Conflicto ecologista en Castilla-La Mancha: 'No' al trasvase de dos parques nacionales

Cabañeros y Tablas de Daimiel, en Castilla-La Mancha, son los dos únicos parques nacionales que continúan en manos del Estado, que el próximo año cederá la competencia al Gobierno autonómico. El primero tiene más de 40.000 hectáreas y el segundo es el gran humedal del centro de la península. Ecologistas en Acción rechaza el cambio de manos y alerta: "Están a punto de recibir otro golpe que los someta, aún más, a los intereses políticos y económicos del regadío y la caza". Se ha pactado el traspaso de la titularidad y gestión en 2022.

El Gobierno de España cederá de manera definitiva la competencia de ambos parajes a la Junta de Comunidades. Son los dos únicos parques nacionales del país, de los 15 totales, que continúa siendo del Ejecutivo nacional. Se resolverá una anomalía, pero no lo hará al gusto de todos. Organizaciones como Ecologistas en Acción cuestionan el compromiso medioambiental de la Administración liderada por Emiliano García-Page. "Vista la trayectoria y el ejercicio actual en la materia es de temer que el cambio solo sirva para agravar aún más el maltrecho estado en que se encuentran las Tablas de Daimiel y en comprometer el futuro de Cabañeros", alertan.

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La decisión definitiva llegó este pasado martes. Fue durante una visita a Cabañeros de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, junto al presidente autonómico, Emiliano García-Page. Ambos, del mismo color político, escenificaron así la sintonía en las negociaciones. Y, lo más importante, pusieron fecha: el próximo año. Tampoco obviaron que quedan flecos, principalmente presupuestarios.

Han tenido que pasar 17 años para que esto ocurra. Se ha desbloqueado una situación encallada desde 2004. ¿Y por qué Castilla-La Mancha no gestiona en estos momentos sus parques nacionales? Una sentencia del Tribunal Constitucional determinó entonces que las competencias ambientales dejaban de ser compartidas y recaían en exclusiva en las comunidades autónomas, pero en este caso nunca se ha terminado de poner el cascabel al gato.

El traspaso sí se ha hecho efectivo en el resto de parques naturales: el Teide, Sierra de Guadarrama, Picos de Europa, Timanfaya, Garajonay, Sierra Nevada, Ordesa y Monte Perdido, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Caldera de Taburiente, Islas Atlánticas, Doñana, Monfragüe y el Archipiélago de Cabrera.

El traspaso sí se ha hecho efectivo en el resto de parques naturales: el Teide, Sierra de Guadarrama, Picos de Europa, Timanfaya...

Cabañeros y Daimiel son dos espacios únicos, dos de los ecosistemas naturales más importantes de España, el bosque mediterráneo y los humedales de interior, aunque ambos se encuentran históricamente entre los cinco menos visitados del país. El primero tiene una extensión de más de 40.000 hectáreas y es célebre por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro. El parque es refugio de grandes rapaces, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción y uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo, comarca situada en las provincias de Ciudad Real y Toledo.

El segundo es el gran humedal del centro de la península, último representante del ecosistema denominado tablas fluviales y el segundo más importante de España tras Doñana. Ahora se encuentra en uno de sus peores momentos por lo que el traspaso de competencias podría suponer un impulso en su maltrecha conservación o todo lo contrario.

Pese al estado general del entorno, las lluvias y la borrasca Filomena propiciaron que sus cascadas luzcan en estas semanas y se hayan convertido en un gran reclamo durante la Semana Santa. El estado de alarma y los cierres perimetrales han ayudado también a incrementar las rutas por Cabañeros, lo que ha obligado a regular las visitas en su ruta de ‘E Chorro’ de los Navalucillos, con la dificultad que entraña poner ‘puertas al campo’.

Tras la visita, García-Page se mostró "convencido" del acuerdo. Lo hizo en el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Cabañeros, ubicado en la localidad ciudadrealeña de Horcajo de los Montes, y rodeado de trabajadores del espacio. Por eso aprovechó para lanzar un mensaje de "tranquilidad" ante la inquietud surgida por los rumores del traspaso. "Para nosotros, lo primero es conservar, defender y amparar a toda la gente que se ha dejado la piel para que esto sea un magnífico símbolo para toda la comunidad autónoma. Las cosas solo pueden ir a mejor", manifestó.

Por su parte, la ministra Ribera confirmó que "a lo largo de 2022 se podrá proceder a esta transferencia", pero no eludió la existencia de "aspectos técnicos y presupuestarios que habrá que gestionar bien". "Lo más importante es la protección del ecosistema, de los trabajadores y de los pueblos y su área de influencia", dijo, convencida de que este tipo de espacios son esenciales para revitalizar el entorno rural en el que se enmarcan.

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Los grupos ecologistas plantean dudas. Ecologistas en Acción avisa de que esta posibilidad "no arroja sino sombras e inquietudes ante las pruebas evidentes que revelan el escaso compromiso que viene mostrando el Gobierno de Castilla-La Mancha ante los graves problemas ambientales que afectan a los parques nacionales".

Ecologistas pone el foco en cuestiones administrativas. La entidad se pregunta cómo puede afectar esta nueva situación a los trabajadores y trabajadoras de estos espacios protegidos, cómo afectará a los modelos de gestión y qué intereses van a predominar ahora en ellos o con qué recursos se van a acometer las tareas pendientes, "que son muchas y costosas", aunque recalca que "lo que más preocupa es el rumbo de las políticas de conservación que ponga en marcha la nueva Administración".

Sobre las Tablas, creen que la Junta ha dado muestras de su desinterés al calificar "de quimera la pretensión de recuperar los humedales de La Mancha y de mantenerlos en buen estado ecológico". Se muestran temerosos de que puedan acabar convertidas es un "parque temático", lejos del "ecosistema único" actual. Mientras que, sobre Cabañeros, ponen el foco en la caza, que se sigue practicando pese a que la Ley de Parques Nacionales indica que es incompatible con la conservación, y en las fincas privadas en el entorno, que representan casi la mitad del mismo.

"La Junta es renuente a asumir el final de la caza, por lo que ha intentado disfrazar de control de poblaciones esta actividad. También se ha opuesto a contemplar debidamente la restauración de los impactos que provocan en Cabañeros los cientos de kilómetros de vallados y tiraderos que jalonan el parque nacional, deteriorando su flora y su fauna", alertan.

Sobre este aspecto, el presidente García-Page indicaba que "ni aquí ha habido nunca una actitud depredadora ni nosotros vamos a ser insensibles frente a las demandas de la gente", convencido de que se alcanzará un acuerdo con el sector "bajo criterios de sentido común". Solo quedan siete meses para 2022.