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Radiografía del 4-M: Sánchez, ante dos partidos en refundación y uno en liquidación
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El escenario político previo al 4M

Radiografía del 4-M: Sánchez, ante dos partidos en refundación y uno en liquidación

El presidente ha logrado una inusual tranquilidad interna en el PSOE y solo sufre las tensiones del Gobierno mientras UP cambia de líder, el PP busca su lugar y Cs se hunde

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado lunes en París. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado lunes en París. (EFE)
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Los acontecimientos políticos de las últimas semanas han llevado al punto máximo de ebullición a los partidos, en distinto grado y por distintos motivos, pero ebullición al fin y al cabo. Solo el PSOE se salva de la agitación y Pedro Sánchez puede mirar desde su atalaya los acontecimientos con relativa tranquilidad.

Lo puede hacer precisamente en un momento en el que, por primera vez desde que se inició la legislatura, hay dirigentes y portavoces políticos que hablan de la posibilidad de elecciones generales anticipadas. No de forma cierta ni inminente, pero las circunstancias ya permiten esa especulación que tiene que ver con la posibilidad de que mejore la economía, con que los estrategas de la Moncloa observen ventana de oportunidad en las encuestas y, sobre todo, con que al PSOE le pueda favorecer el hecho de que dos partidos (PP y Unidas Podemos) vivan un proceso de refundación y un tercero (Ciudadanos) camine hacia la liquidación. Su fortaleza está también en la debilidad de los demás y su oportunidad es que los rivales no tengan tiempo de rehacerse.

Foto: El candidato a la presidencia de Madrid, Pablo Iglesias. (Dani Gago)

Es el territorio ideal para Pedro Sánchez, a pesar de que la agitación de estas semanas tenga su origen en un movimiento fallido y contraproducente en Murcia que provocó la Moncloa. En ese contexto, su interés será no dar tiempo a que ninguno de los oponentes termine ese proceso de asentamiento de sus respectivos liderazgos.

Le deja Ciudadanos al Partido Socialista un caladero ideal al que mirar, si es que puede mostrar esa moderación

Su único inconveniente es que el desmoronamiento de Ciudadanos hace difícil utilizar a sus ahora nueve diputados como muleta de emergencia, una vez fracasado en Murcia el intento de girar al centro de la mano del partido de Inés Arrimadas. Le deja Ciudadanos al PSOE un caladero ideal al que mirar, si es que puede mostrar esa moderación.

placeholder La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Las dudas e incertidumbres sobre el Gobierno de coalición se avivan con las polémicas abiertas entre sus dos socios por asuntos como la ley de vivienda, la igualdad o la reforma laboral, entre otros. Por primera vez esas discrepancias también conducen a pensar en rupturas y líneas rojas. Todo a falta de saber cómo es el nuevo modelo de relación con Iglesias fuera del Gobierno y Yolanda Díaz como vicepresidenta tercera y futura candidata de Unidas Podemos.

Moncloa descarta elecciones, pero ¿qué otra cosa puede hacer Moncloa que desmentir lo que no ocurriría hasta dentro de meses? Podría incluso intentar gobernar en minoría aunque Unidas Podemos saliera del Gobierno. Incluso aunque ERC como amenaza estos días dejara de apoyar el Gobierno, pero esa situación no puede prolongarse en el tiempo, porque incluso los decretos requieren de mayorías suficientes para convalidarlos.

Todo ello ocurre en un momento de hiperliderazgos en los partidos, con escaso debate interno, y, por tanto, pendientes de la situación de sus líderes, elegidos todos ellos en primarias.

PSOE, pacífico y controlado

Es sabido que Sánchez ha conseguido un poder interno en el PSOE que no tuvo ninguno de los otros presidentes del Gobierno socialistas de la democracia. Ha logrado que no haya voces discrepantes, salvo algún susurro esporádico de alguno de sus barones regionales.

Las únicas fuentes de tensión interna para los próximos meses serán Galicia y Andalucía, y externa en Madrid

Los más veteranos no recuerdan una situación como la actual en la que el líder socialista mueve desde la Moncloa los hilos del PSC, cumpliendo un viejo sueño de los sucesivos secretarios generales del PSOE que ninguno pudo alcanzar. No hay contrapesos internos y desde la Moncloa se dirige todo el partido. El ejemplo máximo de hiperliderazgo en un partido. Ni Felipe González cuando gobernaba con mayorías absolutas, ni José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron tanto poder interno.

Y por si fuera poco, fuentes socialistas consideran que en el congreso federal del PSOE, que se celebrará en octubre, su objetivo es reforzar ese control con cambios en la ejecutiva y la entrada de más miembros del equipo de Sánchez. Las únicas fuentes de tensión interna para los próximos meses serán Galicia y Andalucía, y externa en Madrid. Ferraz pretende sustituir a Gonzalo Caballero, que fue candidato socialista en las últimas elecciones autonómicas gallegas con un resultado más que discreto.

Foto: Edmundo Bal. (EFE)

En Andalucía ya ha empezado el pulso con Susana Díaz, que se resiste a ser sustituida al frente del partido. La dirección federal da por hecho que ganará ese pulso y el nombre barajado para dirigir el partido en Andalucía y encabezar la candidatura para las elecciones del próximo año es el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

placeholder El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)
El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)

En Madrid, la convocatoria de elecciones para el 4 de mayo ha alterado los planes de Sánchez, que pasaban por pactar con el PP, que Ángel Gabilondo fuera Defensor del Pueblo y proceder a su sustitución. Ahora todo dependerá del resultado, pero lo más probable es que se trabaje en un candidato potente para dentro de dos años. La lista de Gabilondo puede dar alguna pista para el futuro.

