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Padres furiosos e hijos asustados: la caótica cuarentena de 249 jóvenes en Mallorca
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LA MEDIDA PLANTEA DUDAS LEGALES

Padres furiosos e hijos asustados: la caótica cuarentena de 249 jóvenes en Mallorca

Fiestas locas y botellones provocan el aislamiento de adolescentes de toda España en un hotel de Palma. Denuncian que les han llevado con amenazas, pero hay un 25% de positivos

Foto: Adolescentes confinados en los balcones del hotel Palma Bellver. (D.B.)
Adolescentes confinados en los balcones del hotel Palma Bellver. (D.B.)

España ha tenido que esperar al final de la pandemia para vivir la cuarentena más extravagante y polémica a cuenta de 249 adolescentes encerrados durante 10 días en el hotel Palma Bellver de Mallorca. Los chicos, procedentes de todo el país en viajes organizados por agencias, la mayoría por Tu Fin de Curso (TFC), han sido confinados por el Gobierno de Baleares para tratar de contener el megabrote originado en conciertos y botellones en Mallorca a los que asistieron estudiantes de fin de estudios.

La Consejería de Salud de Baleares afirma que el encierro sigue el protocolo sanitario habitual en cualquier cadena de contagios. La agencia y los padres de los afectados claman por la arbitrariedad y porque no ha mediado orden judicial. Aseguran que los jóvenes confinados llegaron días después de las fiestas y los botellones e incluso una madre ha denunciado a la directora general de Salud de Baleares, María Antonia Font, por prevaricación y detención ilegal.

Hay 1.167 contagiados en toda España y 4.796 personas en cuarentena

No obstante, las cifras del megabrote balear son tremendas. Hay 1.167 contagiados en toda España y 4.796 personas en cuarentena, según detalló Fernando Simón en la tarde del lunes. En total, se ha identificado a 5.126 viajeros que han acudido a Mallorca y Menorca en los últimos 20 días. Un joven de 18 años de Elche ha tenido que ser ingresado en la UCI del hospital de la ciudad.

placeholder Exterior del hotel Palma Bellver, donde hay 249 jóvenes aislados por covid. (D.B.)
Exterior del hotel Palma Bellver, donde hay 249 jóvenes aislados por covid. (D.B.)

Asomados a los balcones

“¡Que nos dejen salir ya!”, “¡no nos dan comida ni papel de baño!”, “¡llegamos ayer a Mallorca con una PCR negativa y nos han llevado directamente a este hotel!”. Son tres reclamos de las docenas de mensajes que los adolescentes, de entre 17 y 18 años, lanzan desde los balcones del hotel. La mayoría pasan las horas asomados, hablando entre ellos de balcón a balcón, ya que tienen prohibido abandonar las habitaciones.

“Hay un guardia de seguridad en cada pasillo para que no salgamos”, dice uno de los chavales. Abajo, en la recepción, cerrojazo y silencio absoluto. Solamente se abren las puertas para recibir las bolsas del supermercado que los confinados han encargado a través de Glovo. En pocos minutos llegan hasta tres envíos. Salchichón y fiambre, yogur y queso, pan de molde, comida para microondas y refrescos principalmente. La entrada de alimentos cocinados está prohibida.

Los adolescentes confinados denuncian que tienen que compartir toallas y almohadas y que no hay productos de higiene íntima para las chicas. Muestran fotografías de comida escasa y precaria. Los responsables del hotel propiedad de Melià, que ha sido designado por el Govern como ‘hotel covid’, no sueltan una sola palabra ni para rebatir estas denuncias. El ambiente general es de mucho nerviosismo.

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Repartidores entregan bolsas de comida de supermercado para los jóvenes. (D.B.)

La Consejería de Salud de Baleares no admite grises en esta situación: “La salud pública, primero”, zanjó en un mensaje en Twitter en la tarde de ayer. Buena parte de la sociedad apoya las medidas para contener el mayor brote de coronavirus registrado hasta la fecha. Que los chicos aguanten lo que haya que aguantar igual que han hecho miles de españoles el pasado año y medio. Pero la presión de los padres, apoyados por toda una serie de abogados que ven grietas legales, está haciendo mella.

El Ejecutivo de Francina Armengol teme que el aislamiento se les vaya de las manos por la falta de armazón normativo, aunque la presidenta balear fue categórica también en redes sociales: "Si alguien se planteaba viajar a Baleares para comportarse incívicamente y poner en riesgo la salud y la economía de las islas, lo decimos claramente: que se quede en su casa."

“No tenemos problema con que nos aíslen si hay contacto estrecho. Pero lo que está haciendo el Gobierno de Baleares es confinar a todos los chicos que vienen con nuestra agencia. Da igual que hayan llegado cinco días más tarde o que no conozcan a los que han dado positivo, se considera a todos los que están en nuestra lista contacto estrecho y se les mete en ese hotel. Eso es ilegal”, protestan desde Tu Fin de Curso. Ese es el argumento base de padres y empresa: en una cadena de contagio, se aísla a las personas que han tenido al menos un contacto cercano con un positivo. Aquí se les confina en el hotel Bellver sin citar claramente en qué lugar han podido coincidir con un infectado.

