algunos que se asocian a colectivos concretos, como 'Médicos por la verdad', 'Biólogos por la verdad' y 'Ciudadanos por la verdad'. Entre los especializados en derecho también figura Scabelum. "¿Has sido maltratado con el Estado de Alarma?", pregunta la web de este último grupo, donde se ha habilitado un formulario para que los interesados cuenten su experiencia. "Posteriormente, quienes quieran, sin ningún compromiso, podrán sumarse a las acciones judiciales que iniciaremos para depurar responsabilidad civil y penal", precisan.
Pero más allá de la pandemia, recuerda Mariscal, estos grupos abordan otras cuestiones o temas. No son extraños los canales en los que, de forma incansable, sus usuarios no hacen más que compartir fotos de 'chemtrails', las supuestas estelas químicas que dejan los aviones mientras surcan el cielo y que para estos colectivos son la prueba de que alguien está rociando la tierra con productos nocivos para la salud.
El pasado 12 de agosto, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia dejaba sin vigencia el uso del certificado covid para el acceso a bares, restaurantes y locales de ocio nocturno. La región había sido la primera en implantarlo y para entonces ya llevaba una veintena de días aplicando la restricción en discotecas y pubs. Inexplicablemente, una semana antes, el órgano judicial había avalado la medida, destacando su "evidente fundamento sanitario". La disparidad de criterios en menos de siete días fue fruto de un, se podría decir, despiste de los magistrados. Dieron por hecho, según explicaron, que la Xunta ya les había consultado sobre la idoneidad de la medida como había hecho con otras y por eso, cuando una asociación de hostelería de Lugo pidió la suspensión cautelar del pasaporte denegaron la petición. Los jueces se dieron cuenta de su error cuando les volvieron a llegar otros dos recursos, el primero lo presentaba otra agrupación del sector, radicada esta vez en Santiago de Compostela, el segundo, la Asociación Liberum. Ese fue el principio del fin.
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