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El doble juego de Villarejo en el espionaje de Repsol amenaza ahora a Del Rivero
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Espía doble

El doble juego de Villarejo en el espionaje de Repsol amenaza ahora a Del Rivero

Personas cercanas al ex de Sacyr celebraron reuniones con el comisario jubilado para una operación de contraespionaje que puede acabar con la víctima investigada

Foto: Captura de vídeo de la señal institucional del TSJ, durante la declaración del comisario Villarejo. (EFE)
Captura de vídeo de la señal institucional del TSJ, durante la declaración del comisario Villarejo. (EFE)
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Los buenos espías de las películas siempre juegan a dos bandas y el comisario Villarejo no iba a ser menos. Su doble juego en una de las piezas de la macrocausa en la que se investigan decenas de contrataciones irregulares de sus servicios por parte de particulares y empresas amenaza ya con una imputación de la supuesta víctima, a la vista de decisiones anteriores de la Sala de lo Penal en el mismo caso. De espiado a espía va solo un paso.

La paradoja se encuentra en la pieza 21 del caso, que se corresponde con el llamado Proyecto Wine, por el nombre con que lo bautizó Villarejo en sus archivos. La investigación gira sobre el espionaje al dueño de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, por parte de Repsol y de CaixaBank. El operativo se desplegó para frustrar, a finales de 2011, el intento de Del Rivero de adquirir acciones de la petrolera a través de la mexicana Pemex y, de paso, derrocar a su presidente, Antonio Brufau, según la información que consta en la causa.

Foto: Luis del Rivero llega a la Audiencia Nacional en una imagen de archivo. (EFE)

A cambio de sus servicios, Villarejo solicitó cerca de un millón de euros. Según adelantó 'Vozpópuli', ofreció a Repsol dos posibles vías de pago en función de si conseguía o no sus objetivos. Contemplaba un primer pago de 450.000 euros como "provisión de fondos" que debía ser ingresado en los cinco días posteriores a sellar el acuerdo. En caso de lograr sus fines, tendrían que pagarle otros 475.000 euros adicionales, es decir, un total de 925.000 euros. La segunda opción, más económica, pasaba por ingresar 375.000 euros iniciales, a los que habría que añadir otros 300.000 euros pasados los 30 días de trabajos. En caso de que la misión se alargase por más de 150 días, el precio subiría aún más. Este trabajo se investiga desde hace casi un año en la Audiencia Nacional y corresponde a la pieza 21 de la macrocausa sobre las actividades de Villarejo, en prisión provisional desde noviembre de 2017. El juez del caso, Manuel García-Castellón, alzó el mes pasado el secreto de sumario y este martes se han conocido las primeras imputaciones.

Pero Villarejo no solo acudió a Repsol y CaixaBank. También fue a ver a la parte contraria. El expresidente de Sacyr Luis del Rivero reconoció ante el juez Manuel García-Castellón en su declaración como testigo en la Audiencia Nacional que, en septiembre de 2011, el comisario José Manuel Villarejo se puso en contacto con su jefe de Seguridad, Rodrigo Álvarez Vázquez, para ofrecerle un supuesto plan de protección ante los intentos de quitarle el mando de la constructora, como finalmente ocurrió en octubre de ese año.

Foto: El comisario José Manuel Villarejo, en el programa 'Salvados'.

Del Rivero explicó que Rodrigo Álvarez llegó a reunirse hasta en tres ocasiones con el propio Villarejo y una cuarta con el comisario Enrique García Castaño, alias 'el Gordo', para abordar el plan de protección que ofertaban. En uno de estos encuentros, los policías supuestamente les entregaron un informe en el que se reflejaba la operación que se había puesto en marcha contra Del Rivero, pero este ha afirmado que rechazó la oferta y no volvió a tener noticias del comisario. En cuanto al precio que Villarejo ponía a sus servicios, Del Rivero ha dicho que pedía 75.000 euros, pero que nunca le pagaron nada.

El informe

En el citado informe, al que ha tenido acceso El Confidencial, Villarejo avisa de que Repsol se está 'armando' contra Del Rivero con labores de inteligencia e indica que "en ciertas situaciones especiales, como en esta", es previsible que se salten los protocolos o al menos los enmarquen "en conceptos diferentes, so pena de que su auditoría lo descubriera en el primer control rutinario".

Foto: El expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, sale de la Audiencia Nacional. (EFE)

En un movimiento de despiste máximo —de nuevo a dos bandas—, el comisario no se menciona a sí mismo (evidentemente) y asegura que la petrolera cuenta con detectives como "Winterman" y tiene también "cierta tecnología muy invasiva y medios electrónicos con capacidad de interceptación, entre otras funciones". "Brufau busca ganar la partida fijando varios objetivos: ganar tiempo hasta noviembre, jurídicamente triunfar y vencer en la opinión pública, empleando voceros a sueldo, gracias a eslóganes como 'la españolidad en peligro…' y trabajando para debilitar al exministro Miguel Sebastian, al que Villarejo atribuye "un papel fundamental".

El informe agrega que Brufau "realiza una carrera contrarreloj para conseguir el máximo de aliados". "Tanto él como sus 'enviados', en España y en el extranjero. Restaurantes como la Manduca de Azagra y O´Pazo de Madrid o Botafumeiro y la Parrilla del Ritz en Barcelona son habitualmente empleados para estos fines", desliza. "Dada la delicada situación actual, este GIA [Gabinete de Investigación y Análisis] considera fundamental diseccionar todos y cada uno de los factores que operan en esta situación, con detección de debilidades y otros factores que alterarán la evolución de la operación, por ahora aparentemente a favor de Brufau".

Foto: El expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, sale de la Audiencia Nacional. (EFE)

Entre las medidas urgentes a realizar, propone calibrar la complejidad de las amenazas conocidas, así como otras en proceso, analizar los intereses de terceros, que en el momento actual operan como factores no estáticos, modificables en función de la evolución de sus intereses, conociéndolos para tener prevista la respuesta con la suficiente antelación y "adoptar medidas de penetración en los órganos de decisión y/o de respuesta de Repsol, especialmente en el núcleo sus actividades sensibles, como las tareas que está realizando de espionaje, investigación, fomento de bulos", entre otras.

Rizando el rizo del cinismo, Villarejo reclama (tras pedir a Del Rivero 75.000 euros por su trabajo) "máxima discreción y NO TRANSMITIR la información contenida en este informe, ni menos aún la colaboración de este GIA, ni siquiera a los que ahora puedan considerarse aliados, ya que los intereses pueden cambiar".

Fuentes consultadas señalan el precedente de la reciente imputación de la pieza 18 del caso Villarejo, referida al supuesto espionaje a Javier Pérez Dolset, fundador del gGrupo Zed, ordenada por la sala y que afecta al presidente de 'La Razón' y miembro del consejo de administración de Atresmedia, Mauricio Casals. En el caso del hombre fuerte del Grupo Planeta, no hay constancia de la existencia de pagos, aunque sí de una oferta del comisario por trabajos que rozaba los 300.000 euros. Apuntan que, si se sigue este camino, habrá supuestas víctimas que pueden cambiar de condición procesal.

Los buenos espías de las películas siempre juegan a dos bandas y el comisario Villarejo no iba a ser menos. Su doble juego en una de las piezas de la macrocausa en la que se investigan decenas de contrataciones irregulares de sus servicios por parte de particulares y empresas amenaza ya con una imputación de la supuesta víctima, a la vista de decisiones anteriores de la Sala de lo Penal en el mismo caso. De espiado a espía va solo un paso.

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