No obstante, los datos dan la razón al Govern balear. Dentro del hotel hay un alarmante 25,7% de casos activos. “El hotel puente covid Palma Bellver ya acoge a 249 jóvenes peninsulares que han tenido relación directa o indirecta con el brote de un viaje de estudios a Mallorca (64 son positivos y 175 negativos a la espera de más resultados)”, confirmó la Consejería de Salud balear, que se hará cargo de la manutención y la asistencia médica de los jóvenes confinados. Nadie sabe hasta cuándo estarán encerrados. Los adolescentes y padres de los negativos exigen poder regresar ya a sus hogares. “Preguntamos a la consejería y no nos dicen nada. Muchos chicos han dado negativo en PCR, pero siguen ahí. Puede ser una semana o más, todo es oscurantismo”, indican desde Tu Fin de Curso.

placeholder Los dos últimos confinados que faltaban por llegar al hotel Palma Bellver. (D.B.)
Los dos últimos confinados que faltaban por llegar al hotel Palma Bellver. (D.B.)

Hasta el lunes por la mañana había una veintena de estudiantes aislados en seis hoteles, principalmente en la zona turística de El Arenal. A mediodía, ya no quedaba ninguno. Los dos últimos en ser llevados al ‘hotel covid’ salieron en ambulancia desde el hotel Luna Park. Los adolescentes no estaban obligados legalmente a abandonar sus hoteles, pero aseguran que durante días las autoridades sanitarias les han amedrentado con cuantiosas multas si no accedían. “Nos han asustado mucho, hasta venían a las 4 de la mañana a tocar puertas para trasladarnos”, asegura un joven. Algunos padres les recomendaron a sus hijos negarse a salir de sus hoteles, pero finalmente todos han salido rumbo al ‘hotel covid’. La mayoría de edad sanitaria está en 16 años, así que los afectados han tenido la última palabra.

El origen

En realidad, el confinamiento de los 249 adolescentes españoles en el hotel Palma Bellver no es el inicio de la polémica, sino el desenlace de 10 días de absoluto caos en Mallorca. Todo comenzó el 15 de junio con una macrofiesta de reguetón en la plaza de toros de Palma, llamada RFB Music ‘Erasmus', que se fue totalmente de las manos. La empresa organizadora se expone a una sanción de entre 60.000 y 600.000 euros por infracción muy grave.

Además del concierto, que tuvo una segunda edición cinco días más tarde (más controlada, pero muy masiva), se han producido en Mallorca docenas de fiestas en la playa y botellones incontrolados. Más de 4.000 estudiantes han acudido en los últimos días a la isla a celebrar el fin de curso, muchos en viajes organizados y otros tantos por su cuenta. Lo habitual en cualquier año sin pandemia y que se ha visto potenciado por la falta de ocio nocturno. Esta falta de responsabilidad de los adolescentes es la principal crítica social, comenzando por la misma población de Mallorca, que ve como apenas iniciada la temporada turística ya surgen dudas sobre el destino.

placeholder El 'hotel covid' está situado junto al paseo marítimo de Palma. (D.B.)
El 'hotel covid' está situado junto al paseo marítimo de Palma. (D.B.)

El 24 de junio, País Vasco avisa del primer brote procedente de estudiantes que habían viajado a Mallorca. Desde entonces, hasta 10 comunidades han anunciado casos positivos, encabezadas por la Comunidad de Madrid con 493 casos y seguida por Andalucía (183), País Vasco (189), Comunidad Valenciana (104) y Galicia (102).

Las normas sanitarias estipulan 10 días de aislamiento para contactos estrechos. Los estudiantes y la agencia aseguran que en ese hotel la mayoría nunca lo ha tenido y que los PCR de la mayoría dan negativo. Así lo narraba una estudiante en Twitter, bajo el hashtag #secuestrogobiernobalear: “No vuelvo a Mallorca más en mi vida. Llevo preguntando 3 días el nombre del positivo por el cual estoy metida en un hotel covid y nadie me lo da. Aun dando negativo no me dejan irme y hacer cuarentena en Córdoba. Estamos en un hotel que no está preparado para esto, dicho por ellos”.

Hasta el 6 de julio no comenzarían a salir los primeros confinados. La consigna no oficial del Govern es que, mientras haya positivos, los chicos seguirán en el hotel para romper las cadenas de contagio.

“¿Cuál es el siguiente paso? No tenemos ni idea”, reconocen desde Tu Fin de Curso. Varios monitores y responsables de la empresa se pasan el día en la entrada del hotel Palma Bellver haciendo gestiones y hablando con los chicos desde los balcones. “Estamos aquí para que nos vean, para que se sientan acompañados y nos pidan lo que necesiten. No podemos hacer mucho más”, dice un trabajador. Desde los balcones, todos pegados e idénticos como un palomar, los chicos se dan voces y hacen bromas para aligerar el encierro que justo acaba de empezar.

España ha tenido que esperar al final de la pandemia para vivir la cuarentena más extravagante y polémica a cuenta de 249 adolescentes encerrados durante 10 días en el hotel Palma Bellver de Mallorca. Los chicos, procedentes de todo el país en viajes organizados por agencias, la mayoría por Tu Fin de Curso (TFC), han sido confinados por el Gobierno de Baleares para tratar de contener el megabrote originado en conciertos y botellones en Mallorca a los que asistieron estudiantes de fin de estudios.

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