Es noticia
La victoria de Montero frente a Calvo en la ley LGTBI divide al PSOE antes del Orgullo
  1. España
LA APROBARÁ HOY EL CONSEJO DE MINISTROS

La victoria de Montero frente a Calvo en la ley LGTBI divide al PSOE antes del Orgullo

El pulso en las leyes de igualdad tiene como trasfondo la hegemonía en el feminismo y dos visiones enfrentadas debido a las distintas tradiciones que representan socialistas y morados

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero (d), y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. (EFE)
La ministra de Igualdad, Irene Montero (d), y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. (EFE)

El Consejo de Ministros aprobará este martes la ley LGTBI, en la que se fusionará el polémico proyecto sobre los derechos de transexuales, tras meses de choques entre el Ministerio de Igualdad y la vicepresidencia primera. Entre la ministra de Unidas Podemos, Irene Montero, que siempre defendió y finalmente consiguió convertir en ley la autodeterminación de género, para que los mayores de 14 años puedan cambiar en el DNI su sexo (desde los 16 sin autorización de los progenitores), y la socialista Carmen Calvo que durante meses bloqueó este proyecto. Se esgrimían dudas desde la vicepresidencia primera sobre su "seguridad jurídica", pero en el trasfondo de este choque se encontraban dos visiones distintas sobre el feminismo. Tanto es así que el PSOE ha quedado dividido ante una ley que rechazan internamente amplios sectores, pero que posiblemente le evitará disgustos durante los actos del Orgullo que se celebrarán este fin de semana. La presión de estos colectivos a favor de la ley también contribuyó a que se acabase imponiendo frente al feminismo más clásico del PSOE.

El choque entre Podemos y PSOE en materia de igualdad es también una lucha por el voto feminista que ya comenzó a visibilizarse a principios de legislatura con la ley denominada del 'solo sí es sí'. Con el proyecto de la ley trans se agudizó. Las diferencias de PSOE y Unidas Podemos se enfatizan en lo referente la llamada teoría queer y los socialistas llegaron a advertir su temor porque las leyes impulsadas desde Igualdad acabasen "desdibujando" a la mujer. A través de un argumentario del partido difundido el pasado año, se criticó que la teoría queer va "ganando terreno en el mundo académico y activista" y "niega la existencia del sexo biológico, por lo que desdibuja y difumina la realidad de las mujeres".

El texto oficializaba una batalla dentro de las corrientes feministas, hasta el punto de que la Federación Estatal LGTB manifestó su "más absoluto rechazo y condena al argumentario tránsfobo del PSOE y sus posteriores intentos de justificación por parte de algunas de sus responsables". Desde entonces el bloque se hizo patente. Calvo consiguió frenar durante meses el paquete de leyes impulsadas desde Igualdad, departamento que se había puesto de plazo el 8-M, Día Internacional de la Mujer, para aprobarlas. Sin embargo, hace unas semanas el presidente del Gobierno decidió despejar el camino apartando a la vicepresidencia primera de las fallidas negociaciones y el proyecto se cerró entre Igualdad y Justicia en los términos previstos por Irene Montero.

Entre medias, las costuras de la coalición mostraron síntomas de agotamiento con votaciones diferentes en el Congreso. En marzo, el PSOE se desmarcó de sus socios e impidió que se tramitara la ley trans que, ante su bloqueo, impulsaron los socios parlamentarios del Gobierno. Los socialistas advirtieron sobre la necesidad de no "desbordar el marco constitucional" e hicieron énfasis en que la autodeterminación de género "no es un derecho fundamental". El texto era casi idéntico al proyecto de Igualdad que se aprobará este martes. Previamente, la disputa se había visibilizado con la denominada ley Zerolo presentada por los socialistas, ante la que se abstuvieron los morados aunque sin que su voto fuese crucial para impedir la tramitación.

Los morados acusaron a los socialistas de haber traspasado una "línea roja" al romper, según decían, con el acuerdo de gobierno por presentar la ley de igualdad de trato de forma "unilateral", sin recoger los planteamientos del Ministerio de Igualdad y frenando el resto del paquete legislativo en esta materia, que completan las leyes trans y LGTBI. "Empieza a cansar este 'tour de force' que están llevando los dos partidos políticos del Gobierno, y luego nos meten en medio a todos", criticaba el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban. "No lo entiendo y no es la mejor manera de consolidar un Gobierno", concluía.