PP, entre la refundación y la reunificación

Desde su toma de posesión como líder del PP hace casi tres años, Pablo Casado ha tenido como objetivo la reunificación del sector ideológico que va desde el centro hasta la extrema derecha. Lo hace por necesidad porque con tres partidos disputándose ese electorado es casi imposible que consiga mayoría suficiente para gobernar.
Se le une otra necesidad: romper con el pasado para intentar salvarse de la pesada herencia de los casos de corrupción. Y la suma de esas necesidades le llevan a abordar un proceso de refundación que empieza por el cambio de sede y tiene una próxima etapa en la convención que ha anunciado para otoño.

Para asegurarse el control del partido en ese tránsito y blindar su liderazgo, Casado, a través de Teodoro García Egea, ha decidido intervenir en los congresos regionales y provinciales, lo que provoca serias tensiones entre la sede nacional de Génova y destacados barones regionales.

Todo ese proceso ha sido alterado por la moción de censura fallida de Murcia y las elecciones de Madrid. Ambos acontecimientos han permitido a Casado acelerar el plan previsto y proceder a dar la puntilla a Ciudadanos, como objetivo prioritario. Si Ciudadanos no llega al 5% de los votos en la Comunidad de Madrid, Casado habrá logrado su objetivo.

Ahora el líder que puso su cara a las papeletas electorales está en fase de retirada y ha designado sucesora a Yolanda Díaz

Y si la arriesgada operación política de las últimas semanas provocada por PSOE y Ciudadanos termina con que el PP conserva Murcia y Madrid, Casado habrá salvado otro 'set ball' de su liderazgo, tras el desastre de Cataluña, y demostrará que es cierto que siempre es capaz de salvarse en el último momento cuando está al borde del abismo. Se salvó en las elecciones municipales y autonómicas al poder conservar Madrid y lo hizo ante la situación adversa de la moción de censura de Abascal.

Ahora arriesga su discurso de separación de Vox y es probable que pacte con Gobierno de coalición con Santiago Abascal.

UP, relevo del líder y fundador

Unidas Podemos es la formación más personalista. Se fundó en torno a Pablo Iglesias y fueron cayendo muchos de los que la rodeaban y todos los que le disputaban cualquier espacio de poder y decisión.

Foto: El todavía vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. (EFE) Opinión
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Ahora, el líder que puso su cara a las papeletas electorales está en fase de retirada y ha designado sucesora a Yolanda Díaz. Eso supone un terremoto no solo en este partido sino también en toda la política española, que ha estado marcada en los últimos años por Iglesias y su forma de actuar.

placeholder Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz.

A partir del 18 de abril, la ministra de Trabajo será vicepresidenta tercera y máxima representante de Unidas Podemos en el Gobierno y el 4 de marzo empezará el proceso de cambio de liderazgo para que Díaz sea cabeza de lista en las próximas elecciones generales. Es decir, después de las elecciones de Madrid empezará el proceso de refundación de Unidas Podemos, que podría suponer cambios de equipos en el partido y también en el grupo parlamentario. Díaz no es militante de Podemos y dejó de serlo de Izquierda Unida, aunque mantiene el carnet del PCE. Su trayectoria transcurrió en IU y su cultura política procede de esa formación, distinta a la de Podemos.

El cambio es tan importante como que necesitará tiempo para desarrollarse y ajustarse. Incluso, aunque se optara por una complicada bicefalia entre Iglesias y Díaz, que necesitaría engrase y rodaje.El fundador del partido estaría fuera de las instituciones, salvo sorpresa en las elecciones de Madrid.

Ciudadanos o cómo detener la hemorragia

Diputados de Ciudadanos arrancaron a aplaudir a su portavoz Edmundo Bal cuando explicaba este jueves ante los periodistas las dos salidas que ha sufrido el grupo parlamentario del Congreso en las últimas horas. Y eso que aún no sabían que horas después anunciaría que será el cabeza de lista para las autonómicas madrileñas del 4 de mayo.

Aseguran que los últimos días han sido un calvario porque tenían que preguntarse cada poco si había nuevas deserciones y descubrían cómo excolaboradores de Albert Rivera conspiran a sus espaldas para convencer a parlamentarios para que rompan con Ciudadanos.

Así se presenta a las elecciones del 4 de mayo en Madrid, en busca de candidato y con la necesidad de superar el 5% de los votos

Esa situación describe perfectamente el momento que vive Ciudadanos tras el traspié de Murcia. Su dirección está más que debilitada, hay peligro de deserciones en comunidades autónomas y su exlíder y fundador conspira contra la dirección actual.

Así se presenta a las elecciones del 4 de mayo en Madrid, en busca de candidato y con la necesidad de superar el 5% de los votos. No hacerlo supondría pasar de tener un vicepresidente en Madrid a ser extraparlamentario y desaparecer en la Comunidad. Hacerlo le permitiría tener capacidad para decidir entre Ayuso y Gabilondo.

En esa situación corre riesgo la estrategia de actuar como bisagra y pactar con el Gobierno de Pedro Sánchez iniciativas concretas, a la vez que se mantienen los acuerdos en comunidades como Andalucía o Castilla y León.

Los acontecimientos políticos de las últimas semanas han llevado al punto máximo de ebullición a los partidos, en distinto grado y por distintos motivos, pero ebullición al fin y al cabo. Solo el PSOE se salva de la agitación y Pedro Sánchez puede mirar desde su atalaya los acontecimientos con relativa tranquilidad.

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