Unos choques que tiene mucho que ver con quién se hace con la hegemonía del feminismo, pero también con los contenidos, debido a las distintas tradiciones que representan socialistas y morados. Los socialistas ya señalaron desde un principio que los principales puntales del Ministerio de Igualdad estaban apartados de la línea del feminismo clásico, dejando entrever sin embargo unas divergencias que tienen como trasfondo que este ministerio del PSOE pasase tras la coalición a manos de Unidas Podemos. Pablo Iglesias ya aventuró dos meses después de llegar a la vicepresidencia segunda, en el contexto de las disputas por la ley del solo sí es sí, que el conflicto tendría largo recorrido: “A este ministro de Justicia hay que obligarle para hacer avances feministas, esta va a ser una de las peleas de Igualdad esta legislatura”. Daba cuenta de que solo se trataba de una primera batalla dentro de un conflicto de más largo alcance, como se ha demostrado con el tiempo.

Seguridad jurídica

Para avalar jurídicamente la propuesta de que cualquier persona pueda cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil solo con una declaración expresa, a partir de los 16 años, desde Igualdad se acogieron a una instrucción de 2018 de la Dirección General de los Registros y del Notariado, sobre cambio de nombre en el Registro Civil de personas transexuales.

Foto:  Centenares de personas participan en la manifestación convocada por Orgullo Crítico Madrid, alternativa a la marcha estatal del Orgullo 2021. (EFE)

"En la actualidad, se está tramitando por el Parlamento una proposición de ley que previsiblemente modificará la anterior de 2007, despatologizando la incongruencia de género, y permitiendo el cambio de la constancia registral del género sentido mediante la simple expresión de la voluntad de formalizar dicho cambio por el sujeto, incluso siendo el mismo menor de edad. Ello brindará una solución más adecuada, y conforme con la realidad de las cosas, a la luz del estado actual de la ciencia médica. Pero mientras eso llega, hay situaciones actuales que demandan una solución urgente, especialmente en la medida en que afectan a menores de edad", concluía la instrucción.

Precisamente, lo que se planteó desde Igualdad no difiere de la ponencia presentada por el PSOE y aprobada en la comisión de Justicia en 2019, y que finalmente decayó al convocarse elecciones generales. Entonces, tanto los informes del Ministerio de Interior como del Ministerio de Justicia solicitados por los diputados de la comisión de Justicia para la ponencia de la propuesta de ley socialista fueron favorables, por lo que confían en que ahora también lo sean a su iniciativa. Por otra parte, se ampararon en que la estrategia LGTBI que marca la UE coincide con la autodeterminación de género sin requisitos de ningún tipo, como ha manifestado Helena Dalli, comisaria de Igualdad.

El Consejo de Ministros aprobará este martes la ley LGTBI, en la que se fusionará el polémico proyecto sobre los derechos de transexuales, tras meses de choques entre el Ministerio de Igualdad y la vicepresidencia primera. Entre la ministra de Unidas Podemos, Irene Montero, que siempre defendió y finalmente consiguió convertir en ley la autodeterminación de género, para que los mayores de 14 años puedan cambiar en el DNI su sexo (desde los 16 sin autorización de los progenitores), y la socialista Carmen Calvo que durante meses bloqueó este proyecto. Se esgrimían dudas desde la vicepresidencia primera sobre su "seguridad jurídica", pero en el trasfondo de este choque se encontraban dos visiones distintas sobre el feminismo. Tanto es así que el PSOE ha quedado dividido ante una ley que rechazan internamente amplios sectores, pero que posiblemente le evitará disgustos durante los actos del Orgullo que se celebrarán este fin de semana. La presión de estos colectivos a favor de la ley también contribuyó a que se acabase imponiendo frente al feminismo más clásico del PSOE.

LGTBI Irene Montero Carmen Calvo
El redactor recomienda